Capitulo 20. ¿Porque No Me Golpeas Mejor?

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Kailan.

Han pasado tantos días desde que estoy aquí.

Quisiera decir que han sido días infernales, que Altair me ha atacado a golpes, pero no ha sido así.

Ni siquiera lo he visto,me he pasado cada día en esta habitación, y no es que esté encerrada,no de así,puedo salir cuando yo quiera ir a la sala,cocina o jardín,la casa esta altamente vigilada y los empleados no hablan Inglés.

Así que una empleada solo me trae de comer y se va.

La puerta se abre, estoy sentada en piso, mirando a través del ventanal.

La vista es hermosa,debo decirlo, jardines llenos de plantas, todo es verde y lleno de vida.

—sigues aquí. La voz de Altair me sorprende un poco.

—si me dejarás ir estaría en mi casa. Sigo sin mirarlo, no quiero hacerlo.

—Esta es tu casa.

Agacho la mirada y volteo los ojos.

¿Cuando aceptara que no lo quiero ni ver?

Porque no lo odio, pero tampoco quiero tenerlo en mi vida.

Quiero ser feliz lejos de él.

—esta nunca será mi casa. Digo en voz alta.—así como yo nunca seré tu mujer.

Siento como me levanta de suelo de golpe, y no me hago daño con un mueble  porque el lo evita.

—eres mi mujer,porque yo te hice mujer, ese tipo te desvirgo pero murió por hacerlo,en cambio yo te hice mía una y cien veces, y así será hasta que los dos muramos.

Puse los ojos en blanco,y el me tomo del mentón con bastante suavidad.

—y tu sabes que es así.

Su mano abandonó mi rostro para dirigirse a mi cadera.

Un pequeño escalofrío me recorrió.

No sentía miedo,era una sensación distinta.

—Tu cuerpo me reconoce como su dueño.

Los ojos de Altair estaban oscuros, y eran tan intensos que sentí que me volvía pequeña.

Aún me intimidaba, aun sentia que el me dominaría en cualquier momento.

Pero me negaba a permitirlo, no quería volver a ser la chica frágil que el usaba a su antojo, no lo dejaría volver a lastimarme.

Iba a contestarle, pero la puerta se abrió.

—Papi. Una voz de niña pequeña me asombró.

—cariño te dije que esperaras afuera.

Altair me suelta y camina hasta la pequeña niña que reconozco muy bien.

Es Kim la pequeña niña que visitaba en el orfanato, tiene puesta una pijama de unicornios y lleva en sus brazos una muñeca que también reconozco: es la que altair le regalo.

—yo quelia vel a mami. Dice ella y sus ojos oscuros se posan en mi.

Una cálida sensación en mi pecho nace cuando me llama mami.

Soy mami.

Fui una madre, o al menos estuve muy cerca de serlo,pero mi bebé ya no está.

Toco mi vientre vacío.

Altair me mira, su mirada es distinta a la que yo conocí,no es oscura,es brillante llena de amor, y entiendo que esa pequeña que lo adora es la razón de esa sonrisa.

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora