014

397 74 6
                                    


Cita 14.


—Solo falta una y es desesperante.

—No para mí.

— ¿Te sientes lista? ¿Lo harás el mismo día que termine la última cita?

—No le voy a responder a eso. Lo único que le voy a decir es que voy a pasar tiempo con mi hermana antes de hacerlo.

—No puedo seguir hablando de eso.

— ¿Disculpe? ¿No es usted la psiquiatra?

—Sí, lo soy pero también soy humana y saber lo que vas hacer me perturba de una forma inimaginable, pensé que cambiaría tu decisión.

—Su error no el mío. Le pasa porque usted así lo quiere, solo acéptelo y listo.

—No haré tal cosa jamás me lo perdonaría, y creo que quiero hablar de otro tema.

—Por primera vez creo que estoy en total acuerdo con usted.

—Nos hemos pasado todas las citas hablando de todo lo malo que te ha pasado pero nunca hemos hablado sobre lo bueno que ha pasado en tu vida, ¿Hay cosas buenas en tu pasado o recuerdos?

—Aunque no pareciera si hay algunos recuerdos que valen la pena en mi pasado.

—Perfecto ¿Podrías contarme un poco?

—Lo haré pero luego usted va a responder a algo ¿Sí?

—Está bien.

—Creo que mi recuerdo más preciado es de cuando yo tenía cinco años. Mis padres solían llevarme al parque todos los días y eso era algo que realmente me emocionaba. Recuerdo que un día me senté en un columpio y observe a las personas que me habitan traído al mundo con tanta admiración y amor que aún me afecta recordar, ellos estaban sentados en un banca y tenían sus manos unidas, para mí que mis padres se amaran tanto y que fueran tan felices significaba todo. Yo quería tenerlos cerca de mí, ser parte de esa escena por lo que me acerque a ellos y mi padre me cargo para sentarme entre ellos, ambos tomaron mis manos y sus palabras aún están frescas en mi memoria «Eres lo más maravilloso que nos ha podido pasar cielo. Te amamos nunca lo olvides» dijeron juntos pero fallaron, porque ellos lo olvidaron no yo.

—No voy a decir nada aún, sigue.

—No puedo dejar a un lado el día que vi a mi hermana por primera vez, mi madre me la puso en los brazos para que yo la cargara y al mirar su rostro ella abrió sus hermosos ojos mirándome directo a los míos y la ame al instante, supe que ella sería lo más importante de mi vida.

— ¿Cuantos años tenías tú?

—Ocho años.

— ¿Es todo?

—Creo que esos son los mejores lo demás solo son estupideces.

— ¿Tú crees que tus padres no te aman?

—No lo sé, yo pienso que si alguien no te acepta como eres no te ama lo suficiente. Ellos dejaron de decirme cosas lindas y pasaron a decirse cosas horribles entre ellos.

— ¿Cómo te hace sentir eso?

—Hace unos años me mataba, hoy solo es algo con lo que aprendí a vivir.

— ¿Crees que tu hermana va a enterarse alguna vez de lo que hiciste por ella?

—No, mis padres no saben nada de eso.

— ¿Y por qué me lo contaste a mí?

—Por qué hablar con usted es parte de nuestro trato y espero que usted nunca se lo diga.

Pensamientos de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora