El azote del viento

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Salimos corriendo de aquella cueva, el aire frío nos cortaba la piel y cada vez nos costaba más respirar. En el camino de vuelta, Kevin tropezó con una rama que estaba camuflada en la nieve y rodando como una croqueta, llegó a la casa.
Allí estaba nuestra familia esperándonos con tazas de chocolate caliente y unas mantas de piel de ñu.
Ya era hora de irse a la cama, pero mis primos y yo hicimos un refugio con las mantas y las almohadas, encendimos una linterna y empezamos a contar historias de terror, las risas y los sustos eran inevitables.
Mi primo mayor, Sam, propuso una escapada a un lago congelado que se encontraba cerca de la casa, pero era de noche y nadie quería ir, así que iríamos por la mañana.

Empezamos una marcha sin descanso hasta llegar al lago, estaba todo congelado y resbalaba muchísimo, así que aprovechamos para crear un trineo con la puerta de un coche que se encontraba abandonado y nos pasamos la mañana en el lago.
Hicimos guerras de bolas de nieve, carreras de trineos, "patinaje artístico", intentamos romper el hielo para pescar, pero era prácticamente imposible. Mi prima se dió cuenta de que el viento se estaba levantando y cada vez era más fuerte, no obstante, nosotros decidimos quedarnos y pasar más tiempo juntos en el lago,
pero al cabo de unos minutos, nos fuimos corriendo porque el fuerte viento levantaba olas de nieve y a esa velocidad, nos hacía daño en la piel, causándonos cortes.

Era nuestro último día, teníamos que comer e irnos, pero el coche de mi padre se había roto y nos tuvimos que quedar un día más. No sabíamos que hacer, estábamos aburridos, ya habíamos explorado todo y nuestros móviles no tenían cobertura. Mi tío nos empezó a llamar a gritos, salimos y ahí estaba, con su escopeta y su sombrero de caza, nos dijo que iba a preparar una especie de campo de tiro, nos pidió ayuda y nos prometió que nos enseñaría a disparar.
Ya era por la mañana y estábamos de rumbo a casa, fue una experiencia inolvidable, espero poder repetirlo alguna vez.

Aquellas luces del océano...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora