Cookie chips

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Cookie Time!
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Los ojos de Tony se abrieron como platos y esa expresión sorprendida mutó durante la siguiente hora en las diferentes emociones que le recorrieron de pies a cabeza mientras Steve poco a poco desgajaba la historia que le había llevado hasta estar ahí, sentado junto a él en la casa de su tía Peggy en pleno diciembre de 1986.

Con cuidado el rubio fue contando su historia y la historia de Tony, le habló del maravilloso ser humano que era Tony Stark de su Tony que se había sacrificado por el universo entero. Del hombre al que había amado con toda su alma y al que había terminado perdiendo... con mucha precaución evitó ciertos temas como su pelea antes de la llegada de Thanos o especificar el tipo de héroe que había sido Tony. Había cosas que sabía eran completamente innecesarias que Tony supiese y otras que sabía podrían alterar por completo su percepción de sí mismo. Solo le había dejado saber que como él el Tony de su realidad también era un genio y que ambos eran seres humanos maravillosos y totalmente perfectos en sus propias formas de ser.

Entre palabras y emociones fue inevitable que las lágrimas acudieran a su rostro al contarle a Tony ciertos eventos que marcaron un antes y un después en la vida del rubio, como el día que conoció a Tony o el día de su boda... hablarle de su pérdida fue tan duro como el mismo día hace años cuando se lo había confesado entre susurros ahogados a Peggy... inevitables fueron también los ojos llorosos de Tony al enterarse de toda la verdad... Steve... esa persona maravillosa e increíble había decidido no solo hacer ese viaje por su cuenta aún teniendo el corazón roto, también había decidido quedarse con él, le había elegido a pesar de ser solo un bebé.

Poco a poco Steve le contó sobre los diferentes universos y todos los viajes que habían tenido que realizar para poder salvar el propio, le contó de cómo había sido su misma existencia la que que le había terminando anclando a este universo y como también poco a poco había reparado su roto corazón sin siquiera ser consiente de ello.

Y una vez el relato terminó pasaron varios minutos para que Tony pudiese recuperar el habla pues escuchar todo eso definitivamente le había dejado fuera de combate.

-Steve... ¿Edward entonces todo este tiempo fui  yo mismo... pero de otro tiempo?... tú... ¿tú y yo somos destinados en cada universo?-

Steve se quedó callado sin saber bien cuál era la respuesta correcta, pues realmente solo había conocido a este otro Tony pero el pensamiento de que eran destinados en cada universo sin duda había rondado por su mente en más de una ocasión, era también un pensamiento que dejaba un sentimiento sin duda bastante cálido en su pecho.

-Si... supongo que la respuesta es si-

Tony asintió conforme con la respuesta volviéndose a perder en sus propios pensamientos, era demasiada información por procesar pero el aroma y la presencia de Steve siempre hacían todo mucho más llevadero.

-Por eso mi padre no sabe que estás aquí... por eso él continúa buscándote porque en realidad...-

Pero se quedó callado sin terminar de completar su idea en voz alta pues la conclusión a la que había llegado ahora era demasiado obvia.

-Porque en realidad aún sigues perdido en el hielo... -

Apenas fue un susurró bajito y ciertamente muy confundido. Que provocó que esta vez sin duda el rubio tuviese que tragar duro porque esa era justamente una de las preguntas que sabía tendría que responder tarde o temprano... aunque siempre hubiese preferido que fuese más tarde que temprano. Había pensado muchas veces lo que diría a Tony cuando este le preguntara y cada vez había llegado a la misma conclusión... siempre era mejor decirle la verdad.