1. Nuevo Rumbo

453 22 0
                                    


Caminar por una calle sin que nadie te observe con tanta atención era lo mejor que me pudo suceder, era sentirme libre.

Buscaba un lugar modesto para pasar la noche, la ciudad de Seattle era enorme y hermosa, nada tenía que ver con Londres, mi Londres.

Aún me siento vacía, demáciado vacía, pero tengo la esperanza de ir mejorando poco a poco.

Camino por una calle bastante modesta, incluso peligrosa.
Entro a un viejo edificio y camino por la recepción.

—Buenas tardes niña. Habla una anciana. —¿En que puedo ayudarte?

la anciana que me mira con atención esperando una respuesta que estoy segura de dar.

—Busco una habitación. Explico, ella desvía la mirada hacia mi pequeña maleta, vuelve su vista a mi.

Y agradezco el haber pasado a una tienda de segunda mano a comprar la ropa más sencilla que encontré, ahora llevo unos jeans deslavados y una camiseta que algún día fue negra y ahora es un color gris descolorido.

—Tengo habitaciones disponibles ¿la quieres para cuántos días?

—una noche.

La anciana toma una llave de detrás del mostrador donde se encuentra.

—Es la doscientos veinticinco en la quinta planta, mandaré a una mucama para que le lleve toallas limpias.

—Gracias pero no es necesario. Digo ella asiente y yo tomo el ascensor de una apariencia vieja.

Entro en el y presionó en botón del número cinco.

Han pasado unas horas de mi nueva vida y lo único en lo que puedo pensar es en mi bebé.

Este sería nuestro nuevo comienzo si el padre de Altair no me lo hubiera arrebatado. Mis ojos se llenan de lágrimas y el sonido del ascensor me anuncia que llegue al piso.

Camino por el pasillo sombrío, parece que ha salido de una película de terror, camino y busco la habitación doscientos veinticinco.

La encuentro casi al final de pasillo, meto la llave y abro.

Entro y miro a una habitación con una cama de matrimonio, mesitas de noche, un armario y un televisor pequeño y otra puerta que seguro es la del baño. La cama tiene una colcha roja con dos almohadones.

Dejo mi maleta sobre la cama y me siento al lado de esta.

Mi hijo estaba muerto y sentía que mi corazón también lo estaba.

Me tire en la cama y cerré los ojos, Suspire y su mirada vino a mi, un escalofrío me golpeó.

Altair Khaled Allen

La razón de mi ruina y mi sufrimiento, cuando llego a mi vida creí que sería esa parte que siempre me hizo falta para ser feliz, mi hermano mayor, un apoyo, una compañía; ese alguien que me hiciera compañía cuando mis padres estaban lejos.

Y no fue así, el se encargo de convertir las peores pesadillas de una mujer en realidad, me violo tantas veces que no se con exactitud cuantas fueron, hizo de mi cuerpo un lugar asqueroso al que odio.

Me separó del único chico al que mi corazón a amado y me embarazo.

Y apesar de todo el daño que el me hizo yo no podía odiar a ese pequeño ser que crecía dentro de mi.

Pero su padre se encargo de arrebatar a ese bebé de mi vientre.

Ojalá y yo estuviera muerta.

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora