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5 años después.

ATLANTA, GEORGIA.

El mudarme del departamento en él cuál había vivido por tantos años desde que llegué aquí para estudiar la universidad me trajo recuerdos, me daba cierto sentimentalismo.
Debido a qué estaba trabajando en un lugar dónde me pagaban más, ahora podía mudarme a un departamento más grande y mejor ubicado.
Estaba trabajando cómo maestra en una escuela privada, me encantaba mi trabajo y sobre todo el trabajar con niños.
-Listo ¿Qué más llevó? Gatita -Me dice Ryan, abrazándome por la espalda.
"Gatita" me decía así por qué cada gato que veía quería llevarme lo a casa.
Blue tenía un hermano gatuno con él cuál jugaba.
-Ya sólo faltan las cajas que están en mi habitación pero esas las puedo llevar -Le digo girandome hacía él.
Ryan era algo así como mi pareja, lo quería, podría decir que lo amaba pero no teníamos nada encerio, él decía que yo era su novia pero en realidad sólo éramos amigos con derecho, llevábamos 2 años así y el parece no cansarse de esto, aunque a veces insiste en ser algo más.
-Está noche tengo una pelea ¿Me vendrás a ver? -Me dice pasando un mechón de cabello detrás de mí oreja.
-No me gusta ver tus peleas, sabes que no me gusta verte ensangrentado. Ya deberías dejar eso, aún sigo recordando aquella vez qué te mandaron al hospital y estuviste varios días inconsciente -Le digo.
Y es que Ryan es boxeador, a mi me da mucho pavor que un día le den un mal golpe y el quede ahí, sin embargo es algo que le apasiona y gracias a eso tiene buenos ingresos. Ryan tenía tatuajes en ambos brazos y sólo era unos cm más alto que yo, se la pasaba en el gym, o entrenando y cuándo no hacía ninguna de esas dos cosas el se la pasaba conmigo viendo películas o salíamos a algún sitio.
Cuándo le conocí él era un tanto frío igual que yo, pero con él tiempo el fue volviéndose un hombre dulce y romántico, su vida no había sido nada fácil, siempre terminaba diciéndome que yo era la única persona que tenía, lo único bueno y que con eso se conformaba y eso me hacía sentir mal, por qué no le tenía las cosas claras, el siempre me insistía en tener una relación, pero aún tenía miedo, aunque sabía que Ryan era bueno me daba miedo salir nuevamente lastimada.
-Anda, yo sé que voy a ganar y después de hacerlo podemos ir a mi departamento a ver alguna película o ir a cenar, tu escoge -Me dice besando mi cuello.
Y es qué eso me encantaba de Ryan, a él le gustaba lo simple tanto cómo a mi.
-Está bien, voy arreglar unas cosas en el departamento y de ahí voy a ver tu pelea. Sólo si término a tiempo -Le digo dándole un fugaz beso en los labios.
-Pues ya vámonos, por qué tú me das la fuerza para ganar mis peleas -Dice sonriéndome.
Maldita sea Ryan.

(-)

"Gio" mi gato se pasea tallando su peludo cuerpo por las cajas que yacen en la sala.
Me provoca ternura. Blue duerme agusto en la cama que comparte con Gio.
Me dedicó a sacar unos libros para acomodarlos en el mueble que me ha regalado mi padre. Tengo el teléfono en mi oido, escuchando el drama que hace mi amiga.
-¿Para qué quieres que vaya? Sólo soy un mal tercio, ni siquiera son para presentarme a algún amigo de Ryan, si tanto me quisieras, harías hasta lo imposible por conseguirme un novio tan sexy, sin ofenderte, cómo Ryan -Me dice Ari, haciendo drama cómo siempre.
-Ryan me dijo que después de ahí podríamos ir a cenar -Le digo, intentando convencerla.
-Sabes que a la comida no me puedo negar, y menos si es a la comida que prepara Ryan, además de guapo es un increíble chef -Dice.
-¿Entonces? ¿Pasó por ti?
Se escucha un largo silenció.
-Pasa en media hora.
Y cuelga.
Yo me río, Ari es una persona que se hace la difícil pero cuándo se trata de mi logró convencerla con facilidad.
Justo cuándo estoy terminando de acomodar para arreglarme e ir a la pelea de Ryan, Gio tira una caja y las cosas que están ahí se esparcen por todo el lugar.
-Maldición Gio -Gruño.
Me arrodilló en el piso con la caja a un lado mío para meter lo que se ha caído, y de pronto encuentro una foto, esa maldita foto.
Es Santiago, una foto que le tomé unos días antes de enterarme de su maldita apuesta.
Siento cómo dentro de mí todo se oprime, me duele el pecho, y siento rabia.
Aunque había pasado el tiempo aún tenía resentimiento hacia él, por su culpa la había pasado muy mal, y por su jodida culpa me había vuelto desconfiada.
Por su jodida culpa no podía corresponderle a Ryan, por que aún seguía con el miedo de qué al final solo me estuvieran utilizando, tal y cómo él lo hizo.
No, Ryan no es una basura cómo él.
Hago bola la foto y la tiró a la basura.
Estúpido pasado, no sabía por qué aún conservaba esa foto.
¿Quizás por que muy en el fondo aún sentía algo por él?

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Helou, oigan en el multimedia está la foto de cómo serían Oriana y Ryan.
De verdad traigo una obsesión con DKruga, perdonen jajajaja

"ELLA" (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora