Santa Vida

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Se había descartado la opción de sacarnos de la ciudad en aviones, así que, nos reunimos con nuestros familiares y nos metieron en camiones.
Los camiones eran escoltados por vehículos militares, aquello era de película.
La gente ya estaba más tranquila, pues lo peor había pasado, aquellas bestias a las que la gente llamaba demonios ya no estaban cerca, al menos por ahora.

Estábamos llegando a unas montañas con una neblina bastante intensa y acojonante, pero al asomar la cabeza por la parte de atrás del camión, nos dimos cuenta de que nos llevaban a una especie de super búnker, tenía verjas y muros, vigilancia por todos lados, era una fortaleza impenetrable.
Una vez dentro, nos llevaron a unas habitaciones, era una habitación por familia y la verdad, no era pequeño, era una habitación bastante amplia. Podíamos salir de la habitación y estar por la zona, pero había lugares en los que no se podía entrar, tampoco se podía salir de la "fortaleza" como era evidente, así que decidí salir a explorar las instalaciones.

Parecía que sabían a lo que se enfrentaban, era como si no fuese la primera vez que lo hacían, estaban listos para acabar con todo "demonio" que se acercase a la zona. Era todo muy extraño y muy sospechoso, pues en la pared del comedor, había un emblema enorme de cobre y encima de él se encontraban las palabras "Santa Vida". Pregunté a uno de los militares y me dijo que era el nombre que recibía el búnker y el equipo que lo controlaba, también me dijo que habían 37 búnkeres más como este en todo el país, y 6 se encontraban en esta ciudad. Cada búnker tenía capacidad para alojar a 2.000 personas.

Salí a explorar uno de los patios, era del tamaño de un campo de fútbol profesional, tenía gimnasio, cancha de fútbol, de baloncesto, tiendas, cajeros automáticos, era como una ciudad dentro de una cueva.

Aquellas luces del océano...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora