Capítulo treinta y uno.
Gian Caccini.La situación de Hades no era la mejor, estaba en un peso que no era el adecuado además de falta de vitaminas. En el viaje a casa, ella estaba malhumorada porque se enteró que le habían dado de alta a Odin antes que a ella porque su amigo si se preocupaba por su salud, palabras del doctor no las mías.
Al entrar a la casa nos recibieron en la sala de estar los chicos junto con Nicoletta quien tenía una gran sonrisa en el rostro. Gire a ver a Hades quien veía a la chica con curiosidad, pero sin decir nada.
—Hola, soy Nicoletta.—dijo acercándose a nosotros dejando un beso en su mejilla.
—Hola Nicoletta, yo soy Hades.
—Voy a quedarme un tiempo aquí, así que espero nos hagamos grandes amigas.
Hades trato de darle el intento de una sonrisa.
—No te preocupes, le puedes pedir mi número a Gian y así podemos ponernos de acuerdo para salir.—ella asintió feliz sin darse cuenta del estado de ánimo de Hades.
Nos disculpamos para poder ir un momento a su habitación y verla acostarse en la cama.
—¿Te sientes bien?—asintio.
Deje sus medicinas a un lado para poder acostarme con ella.
—Estoy bien, ahora me voy a casa porque no me gusta dejar a mis hermanos solos.
Quería decirle que se quedará aquí conmigo, pero no podía retenerla cuando era un momento para ella estar con su familia.
Sin decir nada, colocó su cabeza en mi pecho mientras enredaba sus piernas con las mías. Ella estaba actuando tan lindo y solo pude apretarla más a mi hasta que su respiración se hizo más lenta y regular, se había quedado dormida.
Estaba preocupado porque el médico aseguró que la situación con Hades no era la mejor; su falta de sueño, la mala alimentación y el hecho de que había empezado a fumar estaba perjudicando su salud. Además de que ella no estaba asistiendo como debe a sus citas con el psicólogo. Solo quiero lo mejor para ella, pero no sabía que hacer para que no sintiera que me estaba entrometiendo en su vida.
La sentí removerse en mis brazos.
—¿Hades?—la escuché hacer un sonido.—¿Estas despierta?
—Quiero comer.
Sonreí.
—¿Quieres salir a comer o prefieres comer en casa?
Sinceramente prefería salir y que ella despejara su mente, estar encerrada tampoco le hacía nada bien.
—Lo que prefieras, podemos ir o pedir McDonalds para comer.
—No vamos a comer McDonalds, necesitas alimentarte mejor.
Se quedó en silencio y no supe si tomar eso como algo bueno o malo.
—Podemos salir a comer donde gustes y después me llevas a casa.—ya no sentí su cuerpo cálido contra el mío.
Se levantó de la cama para estirarse, la vi restregar sus ojos para luego mirarme con una ligera sonrisa.
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Dulce Veneno
عاطفيةGian Caccini es un hombre que tiene una gran lista detrás de él de mujeres, controlador y además compulsivo. Uno de los solteros más codiciados del mundo. Hades Athens Es una chica que los problemas siempre están detrás de ella, extrovertida, provoc...