17. Verdades A La Luz.

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Maggie.

—se la llevaron.
Es lo único que digo, Charles saca su celular y se aleja de mi, miro mi casa, Erick se acerca nuevamente a mi.

—¿Donde esta Marie?

—No lo se, la han raptado.

—¡Demonios! Erick camina dando vueltas. —¿Quien se la ha llevado?

—No lo se. Susurro, pero en mi mente me imagino que ha sido su hermano o el hermano de Kailan, pero ese hombre está muerto.

El único que pudo haber sido es el hermano de Erick.

Charles regresa con el ceño fruncido y me mira, luego a Erick.

—¿Quieres entrar? Me cuestiona, asiento lentamente.

—Necesito ver que quedó, y necesitamos hablar.

Erick nos mira y luego mira hacia el oficial.

—Los dejaré un momento a solas. Erick dice apretando la mandíbula.

Lo veo alejarse va hacia Mariana y comienzan a platicar.

—¿Que paso con Kailan? Pregunto cuando me aseguro que nadie nos escucha.

—alguien entro a su apartamento, y se la ha llevado, Len no sabe nada, no dejaron rastros, solo una nota con una rosa blanca.

Me ensaña una foto con su celular.
En ella hay una nota escrita a computadora, con una rosa blanca encima, se lee: recupere lo que es mío.

Un escalofrío me recorre lo más profundo del ser.

Se la llevaron, no pude protegerla.

Quiero llorar y gritar, pero siempre me con tengo.

—se la llevo.

—al parecer Altair Allen no está muerto.

Charles me. Mira, y yo espero que diga que está bromeando, pero es obvio que el no bromea, ese tipo esta vivo, y eso significa que pudo volver por ella, que nos tomo con la guardia baja y ahora se la ha llevado lejos de mi. Siento una punsada de dolor crecer en mi pecho, sobretodo al ser consciente de que Kailan ya no odiaba a Altair.

Ella podía ser transparente como un cristal, y dejaba ver que era una alma noble, que a pesar de todo lo que había vivido era incapaz de odiar a alguien.

Ella era pura, limpia, tanto que ni la inmundicia que la toco la daño, ahora después de su época de oscuridad era un ser más valioso.

—¿El se la llevo?

Cuestione, tenía miedo, demáciado, terror a que la rompiera por completo esta vez,
A que la matará, a no volverla a ver. Lo cierto es que también tenia pánico a que ella sintiera más cosas por el.

Nadie más había notado lo que comenzaba a sentir Kailan por Altair, solo yo, esa sonrisa cada vez que hablaba sobre la labor de el en ese casa para niños, como esa niña lo adoraba.

Había algo más que sólo admiración en su voz.

—No se sabe a ciencia cierta. Responde Charles sin dejar de mirarme. —bien pudo ser el Ruso,
A tenido movimientos extraños las últimas semanas.

Alzo una cena y lo miro para que siga, pero se queda callado.

—¿Que clase de movimientos?

—vino aquí, estuvo aquí ayer, pero su mano derecha también estuvo ayer en Londres, ambos estuvieron en el lugar de los hechos. Explica y no puede seguir porque se acerca el oficial de policía.

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora