Capítulo Veinte

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Capítulo veinte. Hades Athens.

Termine de comer rápidamente gracias a Gian que me estaba dando la comida en boca como si fuera algún tipo de empleado mío. Sonreí solo de imaginarlo adiestrado haciendo lo que yo quisiera.

Solo de pensarlo me hizo reír.

—¿Qué pasa?—pregunto mirándome extrañado.

Lo mire y solo verlo me hizo reír más.

—Nada, vamos a terminar de comer rápido para irnos.

—Tú eres la única que está comiendo.—metió unas papas a mi boca de mala gana.

Rodee los ojos, pero no puede evitar sonreír.

Termine de comer en silencio para acabar más rápido y poder irnos.

—Recoje la basura mientras que busco unas cosas.—me levante de la cama.

No necesitaba llevar muchas cosas, solo lo el juguete favorite de Cerbero y mi teléfono.

—¿Piensas que soy tu sirviente?—pregunto limpiando la cama.

—Piensa que esto es una práctica para ver si eres digno de ser mi novio.

—Lo tomó aún sabiendo que no es justo.

—Voy a bajar a despedirme de mi padre, no hay nada aquí que puedas robar así que no me interesa lo que hagas.

—Como sea.

Justo cuando abrí la puerta apareció Amber

—¿Qué haces aquí?—pregunte extrañada ya que Thomas me dijo que le haría una sorpresa.

Ella sonrió, estaba nerviosa.

—Estaba aburrida y quería pasar a verte, recordé que tenias cosas que decirme.—se encogió de hombros.

Asentí sin creerle.

—Voy de salida a mi penthouse, pero puedes venir también.

—Está bien, me voy en mi carro.—le dio una rápida mirada a Gian.

—Bien, voy a ir a hablar con mi papá.

Baje las escaleras de dos en dos para poder irme rápido. Al llegar al estudio, no toque la puerta y entre para verlo sentado bebiendo mientras que veía algo en su computadora. Alzo la mirada y al verme sonrió.

—¿Qué trae por aquí a mi princesa?—sonrei.

¿Como esperar menos de un hombre cuando mi padre me trata como si fuera lo más lindo de este mundo?

Me senté frente a él.

—Voy a ir a mi penthouse para hacer una pijamada, Gian también va.—lo vi disgustado.

—No puedo decir más nada, cuídate y aléjate de ese bastardo.—lo vi rebuscando algo en su gaveta y me entregó una navaja.—Por si se quiere pasar de listo cualquier Idiota.

Dulce VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora