9. Dejame Sola Carajo

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Maggie.

Cuando era niña imaginaba que me. Casaría con un hombre dulce y amoroso, que tendría una casa hermosa con un jardín donde mis hijos jugarían y yo los vería crecer junto a mi esposo.

Después de Qué Ivan arruinara mi vida ya no me veía en un futuro, mucho menos pensaba en casarme, vaya ni siquiera en amar a alguien más que a mis difuntos padres.

Y ahora podría jurar que estaba perdidamente enamorada de mi compañera de piso, de la mujer que me. Ayudo a escapar y me salvó de la muerte.

Nunca había sentido esto, nunca después de mi enamoramiento por mi amigo Erick, ahora lo volvía a sentir por Kailan.

Y ahora debía casarme para protegerla.

Para salvarme a mi misma.

Miraba la luna.

Quisiera ser como ella, inalcanzable.

Kailan había estado aquí y me dolía, me ardía tener que verla y saber que nunca sería más que mi amiga, pero también me lástima tener que casarme con un desconocido.

Por eso la trate así.

Porque no puedo seguir siendo la chica de aspecto frío y sereno, necesito  sacar mi dolor, mi frustración.

Esta no es la vida que yo quería, y no creo que me la merezca.

Lágrimas de rabia bajan por mis mejillas, aprieto mis puños.

Y de pronto escucho un grito.

—¡Luke!

Es Kailan me levanto de golpe.

Y corro hacia su habitación, detrás  de mi va Camelia.

—Hagarra tus cosas nos vamos.
Escucho decir a Luke y lo veo salir con su mirada llena de coraje, decido ir tras el y dejo a Camelia ir. Hacia Kailan.

—¿Que sucedió Luke?

El hombre ni siquiera me mira, camina con pasos rápido hacia el despacho.

—alguien entro a la casa— dice con los dientes apretados. —le dejaron una nota a Kailan.

Mis puños se aprietan y lo sigo hasta el. Final del. Pasillo.

—¿Que decía la nota?

—que van por ella.
Voltea a mirarme y en sus ojos veo el miedo y el. Odio.

Y también siento el. Miedo correr por mis venas.

—ve y recoge tus cosas, es hora de irnos.

Luke me toma del hombro en un gesto de cariño y tranquilizador.

—¿A donde iremos?

—no lo se, pero no podemos quedarnos.

Miro hacia el pasillo donde puedo ver las sobras de Camelia y Kailan moverse.

—Vamos a la casa de mis padres, por un tiempo estará bien.

—¿En Portland?

Asiento con la cabeza.

—lo hablaré con Len, tu solo ésta lista.

Asiento y giro sobre mis talones voy a mi habitación y tomo una machila, meto en ella la ropa que encuentro más a la mano, y cierro la mochila.

A la distancia escucho a Camelia hablar, trata de calmar a Kailan, lo que daría por ser yo. Quien la consolara, pero no será así.

Mira a la nada y entonces noto algo en mi cama hay una nota y una rosa blanca.

Totalmente sorprendida y helada tomo la hoja de papel.

“Ya eres mía”

Leo y dejo caer el. Papel.

Un escalofrío me recorre el. Cuerpo.

—ya es hora. Anuncia Luke, yo alzó la. Vista a él.

Y el mira la rosa, se acerca a mi, toma la nota que acababa de soltar y la lee.

—Sal de aquí Maggie.

Niego con la cabeza.

—Ve con Cam y K y suban al auto la alcanzó en minutos.

Obedezco y tomo mi mochila para salir del cuarto.

Camino hacia el pasillo y salgo de la casa, con el miedo apretando mis sentidos.

—sube Maggie. Me pide Camelia desde adentro del auto, Kailan intenta sonreírme, pero yo no la miro, subo al. Auto y me. Dejo. Caer en el asiento trasero aún lado de Kailan.

Ella toma mi mano y yo la retiro porque siento que su mano Quema, su mano me produce sensaciones que no deberían existir en mi.

Luke aparece dos minutos después se. Sube al auto y conduce como loco, no nos habla, solo maneja, a veces golpea el volante con frustración y enojo.

Kailan mira por la ventana, Camelia mira al frente, nadie cierra los ojos, nadie puede
Una hora después estábamos en el aeropuerto, y hay muchos hombres que hablan con Luke.

El. No nos mira, se que la mayoría de  hombres en el. Aeropuerto nos cuida las espaldas, y así las tres estamos sentadas en la. Sala de espera a punto de tomar un vuelo privado hacia Seattle.

Unas horas después me encuentro en la parte trasera de una camioneta blindada.

Mi cabeza apoyada en el. Vidrio.
Y ante mi aparece la casa. Donde fui feliz, el. Lugar donde vivía el. Recuerdo de. Mis padres.
Una lágrima se. Me escapó.

—Llegamos.

El. Día había comenzado, baje del auto para ir hacia la casa

Luke y los demás siguiéndome.

Entre y pude. Sentír. Que el. Tiempo no había pasado, podía sentir que ese olor a canela que quedaba después de que mi madre horneara pastelillos.

Casi podía sentir que en cualquier momento. Mendria a abrazarme, pero eso no paso.

La casa se Miraba limpia y haceada, y entonces Marina, la vecina a la que le pegaba un. Poco para que manteniera a este lugar lo mejor posible, ella salió de la. Cocina.

—¿Maggie? ¡Que alegría verte niña!

La mujer se abalanzo sobre mi en un abrazo cariñoso.

—Hola Marina, yo he venido a quedarme unos días con unos amigos.
La. Mujer dirigión su mirada hacia las personas. Que estaban detrás de mi.

—me hubieras avisados y hubiera...

No. La. Dejo terminar.
–nosotros nos ocupamos.

Marina mira con curiosidad a mis acompañantes y después. De saludarlos ella. Se. Va.

—soy muy mala. Anfritiona, pero acomodense lo mejord que puedan.
Voy a mi habitación siento los pasos de Kailan detrás de mi.

—Dejame Sola carajo. Le. Espeto y la. Miro con coraje. —Estoy bien no necesito tu. Consuelo.

Ella. Bajo la. Mirada y yo sentí mi corazón romperse.

Hey! Hasta aquí todo bien, por fin pude escribir algo, corto pero digan que mi móvil dejo que escribiera algo, si notan errores y puntos es por lo mismo de mi celular loco.

¿QUIEN SERÁ EL. DE. LOS ANÓNIMOS?

LAS. AMO.



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