Capítulo Cuarenta.
Gian Caccini.Ya nos encontrábamos en México después de agarrar un vuelto temprano para así poder disfrutar del día. Este viaje era para tener un momento tranquilo para mi y para Hades, pero lo único malo de este viaje tranquilo eran las personas que habíamos traído porque a última hora; Amber decidió que era buen momento para disculparse con Nicoletta para poder ir al viaje, los amigos de Hades uniéndose al viaje y ni hablar de mis amigos. Todos en un solo paquete quitándole el lado amoroso a todo este air no. Pero lo más estupido de todo esto es que yo fui quien decidió invitar al idiota de Damien de manera voluntaria, la verdad era que sentía lástima por el chico, no podía simplemente dejarlo.
Ahora mismo Hades se encontraba lloriqueando por segunda vez al ver que no podía entrar a la playa y eso me hizo reír en todo momento lo que hacía molestar su molestia.
—No te rías desgraciado, veras que ya mañana estaré libre, mi período no dura tanto.—me señaló con su botella de agua.
Sin hacerle caso a sus amenazas la coloque en mis piernas para así poder besarla mejor.
—Ya te quiero ver en traje de baño.—dije entre besos.
—No tienes que quedarte aquí conmigo, puedes irte a disfrutar con los chicos mientras yo sigo pintando.
Negué, me quería quedar con ella y verla concentrada.
—Me gusta estar aquí, contigo. Este viaje fue para tenerte para mi.—no la solté ni la deje moverse de mis piernas.
No dijo nada y coloco su cabeza en mi cuello.
—Gracias. Te quiero demasiado.—susurró y no pude evitar sonreír.
—Te quiero piccola principessa.
Rápidamente se apartó de mi y me miró fijamente.
—¿Puedes repetirlo?—pidió con una sonrisa bailando en sus labios.
Negué.
Cruzó sus brazos molesta y no pude evitar reír.
—Sabes que te quiero Hades, no necesito decirlo cada cinco segundos.
Ella se encogió de hombros.
—A mi me gusta que me lo digas cada cinco segundos, así se que no estas solo por mi cuerpo escultural.—bromeó para luego acomodarse en mis piernas de una manera que todavía podía seguir pintando.
Este viaje era algo que necesitaba para pasar tiempo con Hades sin que nadie estuviera jodiendo encima de nosotros, porque si, a veces era difícil ignorar a los paparazzi queriendo saber que pacto con el diablo hice para tener a una joven chica a mi lado.
—¿Me vas a pintar a mi?—fue mi turno de bromear.
—¿Te molestaría?—negué.
—Más bien sería un placer que mi hermosa novia me pintara.—deje un beso en su cuello haciéndola reír.
—Estas cariñoso, espero que no te estés muriendo.
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Dulce Veneno
RomanceGian Caccini es un hombre que tiene una gran lista detrás de él de mujeres, controlador y además compulsivo. Uno de los solteros más codiciados del mundo. Hades Athens Es una chica que los problemas siempre están detrás de ella, extrovertida, provoc...