Capítulo diecisiete.
Gian Caccini.Seguro la actitud de mierda que tenía Hades la saco de Ares. Tenían una guerra de miradas en la que ninguno de los dos tenía planes de seceder, nadie decía ninguna palabra así que decidí iniciar yo la conversación.
—¿Qué te trae por aquí?—pregunté.
—¿Eres idiota? Me enviaste un mensaje diciendo que debíamos hablar sobre Hades, pensé que le había ocurrido algo.—gruñó acercándose a Hades.
Cierto, estaba tan molesto que solo se me ocurrió enviarle un mensaje a Ares, pero lo había olvidado por completo. Mire a Hades que tenía una sonrisa que, como siempre, no prometía nada bueno.
—Papá, creo que interrumpiste algo importante.—dijo la pequeña demonio y Ares me miro exigiendo respuestas a lo que sólo pude encogerme de hombros sin saber que decir.
—¿Puedo saber que fue?
—No, no se puede saber.—respondió Hades sin alejar esa sonrisa de su rostro.
Ares la tomó del brazo, levantándola de la silla, ella gimió de dolor y se alejo de él.
—¿Piensas que estoy feliz de estar aquí? Has tenido actitudes que me tienen muy decepcionado.
Sabía que eso había sido un golpe duro para ella, pero supo disimularlo. Se alejó de él después de murmurar algo que no logré entender.
Me sentía fuera de lugar, hasta que Ares arremetió su furia contra mi porque fui quien lo llame.
—¿Me llamaste para que me enterara de la relación que tienes con mi hija?
No pude evitar reír al escuchar esa absurda pregunta.
—Yo jamás tendría una relación con una pequeña caprichosa.—mentí.
Amaría una relación con esa pequeña caprichosa.
Hades me miró y sonrió con burla.
—Yo no tendría una relación con un idiota que no tiene para complacer mis caprichos.—dijo y salió de la habitación cerrando de un portazo.
Seguro ya deben estar creando malentendidos los trabajadores. Y cómo Kaine es una bochinchosa, no tardaría en contar las cosas a su manera.
Area me miro molesto.
—Creo que debes despedir al guardaespaldas de Hades, no creo que sea una chico eficiente.—dije.
La puerta fue abierta dejando ver a una molesta Hades quien nunca se había ido, solo se quedó escuchando detrás de la puerta.
—Mi padre no va a despedir a Damien solo por un pequeño error.
—Si fuera un pequeño error, no me hubieras llamado a mi.
Ella abrió la boca para decir algo, pero Ares se adelanto.
—Nos vamos a casa, Hades.
Ella miro a su padre con disgusto para luego acercarse a mi y tomarme fuertemente de la mano. Estaba aferrándose a mi.
—No quiero ir a un lugar donde solo me juzgan y me hacen sentir mal.
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Dulce Veneno
RomanceGian Caccini es un hombre que tiene una gran lista detrás de él de mujeres, controlador y además compulsivo. Uno de los solteros más codiciados del mundo. Hades Athens Es una chica que los problemas siempre están detrás de ella, extrovertida, provoc...