Capítulo 42

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Capítulo 42

La luz del sol entró por la ventana y Alyssa se dio la vuelta en la cama, algo molesta. No se encontraba totalmente despierta, pero el percatarse de que había alguien acostado a su lado la sorprendió tanto que la joven estuvo a punto de gritar. Fue entonces cuando todo llegó a su mente: lo que había sucedido el día anterior, la noche con Rylan, cómo habían hecho el amor...

Alyssa abrió los ojos y lo contempló tendido a su lado. El sentimiento que se despertó en ella fue tan grande que apenas le entró en el pecho y casi tuvo ganas de llorar de felicidad.

El cuerpo fuerte y alto de Rylan se encontraba desnudo, cubierto apenas por las sábanas blancas de su cama. Sin poder resistir la tentación, Alyssa estiró su mano y acarició el pecho del hombre con sus dedos, recorriendo cada centímetro de su piel dura y el vello que lo recubría. Sintió que la respiración de Rylan parecía acelerarse y al cabo de unos segundos él abrió los ojos, componiendo una tierna sonrisa al verla.

—Buen día —susurró Rylan.

—Buen día —respondió Alyssa.

Ella apartó la mano de su pecho inmediatamente, pero Rylan negó con la cabeza, atrayéndola de nuevo hacia él y haciendo que quedara pegada a su cuerpo. La besó suavemente.

—He esperado muchos años para poder tener este despertar —le susurró después al oído.

Alyssa sintió cada rincón de su piel estremecerse y se abandonó al beso. Aún le parecía increíble que un hombre pudiera ser tan tierno con una mujer después de los años de infierno que había vivido.

Durante varios minutos se dedicaron a amarse de nuevo, lentamente y disfrutando de todos los momentos que permanecían juntos. Al fin y al cabo, se lo merecían. Alyssa habría querido pasar todo el día entre las sábanas con Rylan, pero cuando éste se puso en pie, ella comprendió que debían volver a la realidad.

—Encargaré que te suban algo de comer —anunció él.

Ella negó con la cabeza.

—No te preocupes por mí, Rylan. Disfrutaré más yendo a la cocina y ocupándome yo misma. Debo hacer, además, un inventario nuevo para esta semana.

Como Rylan ya había comprobado con anterioridad, Alyssa llevaba la gestión del Castillo de Alderman de un modo brillante y si las cuentas no cuadraban con corrección era precisamente a causa de su tío Aaron. Quién sabía cuánto dinero había robado ese hombre del ducado y de sus gentes.

—He de resolver muchos asuntos hoy, Alyssa. Después de algo que descubrí ayer, las cosas han cambiado mucho.

—¿Qué descubriste?

Él dudó unos instantes antes de hablar. Quería ser transparente con ella por completo, no guardar ni un solo secreto más. Porque, si ella lo aceptaba, Alyssa sería su futuro a partir de ese momento.

—Alyssa... existen unos documentos que acreditan que... yo no soy Gordon Seymour, y tampoco lo es Linnea.

Para su sorpresa, Alyssa no pareció sorprendida. La joven le sostuvo la mirada unos instantes y después suspiró.

—¿Lo sabías? —preguntó él.

—Lo intuía. No creí que hubiera ningún documento que pudiera probarlo.

—Lo hay. —Rylan se dirigió hacia su escritorio y tomó los papeles que Grace le había entregado, después se los tendió a Alyssa—. Mi tío Aaron lo sabe y quiere utilizarlo para arrebatarme el ducado.

—Maldito... —susurró Alyssa y después se percató de que acababa de jurar en frente de Rylan. Enrojeció de golpe—. Disculpa.

Él negó con la cabeza. La encontraba adorable.

—No hay nada que disculpar. No quiero que te cohíbas en absoluto a la hora de expresarte, quiero escuchar tus opiniones. Siempre.

Una sonrisa se escapó de los labios de Alyssa, que se acercó de nuevo a Rylan y tuvo que alzar la cabeza para mirarlo directamente a los ojos, pues su altura era mucho mayor.

—¿Sabes? Jamás creí que volvería a ver al Rylan del que me enamoré cuando era una niña. Pensé que había desaparecido y cuando regresaste lo comprobé finalmente... pero aquí estás, de nuevo, Rylan. Has vuelto y parece que no ha pasado ni un solo día desde que te fuiste.

Rylan bajó la cabeza y depositó un suave beso sobre su cabeza.

—Te lo dije anoche, Alyssa. No voy a dejar que nada vuelva a separarnos, por eso precisamente tengo que actuar cuanto antes.

—Tenemos —lo corrigió ella—, te ayudaré con todo lo que haga falta para conseguirlo.

Escucharla lo llenó de felicidad.

—De acuerdo. Pero va a ser complicado... creo que he tenido una idea, sería la única forma de que mi tío no tenga tiempo suficiente para tratar de derrocarnos de cara a la sociedad. Pero no puedo expulsarlo de aquí tan fácilmente, podría tomar represalias.

—Le escribiré una carta al Rey —sugirió Alyssa—, el Rey confía en mí. Le diré que Aaron es un ladrón, lleva años robándole al duque de Alderman.

—Lo sé. Y sí, creo que puede ayudarnos... pero aunque tú tengas el favor del Rey, yo no lo tengo. Si mi tío consigue demostrar que soy un bastardo, el Rey estará más que dispuesto a echarme de aquí.

—No puede hacerlo. Puede que no seas un Seymour, pero has sido criado y educado para ser duque de Alderman.

—Gordon siempre supo que él no era mi padre, ¿verdad? —preguntó Rylan.

—Ese hombre era un monstruo y lo habría sido contigo fueras o no fueras su hijo. Yo conocí su peor faceta y... créeme, merecía morir solo, sin ningún hijo legítimo. Parecía obsesionado con tener un heredero, pero nunca lo consiguió —relató Alyssa con una entereza y una madurez digna de admirar—, durante los primeros tiempos me cuidé de que no sucediera, algunas muchachas del servicio me preparaban infusiones para que no me quedara embarazada de él... pero pronto comprendí que eso no sucedería. Que había algo en él que le impedía concebir un hijo... y que se lo merecía.

—Lamento mucho que tuvieras que pasar por tanto...

Ella negó con la cabeza.

—Cuando tenga un niño quiero que sea contigo. Y no me importa cuál sea su apellido, eso es lo de menos. Simplemente necesito saber que será querido.

—Vamos a irnos de aquí, Alyssa —prometió Rylan—, pero te aseguro que mi tío no se va a quedar con el ducado de Alderman. Juro sobre eso.

—¿Qué vamos a hacer, entonces? —preguntó ella.

Y cuando Rylan comenzó a hablar, los ojos de ella se abrieron como platos. Porque tenía un plan y, si conseguía sacarlo adelante, saldrían de esa y podrían marcharse a algún lugar juntos.



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Si algún día vuelves. #Wattys [Romance histórico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora