Annabelle.

Capítulo 9

Antes de nada quería pedir perdón por la enorme tardanza y dar gracias por ser tan pacientes y esperar este capítulo. Las razones de no publicar son:

1. Mi inspiración e imaginación. 

No suele venirme muy a menudo -.-

2. Comienzo del nuevo curso.

Acabo de comenzar un año nuevo de instituto y pues quiero sacar mis mejores notas ya que este és mi último curso en el instituto así que voy a ir avisando que solo escribiré un capítulo por mes ( y en  tan caso de que puede hacer más, habrá más). Tranquilos serán más largos e interesantes.

Y bueno, os quería agradecer todo. 

El último cap que escribí tenia como unos 30.000 leidos y ahora HAY 89.000!! NO LO PUEDO CREER! DE VERDAD MUCHÍSIMAS GRACIAS, ENSERIO ESTOY MUY AGRADECIDA :D

Y bueno no me enrollo más espero que disfrutéis de este capítulo!

Adiós Mis Subnormalidades del Infierno!! Besitos <3

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- Haber señora repítame otra vez lo sucedido..

Tras aquella llamada que hizé a Josh y pues llorar desconsoladamente cogí mis cosas y fuí a la comisaría más cercana que encontraba. No me importaba lo tarde que era solo quería recuperar a mi esposo vivo o muerto. El policía, el cual, notaba su extrañez en su cara, me atendió amablemente y al mismo tiempo incapaz de comprender la situación pues no todos los días viene una embarazada a las tantas de la noche diciendo que habían matado a su marido.

- Le vuelvo a repetir señor, que mi marido fue un momento al vertedero y ya no regresó. Le llamé y me contestó y pedía auxilio.- 

Le dije alarmante. Era como la cuarta vez que se lo decía. El policía, de unos treinta y pico años apuntaba en una libreta pequeña anotaciones e información del caso y de Josh. No pareciá muy concentrado, más bien parecía cansado, no muy alegre de trabajar por la noche.

- ¿Y sabe usted porque su marido fue al vertedero a esa hora?

Genial. Punto. ¿Y ahora que decía yo? Había evitado el tema de la muñeca. No quería nombrarlo, ya que me tomaría como una loca o como una psicópata aún así sé que la muñeca tiene que ver con todo esto. 

- Pues..fué a tirar basura..

- ¿Que clase de basura?

Una ola de nervios me inundaron por dentro, quizá sea bueno que se lo cuente de todas formas és la policía algo harán al respecto, ¿no?

- Una muñeca.. 

El policía, quien miraba su libreta atentamente para escribir la información, posó su atención en mi.

Un trueno retumbo por todo la oficina. El policía se levantó y miró por la ventana que estaba a su costado derecho. Aparto la cortina y observó el panorama que arrasaba allí fuera.

- Vaya menuda tormenta. Esta lloviendo como nunca.

Trás decir aquello, volvió a sentarse en la silla de cuero negra y volvió a centrar la mirada en mí.

- Entonces si lo entendido bien. Su marido fué al vertedero a tirar una muñeca y ya no regresó y luego usted le llamó y entonces él contestó pidiéndole auxilio, ¿me equivoco?

- No esta equivocado. Ocurrió así.

Otro trueno. La luz que produce el rayo traspasa la cortina y hace que tanto como el policía como yo observemos la ventana.

- Lo que no entiendo es lo de la muñeca..

Susurra el policía, giró mi cabeza para prestarle atención.

- ¿Que clase de muñeca sería que su marido fue a las tantas de la noche a tirarla en el vertedero? ¿Que estaba embrujada?

Comenzó a reirse el policia. Después de unos segundos volvió a ponerse serio.

- No se preocupe señorita. Ahora mismo llamaré al jefe de policía y nos pondremos manos a la obra.

Cogió el auricular del teléfono y marcó el teléfono y se lo colocó en la oreja. Espero a que cogiera conexión pero no cogía. Volvió a marcar los botones pero nada.

- Estamos sin linea, genial.

Colgó malhumorado el teléfono. Las bombillas de arriba comenzaron a parpadear hasta que dejaron de iluminar y entonces a oscuras nos quedamos.

- Genial, ahora sín Luz. 

Escuché como el policía removía cajones y luego una luz iluminó mi cara, molestándome un poco.

- Uh, lo Siento. Tenga una Linterna.

Me pasó ya la linterna encendida y él con otra rodeo el escritorio y se dirigió hacia la puerta.

- Venga, a la cafetería. Estaremos mejor.

Me levanté y esperé a que saliera de la oficina pero no lo hizo en cambio estaba forzando la puerta dándole patadas y gritando.

- Me temo de que nos quedamos encerrados. Tendremos que esperar hasta las 9.00, hasta entonces habrá que resguardar aquí. 

Suspiré y me volví a sentar en el silón de antes y el policía en el otro.

- Bueno, ya que estamos aquí y vamos a pasar mucho rato juntos déjame decirte que mi nombre és Marc, ¿y usted és?

- Katherine.

- Encantado de conocerla, Katherine. ¿De cuanto tiempo esta?

- Bueno, de ocho meses.

- Vaya, su familia tendrá que estar contenta.

- Bueno, solo tengo a Josh. Sí se va él, ya no me queda familia..

El policía no pronunció palabra por unos minutos y yo tampoco hasta que al fin hablo..

- Si no es molestia preguntarle, ¿Como que no tiene familia?

- Mis padres me abandonaron cuando era pequeña en un refugio y luego ya no regresarón jamás..

- Vaya que coincidencia..

No entendía lo que pretendía contarme.

- Resulta que  a mi me ocurrió lo mismo. Mis padres me dejaron en el refugio de Manitas, en Glasgow.

Mis ojos se abrieron al completo, al escuchar ese nombre de nuevo. Ese nombre con el que odio con toda mi alma.

- Yo también fuí a ese refugio..

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PERDÓN POR LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA. 

ESPERO QUE LES ESTE GUSTANDO LA NOVELA Y ESTAR ATENTOS AL POLICIA MARC QUE ESTE TENDRÁ MUCHO PAPEL EN LA HISTORIA