POV NATALIA- ¡Natalia siéntate ya coño! Que me estás mareando con tanto paseito. - Gritó la Mari mientras tiraba de mi brazo haciendo que cayera sobre el sillón.
- Creo... Creo que voy a ver a la Rafi. - Dijo Elena con preocupación.
- Voy yo... - Contesté levantándome de nuevo de mi asiento para adentrarme en la cocina.
Y ahí estaba ella, arrodillada en el suelo, frotando sin descanso con aquella bayeta vieja.
- Como sigas así vas a desgastar la baldosa. - Hablé de repente haciendo que sobresaltara.
Me miró fijamente durante varios segundos y volvió de nuevo a su tarea. Llevaba limpiando la casa desde hace dos horas. Me acerqué a ella con paso firme y coloqué una mano sobre su espalda.
- Rafi... Déjalo ya... Son las 2 de la mañana y no has parado de limpiar desde que llegamos, te vas a destrozar.
- No lo puedo evitar cariño... Necesito estar ocupada para evitar pensar.
Con cuidado, me deshice del trapo que tenía entre sus manos y tiré de ella para que se levantara.
- Marina va a llamar enseguida, estoy segura. - No lo estaba. - Y nos va a decir que todo está bien, ya lo verás. - Finalicé abrazándola con fuerza, intentando transmitirle toda la calma que pude, ya que aquel estado distaba mucho del torbellino de nervios que sentía en mi interior.
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Tres horas antes:
- No quiero casarme contigo. - Alba finalizó su discurso soltando aquella bomba.
Mi corazón se paró por un momento, y dejé de respirar. Quise correr hacia ella, quise subir a aquel escenario y abrazarla, cuidarla y protegerla. Pero en lugar de eso, me quedé petrificada viendo como un inmenso barullo se formaba a mi alrededor. La gente cuchilleaba sorprendida mientras miraban atónitos la escena.
La cara de Joan era un auténtico cuadro, vi como apretaba sus puños con fuerza y se alejaba de la rubia sin apartar su vista de ella. Bajó del escenario aturdido, dando pequeños tumbos, y se perdió entre la multitud hasta que por fin se le vió salir de aquella sala con rapidez. Sus padres, los señores Garrido, lo seguían a duras penas abandonando también la estancia.
Mientras todos los ojos se posaban sobre aquella familia huyendo, yo pude ver como Fernando agarraba con fuerza el brazo de su hija y tiraba de ella haciéndola bajar del escenario. Marina los seguía de cerca. Quise acercarme a ellos pero entonces sentí como un brazo frenaba mis pasos.
- Ahora no Eilan, no es el momento. - Dijo Julia haciéndome entrar en razón, pues el haber ido hacia ellos habría provocado una catástrofe aún mayor.
- Se acabó la función. - Gritó el señor Martínez de la forma más dulce que le fue posible cuando todos los periodistas se abalanzaron hacia ellos para preguntarle a Alba por su decisión. - Gracias por venir y siento el espectáculo final.
Se alejó con su hija a rastras pasando por mi lado. Al mirar a Alba sentí como sus ojos tristes y miedosos me atravesaban el alma. Quise agarrarla, quise llevármela lejos de allí, lejos de aquel monstruo, pero el brazo de Julia sujetándome mantuvo a raya mis impulsos.
- Te llamo en cuanto se calme todo. - Susurró Marina cuando pasó por mi lado, sin que nadie más que yo pudiera oírla.
- Cuídala por favor. - Le rogué mientras la joven asentía con su cabeza.
Y los tres salieron del local bajo la atenta mirada de todos los invitados al evento, quienes permanecieron en silencio hasta entonces.
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Lies
FanfictionAlba Reche es hija del dueño de la revista de moda más prestigiosa de España. Natalia Lacunza (Eilan Bay) entra a trabajar como fotógrafa. Ambas se encuentran y ponen sus mundos patas arriba, aunque en el caso de Natalia, quizás todo esto se descont...