Kato in katoland

La historia de kato-flor (Parte 8)

Días después, Bufanda se encontraba leyendo un libro de Katos detectives en su estudio mientras escuchaba algunas canciones en la radio y olía una taza de chocolate caliente, cuando  de repente alguien tocó la puerta. Le pareció extraño ya que no esperaba visitas y eran las 9 de la noche pero fue a atender. Apagó el radio, cruzó la sala que estaba a oscuras y se acercó a ver por la mirilla; era Flor, así que abrió la puerta.

—¡Hola Bufanda!— Dijo Flor al verlo sonriendo como siempre lo hacía.

—Flor, que bueno verte, ven, pasa.— Dijo Bufanda y encendió la luz de la sala.

—¿No te estoy molestando? Se que es tarde...—

—Claro que no, sabes que siempre eres bienvenido— Dijo Bufanda invitándole a entrar una vez más a lo que Flor aceptó y se sentó en el sofá de un brinco.

—Pero voy a admitir que es raro verte tan tarde en la ciudad— Dijo Bufanda luego de cerrar la puerta. —¿Quieres algo de tomar? —

—No, está bien. —

—¿Seguro? Preparé chocolate hace poco. —

Flor lo pensó—Bueno, una taza— dijo sonriendo.

En lo que Bufanda buscaba el chocolate en la cocina Flor dio un vistazo a su casa. Estaba tan limpia como siempre. Luego notó que la luz del estudio estaba encendida, cabeceo para mirar pero Bufanda ya había regresado. Le dio una taza con chocolate caliente y Flor le sopló un poco antes de probarlo.

—¿Estabas leyendo? — preguntó Flor con curiosidad luego de un sorbo.

—Si, un libro sobre unos Katos que son detectives—Dijo Bufanda y se sentó en un sillón.

—Ah, ¿no será el de la película? —

—¿Qué? ¿Le hicieron una película? —

—Si, me dijeron que la pasan en la Tv todo el rato.—

—Jaja, no tenía idea—

—¿No tienes Tv? —

—No, pero ahora planeo comprarme una con el próximo sueldo, quiero ver esa película. Espero que sea tan buena como el libro—Dijo Bufanda sonriendo—Por cierto, ¿leíste el libro que te di? —

—¡Si! — Dijo Flor alegremente— Es bastante increíble la verdad, justo ahora acabé de leerlo y tuve que venir corriendo a contarte. Todo lo que dice siempre es tan acertado, hasta da miedo, es como si el autor me conociera—

—Te dije que era muy bueno—

—Tenías razón, incluso estaba pensando en escribirle una carta de agradecimiento—

—¡Oh, eso seguro le gustaría! Dime si necesitas ayuda. —

—Ya me conoces, te iba a pedir que me ayudaras. ¡Su libro es muy increíble! Empecé a aplicar sus consejos apenas leí las primeras páginas y ya han dejado de molestarme en clases— Dijo Flor muy contento y luego hizo una pausa— Aunque creo que también se debe a que el que más me molestaba despareció. —

—¿En serio? Eso suena como algo bueno— Dijo Bufanda y sonrió.

—Pensé lo mismo al principio pero creo que en realidad no me alegra que esté desaparecido. —

Bufanda abrió los ojos.

—¿Te puedo contar algo? — Dijo Flor

—Claro—

—Bueno, antes de que empezara a molestarme, él y yo éramos muy amigos. Nos conocíamos desde que éramos pequeños. Pero... luego empezó a odiarme—