"ELLA" (PARTE 2)

12.

Ari me mira y toma una las copas de champagne para beberla cómo si fuera agua.
Yo me he quedado en shock no sé qué hacer, lo que ha dicho la novia de Santiago me ha tomado por sorpresa.
Siento cómo dentro de mí algo rompe.
¿No acaso ya no sentías nada por Santiago?
Todos aplauden, sacándome de mi trance, todos se le acercan tomándole fotos y felicitándolo.
Santiago se ha quedado cómo una estatua.
—Ari, mejor vámonos —Le digo, pues de pronto me he sentido mal, me he mareado.
—Si, vámonos. Ésto está demasiado aburrido —Me dice.
Ambas salimos del lugar, siento una ansiedad terrible.
Una vez fuera suelto un suspiró, siento cómo todo me da vueltas, siento cómo si me faltará el aire.
Y sin más vómito.
Oh Dios mío, que vergüenza.
—Voy a decirle a Rocky que venga por nosotras —Me dice Ari sacando su celular.
Yo asiento. Me levanto y suelto un suspiró.
—Yo las llevó —Escucho la voz de Santiago detrás de nosotras.
Ari me mira.
—Por favor, sólo quiero salir de aquí —Dice Santiago.
Yo asiento.
Santiago maneja hacia el departamento de Ari, siguiendo sus indicaciones. Nadie habla en el camino. Yo vengo en la parte trasera pues me siento mal.
Una vez frente al edificio de Ari ella se baja, pero se recarga en la ventanilla.
—Gracias por traerme chico estrella —Le dice Ari a Santiago, el sonríe —Por cierto que pésima fiesta, si se supone que tienes millones ¿Por qué hacerla tan aburrida? —Yo miró a Ari y ella parece entenderme —Lo que sea, nos vemos mañana Maca. Cuídate.
Ari se mete en el edificio.
Y yo miro a Santiago a través del retrovisor, el tiene la mirada perdida.
—¿Maca? —Susurra —¿Te puedo llevar a un sitio? Te prometo que te llevó a tu hogar. —Me dice —Es sólo que necesito un momento alejado de todo esto.
Yo no digo nada, sólo asiento.
Y no sé ni siquiera por qué he aceptado.
Lo qué más quería era estar lejos de Santiago.
El maneja en silenció, puedo notar que va dejando la ciudad atrás.
No digo nada.
No hay edificios ni casas cerca.
Y entonces entiendo. Me doy cuenta que Santiago nos ha traído al lago, aquel dónde nos dimos nuestro primer beso.
El apaga el auto y se baja de esté. Yo sólo lo observó el se pone frente al lago y ahí se queda parado.
Siento cómo mi celular vibra, al desbloquearlo he recibido un mensaje de Ryan.
“Gatita, tuve que salir de la ciudad una disculpa, te veo en unos días. Mañana que me instale te marco, te amo”
Yo sonrió.
“Cuidate mucho Rocky, también te amo”
Dejé mi celular en él auto y bajé de esté. A pasos lentos fui a dónde estaba Santiago.
—Todo sigue tal y cómo esa noche —Me dice sonriendo —Y tú sigues tan preciosa cómo siempre —Dice mirándome.
Yo sonrió.
Siento mis mejillas ponerse rojas.
Santi se arrodilla y se suelta a llorar, tomándome por sorpresa.
Yo sólo lo miró.
—Maca, yo-yo no quería ésto. De haber sabido que te volvería a ver yo hubiera luchado por ambos —Me dice.
—¿No crees que ya es tarde para eso? Debimos luchar hace mucho y no lo hicimos —Le digo de brazos cruzados, siento las lágrimas acumularse en mis ojos.
Él se queda en silenció unos minutos.
—Yo sí quise luchar, pero te ví tan feliz...
—¿De que hablas? —Pregunto confundida.
—Unos meses después de separarnos yo vine aquí... Fui a tu antigüo departamento y te ví salir con un tipo —Me dice —Y yo decidí alejarme, por qué tú estabas mejor sin mí yo sólo te cause dolor... Perdóname Maca —Me dice llorando cabizbaja.
Yo corro hacia él para abrazarlo.
Por qué me nace abrazarlo, por qué quiero abrazarlo.
Me siento débil al verlo llorar, al verlo tan frágil.
—No me quiero casar Maca, yo quiero estar contigo —Solloza.
—Santi...
—Maca, yo sé qué es difícil pero yo no dejaria a su suerte a mi hijo y a Oriana. Yo les daría lo que necesiten. No puedo estar con Oriana, yo en realidad quiero estar contigo, desde que volvimos a vernos no he dejado de pensar en ti, de soñarte —Me dice.
Siento cómo las lágrimas resbalan por mi mejilla.
—No Santiago, tú no puedes dejar a tu hijo. Y menos a Oriana por que ella te ama.
—¿Y tú? ¿Tú no me amas? —Me pregunta haciendo que lo mire a los ojos.
Yo pienso mi respuesta.
—No Santi, eso era antes pero ahora no y menos sabiendo qué vas a tener un hijo —Le digo.
—¿Y al tatuado? ¿Lo amas? —Me pregunta serio está vez.
Yo lo miro a los ojos y suelto un suspiró.
—Si... Si lo amó. —Respondo segura.
Y es que Ryan había estado conmigo en los malos ratos. Él era un ángel y no merecía más que amor.
Pero a Santi, a Santi también lo amaba, el había sido mi primer amor, el primer hombre de mi vida. Era con quién pensaba compartir mi vida, pero al decirle que aún lo amaba un poco, sólo ocasionaría qué él dejará desamparados a su hijo y prometida.
El me mira, como esperando a que sea una broma de mi parte, pero soy sincera. A ambos los amó, y es que ambos eran importantes para mi.
Un fuerte trueno se escucha y de pronto la lluvia comienza a caer sobre nosotros.
Ambos nos metemos al auto y nos quedamos en silenció, viendo cómo la torrencial lluvia cae sobre el auto.
—Maca ¿De verdad ya no me amas? ¿No sientes nada por mí? —Me pregunta.
Yo lo miro.
—Fuiste importante para mí Santiago, y aunque te diga que no aún te amo pero...
El me interrumpe con un beso, y yo me quiero apartar pero mi cuerpo no responde.
¿Cómo es que algo que está tan mal se siente tan bien?
Yo me separo de golpe de él.
—Llevame a mi casa, por favor. —Le digo.
Santiago no dice nada, sólo enciende el auto y lo pone en marcha.
¿Cómo puedo estar haciéndole esto a Rocky?
De nuevo viene el complejo de culpa.
Yo le indicó a Santiago por dónde llevarme. Al llegar al edificio ambos nos bajamos del auto, aún sigue lloviendo.
—Gracias por traerme —Le digo.
—¿Crees que puedo subir? Quiero pedirme un taxi, no tengo mi celular —Me dice.
Yo buscó mi celular pero no lo encuentro, no recuerdo dónde lo he dejado, así que terminó accediendo, mala idea.
Ambos subimos por el elevador.
Una vez dentro de mí departamento, blue se acerca a olerlo y Gio no le toma importancia, sólo suelta un “miau” y sé talla en mi pierna. Le doy el teléfono para que marque el número, y el toma el teléfono.
—Oye, que bonito eres. —Le dice intentando acariciar a Blue pero este extrañamente le gruñe.
—Blue, tranquilo —Le digo llamándole la atención a Blue, este se pone frente a mí cómo cuidándome de Santiago.
Ryan lo ha entrenado muy bien.
Yo me río por qué mientras Santiago habla por teléfono no le aparta la mirada a Blue, le tiene miedo.
—Ya está, en diez minutos me voy campeón —Le dice a Blue.
Parece que este entiende y se va a acostar a un lado de Gio.
—Muy bonito tu perro —Me dice.
—Gracias —Le digo intentando ocultar mi risa.
—¿Me dejas pasar a tu bañó? —Me dice.
—Es ahí, en la segunda puerta —Le digo señalando la puerta que está a un lado de la cocina.
Mientras él está en el baño yo voy a mi habitación a quitarme los zapatos pues me están matando.
Tomó mi sujetador de cabello y me hago una cola de caballo muy dispareja.
Siento una fría mano deslizarse por mí espalda.
Es Santiago.
—Eres tan preciosa —Susurra en mi oído. Haciendo que se pongan mis pelos de punta.
—No debes estar aquí —Susurro nerviosa.
—¿A no? —me dice.
Me doy la vuelta y lo miro.
—No, ya debió llegar tu taxi —Digo intentando salir de la habitación pero el me impide el paso.
Santiago nuevamente se abalanza sobre mí y me besa.
Y yo está vez no quiero separarme, quiero que me besé.
Su mano se desliza por mi pierna, subiendo un poco el vestido.
—No —Digo separándome.
El teléfono de la casa comienza a sonar.
—Seguro es mi taxi. Gracias Maca —Me dice sonriendo —¿Te puedo ver mañana?
Yo asiento.
—Gracias, hasta mañana Maca —Dice dándome un beso en la mejilla.
Lo veo salir por la puerta del departamento.
Una vez sola me tiró en la cama.
¿Qué he hecho?

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Oigan tengo pensado subir edits con algunas partes de la historia a mi Instagram tipo así

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