Kato-muerte (Final)

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—¿Estas bien? —lo interrumpió Muerte alzando una ceja.

Vampiro no respondió de inmediato, se quedó mirándolo con los ojos bien abiertos, apretó los dientes y sonrió sin ganas. Antes de bajar a la sala se había lavado el rostro y peinado hacia atrás con agua. También había cambiado su ropa por una sin agujeros y que no estaba desteñida, aunque también estaba mojada. La luz de la tarde que se reflejaba por las ahora transparentes ventanas iluminaban un poco la habitación y hacían reflejos con el agua, pero allí, en el umbral de la puerta donde Vampiro esperaba no llegaba tanta luz. La única luz que lo iluminaba provenía del marco roto de la destartalada puerta, haciendo que su cabello castaño resplandeciera como oro, pero su rostro se oscurecía. 

—No estoy bien—dijo finalmente en tono calmado— ¿Cómo quieres que lo esté? —rió mientras se acercaba a Muerte agitando el agua y haciendo pequeñas olas con cada paso que daba.

Cuando estuvo frente a él se detuvo. Muerte levantó la vista con la misma curiosidad de siempre y de repente Vampiro lo levantó de su túnica bruscamente con ambas manos; para sorpresa de sí mismo, si pudo tocarlo.

—¡¿Cómo quieres que esté bien si aún sigo vivo?! — le gritó de repente mirándolo directamente a los ojos. Pero Muerte no respondió, seguía mirándolo como siempre. —¡¿Por qué no quieres matarme?! —le gritó más fuerte, pero tampoco hubo respuesta. —Por favor...— suplicó con una expresión desesperada.

Vampiro se podía ver claramente reflejado en los extraños iris verdes fluorescentes de Muerte, parecía haber algo extraño dentro de sus ojos, como muchos trozos de tela semi-transparente que se movían de un lado a otro, definitivamente daba un escalofrío tenerlo así de cerca, pero Vampiro no iba a rendirse tan fácilmente, si debía suplicar por mil años, estaba dispuesto a hacerlo.

Muerte suspiró, sonrió amablemente y puso sus manos sobre las de Vampiro —¿Por qué quieres morir si ni siquiera has vivido? — dijo para luego deslizarse lentamente entre sus dedos como si fuera agua y desaparecer.

Vampiro quedó pasmado mirando sus manos y tardó un momento en reencontrar a Muerte sentado en una repisa cerca de la ventana. Agitaba sus pies casualmente mirando el atardecer, luego giró hacia Vampiro.

—Lo único que has hecho durante toda tu vida es intentar morir, ¿Qué diversión hay en eso?

La pregunta tomó a Vampiro de improvisto y no supo qué responder, pues Muerte tenía razón. Intentar morir era lo único que había hecho luego de haberse librado de las torturas de los humanos hace siglos. Morir había sido el objetivo de su vida desde entonces. Era lo que lo había llevado a intentar un montón de cosas.

—¡No lo entiendes!— respondió Vampiro poniéndose a la defensiva. —¿Qué más podía hacer? No entiendes lo que siente sufrir tanto, vivir...tanto... tiempo...— decía al mismo tiempo que recordaba que Muerte también era inmortal. —¡Tu seguro no tienes ni la mitad de edad que yo tengo! Por eso no lo vas a entender— afirmó dudando de sus propias palabras.

Muerte se quedó mirándolo, una suave brisa entró por la ventana y meció su cabello —¿Y si te digo que si?—

Vampiro ya no supo qué responder, agachó la cabeza y se sentó en el piso mojado.. —Solo quiero morir. — murmuró.

Muerte respiro profundo. —Está bien, te mataré...— dijo y reapareció en el piso junto a él —Pero...— agregó antes de que Vampiro se emocionara—No te diré cuando. Puede ser hoy o mañana o dentro de cien años, quién sabe. Pero si me haces enojar me iré y no te mataré.

—¡Eso parece un trato de mierda! —exclamó Vampiro al instante alzando la cabeza.

—No digas eso, es un buen trato. Verás... eres la primera persona con la que hablo por tanto tiempo y sería una lástima que ya te murieras.

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⏰ Última actualización: May 28, 2020 ⏰

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