Sombras

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Ya era invierno y el mar estaba congelado, el cielo estaba gris y la nieve era espesa. Estábamos alojados en una casa en el monte, lejos de la capital y de mis amigos.
Por la noche se podía escuchar el aullido de los lobos y como la nieve que estaba en las ramas de los árboles se iba cayendo sobre el techo de los coches. Desde el lugar en el que estábamos se veían muy bien las estrellas y la luna, y se podía apreciar algún que otro cometa pasar por lo alto.

Al cuarto día de estar allí alojados, mi primo Kevin me propuso ir al bosque por la mañana a investigar y a dar un paseo. Una vez allí, vimos a una camada de lobos adentrarse en una cueva, veinte minutos después, salieron y se marcharon. Decidimos ir a ver qué había allí dentro y nos encontramos con una especie de campamento de exploradores a lo Indiana Jones. Estaba oscuro y frío, pero entramos igualmente. Parecía estar abandonado, todo estaba tirado como si se tuviesen que ir a la prisa... Escuchamos golpes y arañazos, pensábamos que ya habían vuelto los lobos, pero no era así.

Empezamos a contemplar una serie de sombras amorfas, intentamos buscar de dónde provenían, pero no encontramos nada, vimos un banderín con el mismo logo, aquella calavera con un sol de fondo. No sabía si sentirme perseguido, observado o pensar que todo era casualidad...

Aquellas luces del océano...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora