You & Me -Seonghwa-

Capítulo2:Ahora te recuerdo

El pobre chico no descansó ni un minuto de su madre aquella noche.

-Rosé estuvo aquí para hablar contigo, tuve que mentirle diciendo que estabas en el trabajo resolviendo problemas urgentes. ¿Escuchaste?. ¡Tuve que mentirle!, y todo para no decirle que estabas en la calle con otra.

-Se llama ____

-¡Hijo, hijo! Te vas a casar dentro de poco y ya andas arruinándolo todo antes del matrimonio. Compórtate como el hombre de familia que eres.

-Tu no me vas a obligar a casarme con ella.

-Veremos que piensa tu padre de esto.

-El ya lo sabe y está de acuerdo conmigo.

-¿Qué?, no puedo creer que tu padre lo acepte.

-Madre, entiende que solo entraré a una iglesia cuando decida casarme con la mujer que amo.

-¿Y no amas a Rosé? Ella es linda, muy cercana a nuestra familia desde que era niña, además es de nuestra posición social y eso trae beneficios para nosotros.

-Mamá, dije que no. ¿Qué parte es la que no entiendes?

-Tu habías decidido casarte y ahora de la nada, te arrepientes. ¿Es esa chica verdad?

-Mamá, estoy muy cansado así que por favor... -Le abre la puerta para que salga.

-Voy a hablar esto seriamente con tu padre.

-Perderás tu tiempo, papá no va a cambiar de idea.

La madre se va verdaderamente furiosa.

Seonghwa cierra la puerta para luego recostarse en ella y suspirar profundamente.

Estaba metida en mi habitación pensando. Pensaba en Seonghwa, en el día que pasé con el, el momento en que nos besamos y en su tontería de llamarlo oppa.

-¿Qué pensaba él, acaso creía que podía jugar conmigo? -Dije y me tiré a la cama.

Había creído que le gustaba, y luego me entero de que tenía prometida.

-¡Mierda! –Maldecí golpeando con mi puño el colchón

Tan solo es otro igual a los demás de su especie: El típico chico guapo, asquerosamente rico pero que por dentro no sirve.

Yo creí que él era diferente

Y lo peor de todo es que creo que me enamoré.

No quería salir del cuarto en la mañana, pero tenía tanta hambre que no me pude resistir y bajé a la cocina a buscar algo.

Casi me caigo del susto tras sentir que algo detrás de mi tocó mi hombro.

-Disculpa, no quise asustarte.

-¿Qué quieres? –Dije en tono mal educado.

-¿Te levantaste hoy de mal humor o estás enfadada conmigo?

-(...)

-Está bien si no me quieres contar. Vine a pedirte que vengas a desayunar, mis padres te están esperando.

-¿Desayunar con tus padres? ¿En la misa mesa? Creo que eso no le va a gustar a tu madre.

-Da igual lo que ella piense, mi padre es el que decide las cosas en esta casa.

-Está bien, intentaré no sentirme incómoda con la presencia de tu madre.

-Espera -sosteniendo mi mano.

-¡Déjame! –Y me solté bruscamente.

Se quedó parado viendo cómo me iba

Llegué a la mesa y antes de sentarme saludé