Capítulo 12 🇲🇽

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Era la primera vez que México salía de su casa desde que lo atacaron, y se encontró disfrutando de la sensación de la brisa en su piel y del crujido de las hojas secas bajo sus pies. Aquí y allá captaba señales tempranas de la estación de otoño: los árboles se tornaban de un color naranja, las flores empezaban a decaerse y un frío viento lo abrazaba. El joven latino se dijo que debía empezar a comprar ropa de invierno. Las temperaturas frías no siempre son buenas para México.
En cuanto estuvieron lejos de la casa, Canadá se detuvo.
-What do you think if we go eat? -propuso, dirigiéndose al latino-. J'ai raté les restaurants mexicains.
(¿Qué opinas si vamos a comer?) (Extrañaba los restaurantes mexicanos.)
-Por supuesto -aceptó México entusiasmado, y echó a andar.
Canadá ha estado en la casa de México por una semana y media, cuidandolo. No habían salido durante ese lapso de tiempo, excepto si Canadá tenía que comprar comida. Fue difícil convencer al latino en salir, pues aún tenía miedo de que lo volvieran a atacar.
México abrió la boca para saborear el aire. Al principio pareció detectar humo, y se preguntó si eso era contaminación o alguien fumando. Empezó a toser. Su pecho le empezó a doler. Como si cada vez que inhalaba el aire, sentía que lo apuñalaban repetidas veces.
Volvió a saborear el aire, y su olfato se llenó del olor a tacos. Cuando entrevio un pequeño puesto enfrente de la calle en la que estaba caminando, se olvidó por completo del dolor. Tras comprobar la dirección de los carros y que el semáforo estuviera rojo, troto hacia el puesto llegando directamente con el cocinero.
-¡Hola, Don Juan! Unos tacos al pastor, por favor.
Don Juan asintió, empezando a preparar los tacos.
-¡Ven, Canadá! -exclamó México.
Cuando Canadá se reunió con el, Don Juan terminó de prepararlos.
-Aquí tiene, mijo -dijo entregándole el plato con los tacos.
-Gracias, wey.
Tomó el plato y se dirigió a una mesa, seguido de Canadá. Ambos países se sentaron y empezaron a engullir los tacos.
-Hmnnn que delicia~
Canadá solo soltó una pequeña risa, captando la atención del mexicano.
-¿De qué te ríes cabrón?
-Hehe sorry, you look so cute -respondió el canadiense, con una sonrisa amable.
México soltó un bufido de irritación. Aún no se convencía de que Canadá lo tratará muy bien. Le agradaba esa sensación de ser tratado bien, de que lo querían. Pero no puede superar lo que le ha pasado todos estos años; Su ex-pareja arrebantandole a sus hijos, la corrupción aumentaba cada segundo que pasaba, la contaminación lo mataba lentamente y ahora las amenazas indirectas que le mandaba Usa. Su autoestima estaba por los suelos. No merecía ser amado o ser tratado bien. ‹‹Primero mi país, antes que mis sentimientos -se recordó con un fogonazo de impaciencia-. ¡Eres un adulto, no un adolescente pendejo!››
El y Canadá se terminaron los tacos con unos cuantos bocados apresurados, y se pusieron de nuevo en marcha hacia algún parque.
-Mexico, are you doing okay? -habló Canadá quedamente-. If you are not feeling okay, we can go home.
(México, ¿Vas bien?) (Si no te sientes bien, podemos ir a casa.)
-Estoy bien wey, no soy una niña.
Canadá soltó una risa risueña.
-But you would be very cute as a girl.
(Pero eres muy lindo como una)
-Y ya vas a empezar con tus pendejadas.
El viento azotó el rostro de México, revolviendole el pelo y haciendo que le lloraran los ojos.
-No se como Rusia aguanta esto -le dijo a Canadá refunduñando-. ¡Apenas entró ahí, y me vuelvo paleta!
-Oow, Est-ce que cela signifie que vous n'irez plus chez moi?
(oow, eso significa que ¿Ya no irás a mi casa?)
-Pos ya no we :v
El bicolor se acercó al latino para darle un abrazo, correspondiéndole. México sintió un hormigueo. Sentía muchas emociones al mismo tiempo, haciéndole actuar de forma torpe. Mientras caminaban, el norteño se tropezaba con cualquier cosa, incluso con sus propios pies.
-Ay wey, si sigo así me voy a partir la madre -susurró para si mismo, pero el canadiense lo escuchó.
Canadá asintió y lo elevó, viéndose cara a cara. México lo abrazó del cuello, mirándolo fijamente a los ojos. Canadá se acerco lentamente al rostro del latino que, con un movimiento rápido, giró su cabeza haciendo que el canadiense besará su mejilla. Sus pensamientos volvieron a la noche anterior. México se había dejado besar por el canadiense pero no sentía nada por ninguno de esos besos. No se sentía listo para amar a alguien de nuevo pero si necesitaba que alguien le diera amor. Se sentía mal porque sabe que Canadá empezaba a amarlo, pero no podía aceptarlo. Aún no es el momento.
Sacudiendo la cabeza para aclararse la mente, el joven tricolor acarició la cabeza de Canadá y bajó con cuidado de su agarre.
-¡Mira! La nevería Chepo está abierta -exclamó, trotando hacia el lugar.
México cruzó la carretera, sin darse cuenta que un carro se aproximaba a él.
-Mexico!!
Canadá agarro del palicate que traía el mexicano, y lo jaló hacia él. El conductor, sacó la cabeza y miró a ambos países.
-¡¡Fijate por donde vas, pendejo!!
-¡Idiota, estaba en rojo! -respondió México.
El conductor sólo siguió su camino. México se incorporó, y miró a Canadá.
-... Gracias.
Canadá se inclinó y le besó la frente.
-Mexico, you must be careful.
México se encogió de hombros, e inmediatamente hizo una mueca de dolor al sentir una punzada en sus heridas.
-L-La tendré... ¡Pero fue culpa del ojete ese!
-It looks like you still haven't recovered, let's go home.
(Parece que aún no te recuperas, vayamos a casa.)
En cuanto pronunció aquellas palabras, oyó el sonido de varias personas reuniéndose en la otra calle.
-Qu'est-ce qui se passe?
(¿Qué está pasando?)
México cruzó la calle de nuevo, cojeando. Canadá lo siguió. El latino se detuvo en seco al mirar a la gente que se estaba reuniendo, todos llevaban carteles. La gente empezó su marcha por la extensa calle.
El joven bicolor se puso al lado del tricolor.
-Que se passe-t-il? -le preguntó, susurrándole al oído.
(¿Qué ocurre?)
México permaneció en silencio mientras la marcha se alejaba de ellos. Se volvió a encaminar a la heladería, evadiendo las preguntas del canadiense. De pronto, todo su cuerpo se puso en tensión al oír voces que sonaban cercas de él; al cabo de un segundo, lo rodeó el olor a humo. Miró a su alrededor.
-Everything's okay? -preguntó, sacándolo de sus pensamientos.
-S-si... Solo que... -México hizo una pausa, antes de añadir-. Sólo pensaba que tipo de helado te gusta.
Le dedicó una sonrisa falsa, pero Canadá no le tomó importancia.
-Je pense au chocolat et ... à la vanille?
(Creo que el chocolate y... ¿Vainilla?)
-También me gusta el chocolate, aunque también quiero un poco de cafésito >:3
Canada parpadeó con alegría, y en ese momento se volvió al oír pasos a sus espaldas.
-Mejor entremos.
-Okay.
Canadá lo volvió ha abrazar. Al ver la delizadeza con que lo trataba, México estuvo seguro de que el canadiense le estaba dando su apoyo, incluso si no sabia que estaba pasando. Este día es muy importante para México, un día que No se debe olvidar. Quería que Canadá lo acompañará en este día, quería a alguien a su lado. Pero aún así, tenía que ser firme. Se apartó del abrazo y lo miro fijamente.
-Canadá... Cuando acabemos nuestro paseo, quiero que vuelvas a tu país. No me lo tomes a mal, pero, hoy hay un evento muy importante y.... Quiero estar con mi pueblo.
El joven bicolor observó como se alejaba su amigo. Sintió un extraño dolor en el corazón, mezcla de frustración y pena.

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Notas del autor...

Una amiga me esta EXIGIENDO que América y Rusia terminen. Antes, esta historia iba a ser Rusmex pero, cambie la dinámica que fueran ustedes que eligan el ship. Por el momento esta ganando Rusia, así que intentaré que ambos países terminen su relación.

Aclaraciones...

°Si, es 2 de Octubre.
°México siente afecto a Canadá pero no lo ama.
°Si necesita ese afecto porque lleva como más de 100 años sin sentir amor... Bueno... Casi.

Datos curiosos...

°México posee un buen olfato.

🇲🇽-y El Frío ¿Soy Yo? -🇲🇽 (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora