EPÍLOGO

500 30 18
                                        

Cuatro meses después.

Me había ido de Atlanta sin decir nada, quería alejarme de todo. El estar lejos de mi hogar y mis amigos me había hecho bien, había pensado muchísimas cosas y por fin tenía esa paz que siempre necesite.
No le había contado a Ari que había vuelto, mucho menos a Ryan, quería que fuera una sorpresa.
La doctora me había dejado viajar en avión de milagro, se supone que no debes viajar embarazada y más cuando sólo falta un mes para su nacimiento.
Solté un suspiro al entrar a mi departamento, todo estaba cubierto con plásticos para no llenarse de polvo, detrás de mí mi padre trae las transportadoras con Blue y Gio.
Había sido todo un problema el viajar con ellos, pues me daba un miedo terrible el qué se sofocaran o algo, pero nada pasó.
—Gracias por acompañarme y ayudarme Pa. No tenías que hacerlo pero gracias —Le digo sosteniendo la puerta.
—Claro que si, todo sea por cuidar de ti y de Jamie —Dice sentándose por fin en el sillón.
Mi papá me ayudó a limpiar el departamento y a acomodar algunas cosas que estorbaban.
Yo me dediqué a limpiar mi habitación y en esta encontré la foto que tenía con Ryan.
Solté un suspiro, no le había dicho absolutamente nada, y mucho menos dónde estaría yo.
Me sentía mal cada que el llamaba o mandaba un mensaje y yo no respondía.
Pero necesitaba eso, el estar lejos de todo lo que me hacía mal y no era cómo que el me hacía mal, pero yo si le hacía mal a él.
Cuándo terminamos mi padre se fue al aeropuerto, pues tenía que volver a casa por su trabajo.
Me senté en el sillón, y encendí la televisión.
El sonido de la puerta hizo que me tuviera que levantar, seguro a mi padre se le había olvidado algo.
Al abrir la puerta me lleve la sorpresa de qué era Oriana.
—¿Que haces aquí? —Le pregunto.
Se veía diferente, cómo si hubiera adelgazado y se hubiera hecho algo en la cara.
—Tontita, he venido a verte. Corría el rumor de que hablas vuelto —Dice entrando.
Yo la miró confundida ¿Cómo? Yo no había tenido contacto con nadie.
No sé de dónde saque el valor y recorde todo lo que había sucedido antes de irme, lo que me había obligado a irme.
—¿Sabes? Dejémonos de caretas, quiero escucharlo de tu propia boca —Le digo cruzandome de brazos —Fuiste tu la que vino a hacer todo ese desastre a mi departamento ¿No? Y no sé por qué pero también estoy segura de que fuiste tú la que pego todos esos carteles en la escuela donde trabajaba ¿No es así? —Le grito.
Ella me mira sería. De pronto se levanta con una sonrisa en su rostro y aplaude.
—¿Y esto lo descubriste cuando? ¿Hoy? No puedo creer que hayas Sido tan lenta, enserio. —Dice con una sonrisa, una sonrisa que me provoca escalofríos.
—¿Por qué? ¿Que diablos te hice para que me hicieras eso? Yo te consideraba mi amiga. —Le digo.
—¿Por qué? —Grita —Desde que apareciste de nuevo en la vida de Santiago, el se olvidó de mi, me aventó en una esquina cómo una puta basura. Todo fue sólo “Maca, Maca” —Dice entre lágrimas —Incluso cuándo descubrí que estaba embarazada, a el ni siquiera le importo... Sólo le importabas tú ¿Y tú qué hacías? En lugar de alejarte, seguías llamándole, seguías buscándolo, seguías ahí —Grita de nuevo llorando —Yo estuve cuando tú no. Yo aguante sus pesadillas, yo estuve... Yo, yo no tu. Y pensé que quizás te alejarias pero ahí seguías. Te acostaste con el, el día de mi maldita boda.
Y siento un nudo en el estómago, escuchándolo por parte de ella, lo que hice ni siquiera yo me lo perdonaría.
—El ni siquiera me tocó el día de la luna de miel, ni siquiera estuvo conmigo cuándo tuve contracciones, y sólo se la pasa metido en el estudio. Ahora sólo le importa Rose, sólo cuándo algo le sucede llega a casa. Y yo tengo que rogar por un poco de amor desde que tú te apareciste de nuevo. —Grita de nuevo —Yo le entregué todo, y a el lo único que le importa eres tú... Aunque te hayas ido y aunque te hayas alejado el no deja de pensarte. Y ahora que volviste no dudo que te busque de nuevo —Dice riendo está vez.
—Oriana... Perdón, yo sé que lo que hice no estuvo bien, yo lo sé. Pero yo no lo volví a buscar, yo estaba pasando por un mal momento, yo no quería darme cuenta de qué él es un cobarde, por qué quería estar con las dos. El no te merece y mucho menos me merece a mi. Yo sé que la cagué, pero yo no pienso buscarlo más, yo tengo muy claro lo que quiero y con quién quiero estar —Le digo —Deberias de buscar ayuda profesional y deberías de dejarlo, el no te merece. No nos merece.
Oriana me mira con lágrimas en los ojos.
—Yo lo amo, y quiero que el me ame cómo te ama a ti —Dice.
—Hablalo con él, de mi parte no lo voy a buscar más. —Le digo.

"ELLA" (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora