|| 𝙔𝙤𝙪 𝘾𝙖𝙣 𝘾𝙧𝙮 𝙄𝙣 𝙈𝙮 𝙎𝙝𝙤𝙪𝙡𝙙𝙚𝙧 ||

Acto 11: 120 horas antes...

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Ain't  it good to be on your own
Ain't it fun you can't count on no one
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—Te hizo un favor.

—Se adentró a mi taller privado.

—y arreglo el sistema de seguridad de las instalaciones, prácticamente salvo los datos del complejo. Dale algo de crédito al niño Tony.

El castaño lo miro con cansancio y con un empujón de su pie, la silla giratoria donde el estaba se deslizó hasta otra mesa de trabajo. Rhody cerró los ojos y suspiró.

—Tony, sabes muy bien que el lo hizo con buenas intenciones. Hasta Visión lo protegió, ¿Por que no quieres escuchar?

—Casi rompe mi confianza por eso—Tony miró a su amigo de reojo, que quedó algo perplejo ante lo dicho.

—No lo dices enserio. Es un niño. Es, Peter—le dio más énfasis al nombre del chico.

Tony apenas murmuró algo que no pudo ser escuchado por Rhody. El coronel hizo una mueca, algo harto de que su amigo sea tan duro. Mientras el Stark, que fingia mirar un plano en mano de la actualización que quiere hacer de la Mark 50 beta, sus pensamientos rondaban por otro lado, osea los sucesos de hace exactamente cinco días. Debía admitirlo no la había pasado tan bien desde hace mucho tiempo.

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120 horas antes...

Tony veía como el niño miraba por la ventana como caían las gotas de agua, mientras abrazaba al peluche de Ironman en sus manos, no sabía que era más grande el niño o el peluche.

Con las tazas llenas con el chocolate caliente llamó al niño.

—Parker, tu café infantil esta listo—le avisó mientras buscaba alguna galleta.

El niño alzó la mirada y fue a paso lento a la isla de la cocina, tomó un sorbo del chocolate, luego lo dejó ahí, mirando la taza como si tuviera el gran misterio del universo. Tony ya había notado que el chico estaba actuando raro desde que hablaron hace unas horas.

—Peter—el chico solo lo miro, el hombre frunció el ceño, sin duda algo le sucedía. Le paso unas galletas de sal y el se apoyó de la isla de la cocina—Chico, ¿Pasa algo?

—¿Eh? No, no es nada.

Tony hizo una mueca por la respuesta, así que fue directo—¿Es por lo que pasó hace un rato? Me refieron a la Viuda negra.

El chico pareció tensarse y bajo la mirada, negó suavemente—No mucho que digamos...

—¿Jmm? ¿Cómo es eso?

El niño lo miró—Es que pensé que le iba hacer algo y no quería... no quería alejarme de usted, es todo. Suena tonto lo se, pero es que... es que.

—Oye niño tranquilo. No te preocupes por alguien como yo, de todos modos iba estar bien, tengo una legión de armaduras que puede proteger mi trasero en caso de emergencia.

El niño lo miró incrédulo, pero a la vez sorprendido—¿Enserio? ¡Eso es súper loco! Digo, es genial, asombroso es... si, es asombroso.

Tony mordió una galleta ocultando una sonrisa que se había formado por cómo se expresó el chico.

—Oiga Sr. Stark—le llamó el chico mientras bebía el líquido marrón de su taza. Recibió un "¿humm?" Por parte del mayor—Para usted, para usted... yo, ¿yonosoyunamolestia?