Cookie chips

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Cookie Time!
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Steve entró despacio a la habitación con una charola de comida en las manos, Tony llevaba algunos días completamente encerrado sin siquiera querer salir y por más que lo habían intentado no podían darle consuelo a su corazón lastimado.

-te traje una sopa... - suspiro Steve sentándose a su lado y colocando la bandeja sobre la mesita de noche. El aroma de Tony solo hablaba de lo triste que se sentía y Steve lo único que podía ofrecerle era apoyo, apoyo incondicional.

Tony solo se removió en la cama girándose para mirar a Steve con esos ojitos tristes y rojizos por el llanto que rompían el corazón del rubio nada más verlos.

-no tengo hambre-

Rechazó la oferta con un puchero en los labios incorporándose en la cama para acercarse a Steve y buscar que le abrazara. Su corazón roto encontraba consuelo en el aroma y calor de Steve...

-Tienes que comer... por favor come al menos un poco-

Prácticamente le suplico el rubio acariciando con ternura los cabellos castaños y rodeándolo entre sus brazos, desde el funeral Tony había estado completamente inapetente y solo algunas veces Steve lograba que mordisqueara alguna galleta o le diese algunos tragos al jugo de manzana que solía llevarle.

-por favor...-

Volvió a insistir esta vez perfumando las palabras con su propio aroma para intentar convencerle, Tony suspiro y el chantaje pareció funcionar cuando se separó solo lo suficiente como para alcanzar el plato de sopa, el rubio se había asegurado de hacerle su sopa favorita para intentar animarle un poco. Despacio Tony comió bajo la atenta mirada de Steve quien solo podía estar agradecido de haber podido convencerlo.

Howard se había simplemente perdido en el alcohol desde el funeral y si no fuera por Jarvis seguramente el hombre ya habría acabado en alguna zanja por conducir ebrio. Ni siquiera se había preocupado en saber por su hijo ni mucho menos por intentar comunicarse con ellos.

No fue hasta tres meses después que tuvieron noticias del mayor de los Stark cuando un muy  formal abogado cito a Peggy Carter para la lectura del testamento de Maria, algo extrañada Peggy había asistido sin entender del todo a que se debía ese extraño requerimiento.

-María cambió su testamento tres días antes de morir y me nombro albacea de Tony hasta que este cumpla la mayoría de edad-

Declaró Peggy esa misma tarde cuando había vuelto a casa después de la lectura del testamento, cualquiera habría pensado que Howard pondría el grito en el cielo pero lo cierto fue que no puso pega alguna. Por el contrario pareció estar de acuerdo por una vez con el decisión de su difunta esposa.

-¿Maria tenía su propio dinero?...-

Steven la miro extrañado pues en esos tiempos aún era realmente raro que una mujer omega tuviese sus propios bienes.

-Si, su padre le heredó una muy cuantiosa suma de dinero hace algunos años cuando dio a luz a Tony... al parecer en realidad era dinero para Tony desde el principio... y bueno al ser parte de una herencia Howard no podía tocarla y María podía decidir que hacer con ese dinero. De todas formas no es como si a Howard le importará mucho...-

Los tres se quedaron en silencio y solo el ruido de la televisión en la sala era lo que sonaba en la cocina donde estaban. Tony poco a poco había ido recuperando su brillo y aunque aún se le podía ver con la mirada perdida algunas veces, también era cierto que su sonrisa había vuelto y que su estado de ánimo poco a poco volvía a ser el de siempre.

-Se que el dinero nunca ha sido un problema pero realmente me alegra saber que aunque a Howard se le chispe un tornillo el futuro de Tony está asegurado...-

Concluyó Steven sentándose en la barra mientras Steve meneaba la salsa en la estufa y Peggy terminaba de vaciar el agua de la pasta ya cocida.

Steve solo se rio sin querer decir nada más, el sabía que como fuese, el futuro de Tony estaba asegurado porque Tony tenía las armas suficientes para labrarse su propio futuro... esa mentecita brillante algún día deslumbraría al mundo entero.

-la cena está lista... te toca llamar a los niños... yo cocine la pasta!-

Steven hizo una mueca pero se levantó para llamar a sus hijos y a Tony... hace poco habían comprado una consola de videojuegos y era prácticamente imposible arrastrarlos al comedor cuando estaban jugando... muchos chantajes y ruegos después Steven terminó desconectando la tv y mirando a los gemelos con ese gesto regañon que  bien habían aprendido a temer... la única persona en la casa que tenía el poder de frenarlos con una sola mirada era Steven y los alfas mayores agradecían esa pequeña arma...

-Los quiero aseados y sentados en el comedor en menos de cinco minutos-

Les advirtió viéndolos marchar hacia las escaleras, Tony solo sonrió caminando a la cocina donde se podía oler el delicioso aroma de la pasta preparada por Steve.

-¿es para mi?-

Le pregunto al rubio parándose a su lado junto a la olla con una sonrisa. Steve sonrió dejando la cuchara para revolver el cabello de Tony y dejar un beso en su frente.

-siempre es para ti... ahora ve a lavarte las manos, no querrás que Thomas te gane la albóndiga más grande-

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Yeiiii! Aquí está un nuevo capítulo! 💕
Espero les guste!! Muchas gracias por sus comentarios y por todo su apoyo! 🥰