CAPÍTULO 9

1.1K 55 1
                                    

Un mareo impide que me levante. 

- Oh no, stai bene, signorina?- Esa voz. Es grave, pero dulce a la vez, pero no lo puedo enfocar bien. 

- No hablo Italiano, pero por favor, ¡ayúdeme! - El mareo va pasando y puedo enfocar un poco más y veo a un guapo muchacho, de tez blanca, cabello castaño, ojos grises, una ligera pero perfecta barba, labios increíblemente sexys y cuerpo de infarto acercarse a mí. 

- Oh ya veo, lo siento, de verdad - Se acerca e intenta tocarme, pero se lo impido al retroceder, él parece entender y se aleja un poco - ¿Estás bien? 

 Lo miro y lágrimas bajan sin autorización. 

-No, de... bes ayudar...me- le suplico entre hipos. Esta vez dejo que se me acerque, pero me sorprende cuando uno de sus brazos se pone debajo de mis piernas y el otro en mi espalda y me levanta como si fuera una pluma. Veo alrededor y hay gente observando la escena y siento vergüenza por mi poca ropa.

- Tranquila, estarás bien - abre la puerta del copiloto con facilidad y me descarga en el cómodo asiento de su auto - Lo prometo. - Aunque es un desconocido veo sinceridad en sus hermosos ojos grises y le creo, le creo... 


Llegamos a una casa sencilla, pero muy bonita. Tiene un toque antiguo, muy peculiar pero hermoso. 

- ¿Puedes caminar?  - le sonrío y asiento - ¿No te llevo aun hospital? - niego, es lo que menos quiero ahora. 

Baja del auto y rodea este hasta llegar a la puerta de copiloto para abrirla, que caballeroso. 

Salgo y le sonrío a modo de agradecimiento. 

Camino junto a él y espero a que abra la rejilla. Cuando lo hace entro primero y observo el pequeño jardín a cada lado del camino que conduce a la casa, es hermoso. 

Veo como se dirige hacia la puerta y puedo observarlo mejor. Tiene espalda ancha, brazos muy bien fornidos y aunque no deba, tiene buen trasero; abre la puerta, entro y por dentro el lugar es maravilloso. 

Observo el lugar, tiene cuadros y jarrones que por su cuidado, se nota son costosos. Hay flores por el lugar, huelen delicioso. A mi lado derecho hay una escalera en madera muy fina, que supongo lleva a las habitaciones. 

A mi izquierda una sala de estar muy bonita, muebles perfectamente ubicados alrededor de una mesilla mirando hacia un gran televisor. De la ventana en madera se observa el jardín, da un aire de paz. 

- Oye... - Me sobresalto, pues no me acordaba de su presencia. - ¿Me sigues? - Y por algún motivo lo sigo. 

Hace que lo siga por un pasillo entre la sala y la escalera que lleva a una cocina y a otra puerta, esta última separa la casa del hermoso patio con más flores de todos los colores y tamaños. No parece el estilo de él, pero es muy bonito. 

Me señala un asiento de madera, al parecer todo aquí es de ese material fino y no me quejo, hace ver hermoso el lugar, mucho más hermoso que esa mansión... 

Niego, alejando esos recuerdos de mi cabeza y me siento. 

- Mira, toma esto - Me tiende una pastilla y agua, pero me niego a tomar algo que no sé que es - Tranquila, no soy de esos que duermen a las mujeres para hacerles algo, es una pastilla para calmar el dolor físico - Me mira y me asombra la sinceridad de su mirada - te servirá, te golpeé con mi auto - sonrío, pobre, debió asustarse. Le recibo la pasta y el agua y bebo, porque tiene razón, voy a quedar estropeada. 

Le agradezco con mi mirada y el observa como bebo el agua, muy detenidamente y no me siento incómoda, me gusta. 

- No eres de muchas palabras, ¿verdad? - Ja, si me hubiera conocido hace 5 años, no me soportaría, era muy habladora, nadie me callaba, pero los problemas, el trabajo, el cansancio y ahora, el dolor, mis heridas, mi alma, solo piden silencio. 

Callar. Es lo único que he hecho este último año en ese infierno, guardar silencio... 

Asiento, sería grosera donde lo ignorara después de que me está ayudando. 

Él parece entender y le tiendo el vaso desocupado. 

-Gracias, de verdad... - El sonríe, como si le gustara mi voz y asiente. 

-Te lo debo, te golpeé con mi auto. - Río, yo estaba tan concentrada corriendo que no me di cuenta del peligro que corría atravesando calles como si fuera inmortal. 

Pero, ¿ahora? ¿Que carajos voy a hacer? No tengo dinero aquí, no tengo nada. Debo pensar, cuando despierte Roth, va a buscar a mamá. Debo impedirlo. 

- ¿puedo pedirte un favor? Lo siento si soy molestia, no quiero inco... - 

-Oye, tranquila, puedes pedirme cualquier favor. - Me tranquiliza - sé que estabas huyendo por como corrías, pero no sé de que, dime ¿como puedo ayudarte? 

Tengo miedo de contarle, pero tengo que hacerlo. 

- Es que... - Lo miro y me dan ganas de llorar, pero lo hago - Sé que eres un desconocido, pero te haré un resumen de mi historia. - Respiro y continúo - Necesitaba un empleo, acepté a ciegas uno sin saber quienes eran esas personas que me contrataban, Iba a viajar de Nueva York a Londres, pero cuando subí al avión, la señora que me había contratado me dijo que viajaríamos en realidad a Italia, allí comenzaron los problemas. Fui ingenua, porque en realidad me entregué en bandeja de plata a un hombre que me maltrataba y hasta abusaba de mí. Me amenazaba, diciendo que si no hacia lo que pidiera mataría mi familia y ahora que escapé va a ser lo primero que hará! - Lágrimas bajan - Debo contactarme con mi familia, advertirles, que huyan, ¿puedes ayudarme? - Se sorprende cuando parloteo todo esto, frunce su ceño y saca su teléfono. 

- Dame los nombres de tú familia y dónde viven - ¿Qué? - Tranquila, tengo contactos, puedo mantenerlas seguras las 24 horas. No podemos dejar que se preocupen mas de la cuenta, estás bien, es lo importante. 

- Pero debo conseguir un nuevo empleo, Roth nos quitará todo,ellas no pueden pasar hambre estos días, debo viajar. - El frunce aún más su ceño.

-No, tú tranquilízate, yo me encargaré. A ellas no les faltará nada- sus ojos grises brillan cuando me miran - Ni a ti tampoco. - le sonrío, pero esto tendrá un precio, todo en esta vida lo tiene. 

- No quiero ser una molestia - Digo con timidez y sé que me he sonrojado. 

- No lo serás - me tiende su teléfono - soy Roger Fothen - Y me sonríe. 

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora