Cookie chips

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Cookie Time!
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Los meses volaron uno tras otro y entre idas y venidas el pequeño Tony cumplió un año más y luego uno mas...

Aunque Steve intentaba suplir por todos los medios la falta de atención por parte de Howard y María los ojitos castaños que tanto amaba comenzaban a opacarse poco a poco cada vez que tenía que volver a casa pues sabía que no habría nadie para recibirle.

Si bien era cierto que al principio Tony se había resistido a la vida en el internado, al final la escuela le sentó muy bien pues era cierto que el colegio era el mejor del país y la pequeña mente de Tony era estimulada y su desarrollo intelectual había aumentado exponencialmente.

El bebé que tanto adoraba Steve pronto había comenzado a crear pequeños inventos que habían derretido el corazón e Steve. El rubio sabía bien lo genial y altamente desarrollados que serían sus inventos en el futuro pero ver esa luz de genialidad en sus primero pasó era un regalo precioso para Steve. Le había visto a sus 7 años batallar con el mecanismo de su bicleta para hacer que chillase como un pato cada vez que presionaba el freno y verle sonreír al conseguirlo había sido una de las cosas más tiernas y adorables que Steve recordaba de su vida con Tony...

Y hoy a sus 8 añitos Tony estaba "jugando" en el patio trasero intentando hacer que su avióncito de juguete pudiese ir más rápido metiéndole mano al mecanismo... Steve lejos de regañarle por desarmar sus juguetes se limitaba a observarle cuidando que el bebé no se hiciera daño.

Mientras Tony arreglaba su juguete Steve dibujaba sentado en el sillón columpiable que Peggy había colocado ese verano bajo el sauce que ya había crecido convirtiéndose en un frondoso y precioso árbol en el patio trasero.

Unos ojos preciosos de pestañas largas y mirada cristalina le miraban desde la hoja de papel logrando que Steve suspirase con  cierta felicidad melancólica. Era verano y estaban en la casa de Peggy disfrutando de las vacaciones de Tony. Las hojas del sauce se mecían suaves con el cálido viento del verano, Steve había aprendido mucho de jardinería en los últimos años y a Peggy le causaba ternura el especial mimo que ponía en el cuidado del sauce durante los veranos  e inviernos que volvían a casa. El resto del año un jardinero se encargaba de mantener el árbol y el jardín en primorosas condiciones.

-que bonitos ojos tiene La Niña...-

Susurró bajito Tony sentándose a su lado con el control remoto de su pequeño avión en sus manitas.

-¿que niña mi amor?-

Steve lo miro confundido sin entender a quien se refería el nene bajando despacio el lápiz con el que dibujaba. El brazalete de Strange brillaba en la muñeca del bebé y le volvía prácticamente inmune a la furia de su padre y de cualquier otra persona que quisiera violentarle pero definitivamente no le salvaba de los regaños de Peggy o Steve cuando hacía alguna travesura... también  parecía que se adaptaba al tamaño de la pequeña muñeca.

-Ella... La Niña que estás dibujando...-

Con su dedito señaló el dibujo de Steve, el rubio miro del pequeño dedo al dibujo y finalmente a la carita sonrojada de Tony. Fue inevitable que una risa divertida escapara de sus labios... esa había sido una broma común entre el equipo y Clint solía molestar a Tony con el hecho de que sus ojos eran bastante "femeninos"... la broma hacía rabiar a Tony y Clint solía usarla con bastante frecuencia. "Ojos de niña"...

-No es una niña bebé...-

Le corrigió divertido, esto era el colmo de Tony... hace un par de años se había encelado de sí mismo y ahora esto... Steve acarició sus cabellos viendo la carita de Tony verle con confusión.

-entonces ¿quien es?-

Eran solo unos ojos así que Steve no encontró daño alguno en revelar la verdad.

-eres tú amor... son tus ojitos, mira.-

Decir que los ojos de Tony se abrieron como platos es decir poco, el Moreno miro el dibujo con sorpresa y luego miro a Steve.

-¡yo no tengo ojitos de niña Steve!-

Lo regaño dejando el control a un lado para cruzarse de brazos en un gesto molesto.

-por supuesto que no bebé... tú tienes ojitos de Tony Stark, los ojos más preciosos que he visto jamás...-

Esas palabras hicieron que la molestia de Tony se esfumase en el aire y le sonriese a Steve completamente encantado con el halago. Su omega interno reconocía a Steve como su alfa y los halagos siempre eran algo que harían ronronear a cualquier omega... y bueno Tony no era la excepción.

-Los más hermosos...-

Confirmó de nuevo el rubio inclinándose para dejar un besito en la respingona naricita logrando que Tony riese encantado y se acercó más al mayor hasta lograr que Steve le rodease con un brazo y poder acurrucarse contra su costado. Así como estaba tomó su control para hacer que el avioncito encendiera.

-va a ir más rápido... y te va a sorprender...-

Le anuncio Tony incorporándose un poquito pero sin despegarse del todo de Steve para darle una demostración. Despacio el avión encendió y despegó, por un par de minutos voló por el jardín bajo el comando de Tony pero cuando el Moreno aceleró para hacerlo ir más rápido el avión fue tan rápido que Tony ya no pudo controlarlo y terminó estrellándose contra la verja.

-hay no!!-

Tony se levantó de un salto de su cómodo refugio para correr hacia la verja y ver con pena el avión estrellado y ahora roto en el pasto.

-lo voy a arreglar!!-

Le dijo a Steve cuando volvió a su lado con el avión, sonriéndole con todos los dientes en un gesto positivo.

-lo se cariño... lo vas a arreglar y va a quedar mucho mejor-

El rubio le guiñó un ojo en complicidad y luego le arrastró dentro pues era hora de la merienda...

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Tony va creciendo... poquito a poquito pero va creciendo! 🥰🥰
Gracias por leerme y por tomarse el tiempo de comentar. Lamento no publicar ayer. 😅