|p r ó l o g o|

10.8K 495 48
                                    

   Jueves por la tarde, llegué a casa, estaba exhausta y hambrienta, el trabajo había acabado conmigo, sin mencionar que estaba toda empapada por la lluvia. Aparqué el auto y entré por la puerta del garage.
   Encendí la estufa, puse agua a hervir y me fui a bañar mientras hervía, luego fui a la cocina y me preparé una taza de té.
   No hay nada como un té en un día de lluvia luego del trabajo, la tienda estaba calentita, pero la lluvia me hizo llegar tiritando a casa, para variar, el calefactor del auto estaba fallando y me daba pereza mandarlo a reparar, pero ya no importaba, ya que ya me encontraba en mi sofá, viendo Adventure Time. Lo sé, infantil.

···

   Escuché él timbre y bufé, realmente no quería levantarme, pero tuve que hacerlo. Abrí la puerta principal, no había nadie, supuse que sería algún bromista jugando Toca y Corre. Idiotas, ¿quién juega eso en medio de una tormenta?
   Y en medio de mis pensamientos me interrumpió un sonido de rasguño, miré hacia un lado de la puerta, había una caja de cartón con unos cuantos agujeros escondida bajo las rosas, la quedé mirando, luego me agaché y la tomé.
   Entré a la casa y la dejé en el suelo, el sonido se escuchó otra vez y me sobresalté, abrí la caja con cuidado y pude ver un pequeño bulto peludo y blanco acurrucado en una esquina de la caja, era un conejito, más o menos del tamaño de una mano, estaba mojado y tiritaba. Me asusté. Lo dejé junto a la estufa sobre un cojín y me apresuré a buscar mi celular y una toalla.
   Ya estando de vuelta con él, lo sequé un poco y lo volví a dejar junto a la estufa, al menos ya no tiritaba. Marqué el número de Nayeon, una compañera de trabajo.
   Un tono, dos tonos...
   — Hola, Sun Hye, ¿qué necesitas?
   — Nayeon, encontré un conejo fuera de mi casa, no sé si está bien, estaba mojado y tiritando, ¿Podrías venir a verlo?
   — Ok, voy para allá.
   Y colgué. Lo quedé mirando, había cerrado sus ojitos, y su pelo estaba más seco, pobrecito... Me pregunto quién lo habría abandonado, y en medio de una lluvia torrencial, para variar.
   Acerqué mi mano y acaricié su lomo, era tan suave...
   Se abrió la puerta principal, dejándome ver a Nayeon toda empapada.
   — Bien, ¿donde está el pequeño?
   — Aquí junto a la estufa. — dije haciéndome a un lado.
   — Muy bien, veamos... No es como los conejos que hay en la tienda.
   Nayeon comenzó a revisarlo, el pequeño no se resistió, pero se veía asustado.
   — Bueno, está bien, es varón y aún no es un conejo adulto, así que asegúrate de mantenerlo calentito y darle de comer.
   — ¿Podemos dejarlo con los otros conejos?
   — Lo lamento, con las crías de Jelly, ya han superado la capacidad de su espacio.
   — Oh, bueno... Supongo que se quedará conmigo.
   — Por cierto, traje un poco de comida para conejo, de regalo. — dijo pasándome una bolsita.
   — Jaja... Eres muy linda Nayeon...
   — Y... ¿Cómo se llamará? — la pregunta me tomó desprevenida.
   — No lo pensé... No estaba en mis planes el quedármelo. — miré de reojo al pequeño conejo, y este me miró a mí, tierno.
   — Piénsalo, debes ponerle uno antes de que sea adulto o no se acostumbrará. — dijo Nayeon, entonces se levantó y se dirijió a la puerta. — Bueno, me tengo que ir, los animales se descontrolarán estando solos en la tienda, nos vemos mañana.
   Y sin más se fue. Yo me quedé observando al conejo, estaba lamiendo sus patitas, eso me hizo sonreír inconscientemente.
   — Ya van a ser las 21:30, vamos a dormir conejo.

   Lo cargué entre mis brazos y fui a la habitación, lo dejé sobre la cama y busqué entre mis cosas una caja de cartón más grande y alguna prenda vieja. Armé una cama improvisada para el pequeño y lo dejé adentro. Acomodé la caja junto a mi cama, para poder vigilarlo. Le acaricié su lomo hasta que se quedó dormido, su pequeño cuerpo subía y bajaba lentamente, se veía tan tranquilo.
 

  Realmente era un bebé.

.

.

.

.

.

.

.

Continue...

Un deseo para Gukkie | J.Jk  [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora