Gritos angustiados se escucharon por el gimnasio. Luego, todo quedó en silencio.
—Dios mío... —murmuró MinHo, antes de empezar a correr hacia el peliazul.
—¡Tranquilos todos!—gritó el entrenador y acompañó al castaño.
—¡Era para ti, maldita sea!—exclamó un MinHo furioso hacia TaeYong, quien miraba todo con una mueca en los labios.
—No es mi culpa que no sepas lanzar bien, Lee—dijo con asco, ignorando las dagas que MinHo le mandaba por los ojos.
El castaño lo ignoró y se inclinó hacia JiSung. Puso sus manos en la cabeza del peliazul, para luego ponerla en sus piernas y mirar al entrenador.
—Lo llevaré a la enfermería, es mi culpa—dijo con angustia en sus ojos. Luego volvió a mirar al chico en su regazo—. JiSung, ¿estás bien?
—Mmhm.
Pasó sus manos por su cabello azul y levantó al chico en un movimiento. Caminó rápidamente y salió del gimnasio sin mirar atrás, esperando que nadie notara lo que apenas había hecho.
—¿Sabes dónde está la enfermería, JiSung?—preguntó con voz dulce.
El peliazul parecía una muñeca que en cualquier momento se iba a romper. Sus labios rojos por la sangre que salía de su nariz hizo a MinHo hacer una mueca. No debería estar así. Debería verse tan lindo como siempre.
—Está a-al lado d-del bañ-ño... —habló en un susurro.
—Gracias—murmuró, y seguido de eso, comenzó a correr con JiSung en sus brazos.
Se demoró solo unos minutos en llegar. La gente que estaba por los pasillos no pudo evitar darles miradas extrañadas, pero no preguntaron ni dijeron nada respecto a eso. La enfermería estaba vacía cuando el castaño atravesó la puerta, pero solo dos segundos después una mujer vestida con un delantal blanco entró y dio un salto al ver a MinHo.
—Hola—saludó de forma apresurada—. Le ha llegado un balón y creo que se desmayará, no se dónde...
—Por aquí—señaló la mujer a una camilla, y MinHo dejó caer a JiSung en el colchón blanco.
—¿Estará bien?
—Sí, sí. No te preocupes. Si quieres puedes retirarte, supongo que se quedará dormido en cualquier momento—respondió la mujer, acomodando la cabeza del peliazul en la almohada.
—Me quedaré—murmuró mirando a JiSung.
Los ojos de JiSung se abrieron de inmediato, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios, que dejó a MinHo aturdido.
—Hey... Dara—murmuró JiSung a la enfermera—Hace tiempo que no te veía.
—Eso es bueno—Dara devolvió la sonrisa—. Quiere decir que no has sufrido más golpes.
La sonrisa de JiSung se borró de su rostro de inmediato. Asintió y quitó sus ojos de la enfermera, para fijarlos en un punto ciego. Esa acción pasó desapercibida para Dara, pero no para MinHo.
El castaño decidió no preguntar, ya que después de todo, todavía ni siquiera eran amigos—desgraciadamente—.
Pasó alrededor de media hora cuando los dos quedaron solos. Dara había ido a atender a una chica enferma del estómago y dejó a JiSung y MinHo a cargo del lugar, o hasta que los dos decidieran irse.
—Eh... —empezó a decir MinHo, desde el otro lado de la habitación—siento pegarte con el balón.
—Debí estar más atento.
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❝Femenine❞『•MinSung•』
Fanfiction❝Viviendo con cinco hermanas y con solo un padre en la familia, JiSung no ha podido evitar salir igual que sus hermanas. Todo en su casa es rosa, pestañas postizas por todos lados y brillos labiales que hacen tus labios más besables de lo que son. S...