Capítulo Treinta y Cuatro.
Hades Athens.Mire a mi madre mientras comía, creo que estaba esperando que alguna palabra hiriente saliera de su boca pero hoy se veía un poco decaída. Mi mirada se fue ahora a mi novio quien estaba por tomar el tenedor para comer, pero yo fui más rápida y lo tomé para darle el primer bocado a su comida.
No pude evitar reír al ver su cara de disgusto.
—¿Por qué Hades esta cenando mcdonald's mientras nosotros pasta?—se quejo Morefeo.
—Te traje tu pastel así que deja de llorar.
Le hice burla ganándome una mala mirada de mi madre.
—Tú sabes cómo es tu hermana.
Con eso lo dijo todo y así se hizo un silencio incómodo en la mesa.
—¿Por que papá solo quería verte a ti hoy?—preguntó Artemis.
Jayde dejo de comer para darle una rápida mirada a Gian y luego ver a mi hermano mayor que esperaba una respuesta.
—Solo quería hablar de como iban las cosas en la empresa.
Artemis la miro como si lo que ella dijo fue una simple broma.
—Mamá, si el quisiera hablar de la empresa, debió de llamarme a mi.
Mire como su mano temblaba haciendo caer el tenedor.
—Bueno, yo también me sorprendí, pero mañana puedes preguntarle lo que quieras. Si me disculpan, me voy a retirar.
No me importaba si me hacía ser una mala hija, pero estaba agradecida que se fuera. No tenía ganas de estar cerca de ella. Artemis espero que ella estuviera lo suficientemente lejos para hablar.
—Mañana iré a ver a papá, me parece extraño que quiera ver a mi mamá para cosas de la empresa que ella no maneja.
—Ella está un poco rara.—comenté.
Gian solo comía sin decir nada mientras no daba pequeñas miradas.
—¿Por que no hay nadie trabajando para ustedes?—decidió hablar.
—Hemos cambiado todo, Cato se encargo de cambiar la seguridad que teníamos, y mamá no confiaba en nadie que estuviera en la casa por ahora. —respondí mientras veía a mi hermano menor removiendo la comida que sabía, no iba a ingerir.
—No queremos a nadie desconocido cerca, así que preferimos turnarnos.
—Morfeo, si ya no quieres más déjalo. Recuerda que le toca recoger las cosas a Artemis.—sonreí levantándome de la mesa e invitando a Gian hacer lo mismo.
Tomé su mano para guiarlo a mi habitación.
—¿Cuando pensabas decirme que un idiota te invito a salir?—preguntó sentándose en la cama.
—Pero si tú no me has invitado a salir. —bromeé sentándome a su lado.
El gruño algo en italiano que no pude entender, pero que mencionaba algo de idiota.
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Dulce Veneno
RomanceGian Caccini es un hombre que tiene una gran lista detrás de él de mujeres, controlador y además compulsivo. Uno de los solteros más codiciados del mundo. Hades Athens Es una chica que los problemas siempre están detrás de ella, extrovertida, provoc...