『Capítulo 4』

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Al final tuve que hacerlo. Sí, el maldito profesor de Psicología I, me obligó a levantarme de mi asiento e ir al frente para presentarme delante los demás. De algún modo, yo era la que más resaltaba dado que todos éramos nuevos, pero yo era de intercambio. Osea, venía de otra ciudad y así. Los demás en cambio, ya conocían el lugar y a algunos profesores... ya que en el último año de preparatoria llevaron a los alumnos que habían mandado la solicitud a esa Universidad, para que la fueran conociendo, supieran como era el ambiente y todo eso. En fin, me quejé hasta los mil demonios. ¿Cómo eran capaces de herir la dignidad de la personas de esta manera? De verdad me dolió. No vacilé más, me presenté y volví a tomar asiento esperando a que todos los segundos, minutos y horas pasaran para poder tomar mi recreo. Sí, por fin un descanso. Era el primer día, pero ya estaba muy cansada.

―Así que, ¿Hwan SunJi? ─preguntó el mismo chico de antes.

―¿Qué te importa? ─solté molesta, mientras guardaba en mi mochila mis cosas para poder ir a la cafetería.

―Ash, esta mujer. Hija, ¿qué acaso no te enseñaron modales en tu casa? ─apoyó sus manos en mi mesa, e intentó buscar mis ojos

―Escúchame bien, inútil ─lo encaré─. Me tienes muy cansada con tus preguntas idiotas y sin sentido. Si quieres follar, búscate a otra. A mí déjame en paz. ─terminé de hablar y salí del auditorio.

No creí que tuviera tan mal humor ese día. Y hasta el día anterior me estaba arrepintiendo de ser fría y ruda, pero en ese momento me daba cuenta de que muchas personas em ese lugar necesitan de ese carácter. Jodían demasiado.

Con el humor de puntas fui a mi casillero y guardé todas mis cosas. Tarareaba una canción mientras lo hacía. Al cerrar la puerta de este, me llevé una gran sorpresa al encontrarme con un chico posado en uno de ellos. NamJoon.

―¿Maroon 5? Me encanta ─empezó él.

―¡Joder, NamJoon! No aparezcas así ─toqué mi pecho intentando calmar el susto─. ¿Qué haces aquí?

―¿No es obvio? ─enarcó una ceja, sonriendo. Yo negué en respuesta─. Estoy aquí por tí.

―¿P-Por mí? ¿P-Por qué? ─tartamudeé sin razón alguna. No sé por qué lo hice.

―Si, tontita ─hizo un leve toque en mi nariz con su dedo índice─. No iba a permitir que pasaras el recreo sola.

¡Rayos! Seguro fue porque le dije que no conocía a nadie aquí.

¡Bravo, SunJi, bravo!

―Oh, vale. Y, ¿qué haremos?

Ir a la cafetería, duh. Osea, piensa un poco mente maestra.

Cállate de una vez, estúpida consciencia.

―Pues, si tienes hambre podemos ir a la cafetería y conversar un rato, ¿te parece? ─sonrió, yo solo me hice un mechón de cabello hacia atrás de mi oreja.

―¿Debo ir aunque no tenga hambre? ─bromeé, y él rió inmediatamente.

―Debes ir aunque no tengas hambre ─fue a mi lado y puso uno de sus brazos alrededor de mis hombros. Sería bueno aunque sea compartir un rato con él, ¿verdad?

―Vale, vale. ─contesté con una sonrisa, siguiéndole el paso.

Mierda y más mierda.

Jamás imaginé que una cafetería estuviera así de llena. Muchas personas, muchas mesas, mierda. Sentía que todo el mundo me miraba. ¿Acaso tenía un mono en la cara? Idiotas. Decidí sentarme junto a NamJoon en una de las mesas cerca de la entrada, era la que más lejos estaba de la multitud. No era que no me gustara estar rodeada de personas, o tal vez si, solo que era claustrofóbica y si veía muchas personas alrededor de mí, me sentía pequeñita y me empazaba a faltar el aire. Problemas que tenía. En fin, junto a mi compañero pedí un batido de frutas junto a un sándwich de vegetales. Luego comenzamos a comer.

Amor Y Mentiras ✦ Park JiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora