Amor Y Mentiras ✦ Park JiMin

『Capítulo 10』

¡No! Definitivamente ¡NO! No podía asentir a lo que estaba pensando. No podía rendirme ante la idea de que JiMin, m-me... g-gus... de que JiMin me gustaba... ¡Buahh! ¡Wacala!

De verdad, gente. JiMin era una persona muy arrogante, nada que ver conmigo. Eso era lo que quería evitar. No quería hacer amigos, no quería conocer a nadie. No quería enamorarme. Yo lo prometí. Se lo prometí a... todos. Pero, ¿quiénes eran esos todos? ¿TzuYu? ¿TaeHyung? ¿Yo?

¿Tan solo por ellos me limitaba a cosas nuevas? ¡No! Yo nunca quise venir para acá, por eso lo prometí. Aunque ya de nada servía, creo. Mi mejor amiga me hirió de la forma más cruel. ¿En serio creen buena onda decirte por teléfono y a todo pulmón que tu ex ya te había olvidado por otra? No, claro que no. El chico que prometió amarme eternamente y por el cual nunca quise nada con otro, no quiso más nada conmigo. Osea, sabía que solo tenía que superarlo, porque osea, es lo normal... pero no, yo no quería. De igual forma no quedamos en términos románticos, solo amigos, pero no creí que fuera a apuñalarme por la espalda así. Estaba siendo egoísta, lo sabía y no me importaba. Siempre dejé todo por las personas que quería y al final me lastimaban de la peor forma posible. Era eso muy triste.

Y, ¿qué quedaba? ¿Yo? ¿La chica rebelde la cual no quería saber de nada y le gustaba el color negro? ¿Solamente quedaba ella? Baf. Ahora veía todo eso como un mísero desperdicio de tiempo, la verdad.

Y bien. En ese momento, me encontraba junto a JiMin. Sí, al final me llevó con él, y raramente, no puse objeción ante eso. Dimos a parar a un lugar un poco lejos de la ciudad. El chico quiso llevarme a un lindo lago que había cerca. Era muy tranquilo la verdad, y de noche se podía divisar el oscuro azul del cielo, acompañado de hermosas estrellas. El ambiente era muy tranquilo ahí. Tranquilo y silencioso. Sin señal de ningún problema.

―Y dime... ¿qué es lo que te gustó de él? ─lo escuché preguntar. La pregunta me sacó un poco de onda, por lo cual lo miré. Su mirada estaba posada en la cristalina agua de aquella noche.

―¿Gustarme? ¿Él? ¿De qué hablas? ─contesté confundida, sin mirarlo aún.

―NamJoon. ¿Te gusta, no?

Solo reí.

―¿Qué? ¿NamJoon? JiMin, por favor. NamJoon es mi mejor amigo. ¿Qué tratas de decir con que qué me gustó?

―Lo siento, pero los amigos no van a citas.

Y ya sabía por donde iba el problema.

―Piensas que porque acepté SALIR ─recalqué la palabra─. con NamJoon, ¿es una cita? ¿Qué me gusta? ¿Qué somos novios?

Su silencio me respondió. Volví a reir, pero ahora con más sarcasmo.

―Por favor, no me jodas. NamJoon dijo que tenía algo importante que decirme, por eso la invitación. No iba a ser  una cena romántica, ni mucho menos. Solo era para hablar de... de algo. ¡Listo!

Concluí. Él no me respondió. Todo ese tiempo que estuvimos hablando mis ojos estuvieron posados en el agua. Nunca me imitó. Siempre estuvo mirándome, podía sentirlo. Como sabía que había dado la última palabra, decidí hacer lo mismo que él: mirar a un punto fijo y pensar, tal vez. El silencio reinó por largos minutos, hasta que...

―Me gustas, SunJi.

¡Mierda! ¿Y ahora eso qué era? Me lo había dicho dos veces ya y me lo había insinuado también. ¿Qué debía creer? Esas cosas me ponían muy nerviosa y más sabiendo como era JiMin. No quería ilusionarme con sus palabras y al final terminar cayendo por la borda. No otra vez.

―JiMin, deja de decir estupideces ─opté por acostarme, poner mis brazos detrás de mi cabeza como almohada y cerrar mis ojos─. Estoy muy cansada para tener que lidiar con tus mierdas