Enseñándole lo que es el Amor (Amor en Boston #1)

Capítulo 23: Grace

Haberle confesado todo a Ashton finalmente se sentía bien. Él había entendido, pero no estaba de acuerdo con lo que estaba formando con su hermano mayor, decía que Matt no estaba realmente en una buena situación como para estar en una relación estable, que no era probable que él quisiera una relación formal o estable luego de lo que había tenido con Rebecca. No lo había dicho para que no saliera con su hermano, sino para protegerme y proteger a mi corazón. Lo entendía. Lo entendía totalmente. Sin embargo, le había dicho que podía lidiar con ello y que aún era demasiado pronto para cualquier cosa que pudiese suceder. Había cosas más importantes sucediendo en esos momentos como para estar al pendiente de una relación que aún ni siquiera había comenzado, que ni siquiera tenía cimientos fuertes como para estar seguros en estos momentos. Ashton había estado de acuerdo, pero también me había dicho otras verdades a medias que ni siquiera tenía que admitir. Sabía que él tenía una cosa por mí, pero mientras yo no dijese nada, sabía que él no insistiría en ello. Dolía. Dolía como el infierno estar haciendo sufrir a mi mejor amigo, pero mis sentimientos por él no eran de esa manera. Ashton podría ser uno de los chicos más honestos y divertidos que haya conocido, pero no lo veía de un modo romántico.

Acerca de la cena, todo había ido a la perfección. El estúpido de Bryan era eso... un estúpido. Joder. Ese hombre estaba tan lleno de sí mismo que su ego no cabía en su totalidad en la modesta casa de Faith. Lo habíamos engañado totalmente, aunque había estado tan nervioso como un adolescente en su primer día en una escuela nueva y sudando como un cerdo después de haber corrido una maratón. Había sido perfecto. No había dudado de nosotros ni había visto nuestras segundas intenciones, lo habíamos engañado y él ni siquiera se había dado cuenta. Menudo idiota estaba hecho. Me preguntaba qué había visto Rebecca en él, teniendo en cuenta que el tipo era un imbécil. Jesús, ella había tenido a Matt, un hombre inteligente y divertido, sin nombrar lo guapo que era. ¡Qué estúpida era ella, Dios!

En más de alguna ocasión nombramos a Rebecca y mencionamos lo bruja que era, él había escuchado en silencio y con atención cada palabra, probablemente memorizándolas para luego transmitírselas a su amante. Era perfecto, saliendo tal y como habíamos esperado. Con Ashton estábamos contando que después le detallara todo y mucho más. Habíamos hecho ver a Matt como un idiota totalmente enamorado y por poco arrastrándose tras Rebecca, habíamos querido dejar la imagen de Matt tan abajo, como si él necesitara de Rebecca para seguir con su vida. Bryan había creído cada palabra y se había visto tan complacido de saber aquello acerca de Matt, que supimos que él estaba totalmente abordo con la estafa, complacido acerca de la información que estaba recibiendo. Maldita sea, Rebecca no caería sola, caería junto a su amante y al hermano de su amante. Sería perfecto. 

*

Estaba por acostarme a dormir a eso de la una de la madrugada de ese mismo día lunes, cuando mi teléfono vibró y la luz parpadeó, dejando claro que había un mensaje instantáneo esperando por mí. 

Era Matt y mi corazón dio una voltereta feliz al ver que se trataba de él, compensando la llamada que él había mencionado antes y que no había podido llegar con anterioridad.

Matt: ¿qué tanto te gustaría ir conmigo a patinar mañana? 

Yo: ¿debo elegir entre 0 y 10? 

Matt: sí, de 0 a 10, ¿qué tanto quieres? No mientas, lo sabré

Sonreí. Matt era jodidamente adorable. Él había pasado de ser el rey del hielo al rey del cariño. Me encantaba. 

Yo: bueno, si tuviera que elegir...