Hold me [WangXian] [Mo Dao Zu Shi fanfic]

Capítulo 7: Entre amigos

-Se te ve muy feliz, Wei WuXian.

-Tampoco tanto. -Rio el aludido juesto antes de llevarse una mano a la nuca y esbozar una mueca nerviosa. A su lado, su hermano adoptivo le lanzó una mirada asesina de esas que incluyen también velatorio y funeral.

-Uy que no. -Masculló Jiang Cheng con cierta inquina mal camuflada-. Llevas desde ayer sonriendo como un imbécil.

-Vaya, debe de haberte pasado algo bueno, ¿no?

-Sin duda. Cuéntanos, ¿qué te hace tan feliz, hermanito?

Ante el obvio retintín del de exactas, Wei WuXian no pudo hacer más que emitir una sonrisa nerviosa y tamblaeante. Entre Wen Ning y él, acababan de ponerle en un compromiso muy serio, no sabía qué contestarles. Que puede que su compañero de clase estuviese hablando desde la más pura inocencia, eso no lo dudaba, pero sus bienintencionadas preguntas no podrían ser más inoportunas. A ver, razón tenían los dos. Wei Ying llevaba desde el domingo a mediodía —cuando por fin regresó a su piso— con una sonrisa de oreja a oreja pintada en la cara que era imposible de ignorar. Se caracterizaba por ser una persona energética, optimista y siempre sonriente, pero su felicidad ya rozaba lo absurdo. Canturreaba al cocinar, al estudiar y al limpiar. Al principio, a Jiang Cheng le hizo gracia verle tan contento, pero después de tres horas de aguantar la euforia de su hermano y de verle evadir sus preguntas, empezó a perder los nervios. Pasado ya un día, en la universidad, solo deseaba darle un puñetazo para borrarle de una vez esa expresión atontada que parecía llevar tatuada.

-Nada en especial. -Masculló, una obvia mentira que ni el inocente ni el amargado se tragaron-. Oye, Jiang Cheng, ¿no tenías clase en otro edificio?

-En un cuarto de hora. ¿Qué pasa? ¿No puedo visitar a mi querido hermanito?

-Podrías no pasarte la vida en mi aulario, la verdad. Haz amigos en tu carrera o algo. Así nunca encontrarás pareja.

-Si no ligo es porque no quiero, imbécil. Además, no me dejas otra opción. Es culpa tuya.

-¿Mía?

-Sí. Todavía no me has contado lo que pasó el sábado, capullo.

-¿Ocurrió algo especial, Wei WuXian?

Wei Ying tragó saliva. Las preguntas de su hermano podría ignorarlas, el haber crecido juntos se lo permitía, pero las de Wen Ning... Eso ya era otro cantar. El pobre no lo sabía, pero la mirada de sus enormes e inocentes ojazos oscuros tenía un efecto demoledor en la gente a su alrededor, al menos en la que poseía un mínimo de sensibilidad. Como a su hermana no le afectaban las cosas lindas, ignoraba por completo sus capacidades ocultas de persuasión. A Wei WuXian, sin ir más lejos, se le hacía completamente imposible negarle algo.

-No fue nada importante... -Trató de mentir.

-Una mierda que no. Dormiste en casa de Lan WangJi.

-¡¿Q-Qué?!

-¡No lo digas tan alto, idiota! -Le gritó a su hermano, notando como las mejillas se le ponían rojas como tomates maduros. Dada su fachada de ligón, debería estar orgulloso de su logro, pero el enamoramiento causaba reacciones poco habituales en su persona. Wen Ning lo miró con los ojos como platos, esperando —o exigiendo— una explicación. Ante esa expresión, no pudo continuar evadiendo la historia. Maldito Jiang Cheng, qué listo era-. A ver... es un poco largo de explicar.

-Tienes diez minutos.

-Y toda la hora de Patologías para darme la versión con detalles.

Jiang Cheng dejó escapar una risa atragantada. Y pensaba que Wen Ning era tonto cuando su hermano se lo presentó...