Pizza || Fillie

7

Si de algo podía estar segura es que sus amigos eran los mejores que existían en el mundo entero. Conforme las semanas pasaron, las reuniones en casa de sus amigos, a las que comenzó a asistir Finn, se volvieron frecuentes, dándoles más oportunidad de conversar y conocerse mejor.

Bueno, si antes podía decir que sentía una atracción por el pelinegro, ahora podía confirmar que comenzaba a enamorarse de él. Finn no era como Romeo o cualquier otro chico con el que había salido, tenía algo que lo hacía distinto a los demás.

[✰]

La castaña soltó un largo suspiro de aburrimiento. Había vivido esa escena millones de veces y seguiría viviéndola. Siempre que Gaten y Jack hacían una fiesta, ellos le decían a la chica que llegase una hora antes para ayudar con todo, pero cuando ella llegaba, ya estaba todo preparado, sólo tenía que esperar a que los demás llegasen.

Pasaron unos cuantos minutos y el timbre sonó, Millie no se movió, Jack y Gaten estaban con ella en la sala, así que creyó que el propietario de la casa, Jack, abriría.

Ella frunció el ceño. —¿No piensas abrir?

—Abre tu.

—Pero es tu torpe casa. —Se quejó la castaña.

—Mi casa, es tu casa. —Dijo. —Así que, abre la torpe puerta, Milagros.

A veces se preguntaba por qué no tenía amigas.

Se levantó del sofá y camino hasta la puerta. Desgrana de ella, los chicos se miraban sonriendo y esperaban con ansias el momento en que la chica abriese la puerta.

Millie suspiro y abrió la puerta, su expresión cambió por completo al ver quien estaba del otro lado de la puerta.

—¿Eres Gaten Matarazzo? —Pregunta Finn, sonriéndole a la chica.

—Eres tonto a veces.

—No eso no responde mi pregunta, ¿eres Gaten? —Vuelve a preguntar Finn.

—Sí... ¡Digo, no!

El pelinegro no aguanta la risa, suelta una carcajada y la mira con ternura, pues ella está completamente sonrojada.

—¿Te pongo nerviosa, Brown?

—Deja de decir tonterías, anda. —Ella sigue sonrojada. —Gaten, dame dinero para pagar la pizza.

—Está el la mesa.

—Lo diré de otra forma, ¿puedes pasarme el estúpido dinero, por favor?

—Eres muy mandona. —Dice él ruloso, mientras se levanta y va por el dinero.

—Gracias. —Millie le sonríe cuando le entrega el dinero. Le da el dinero a Finn.

—De hecho, es cortesía de la casa —Sonríe y le devuelve el dinero. —, me quedaré a la fiesta y no quería venir con las manos vacías.

Ella se hace a un lado, dejando que el chico entrase. Deja las pizzas sobre la mera y se sienta junto a Millie, quien le devuelve el dinero a Gaten.