18. El Cielo Caer Una Vez Más

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Maggie.

El golpe llega a mi mejilla, no se cuantos he recibido, solo se que el dolor se hace más penetrante.

—por ti maldita perra he perdido mucho.

Iván mi peor pesadilla por años me golpea como si fuera un saco de boxeo, peor de como lo hacía antes, no caigo al piso solo por las cadenas que me mantienen sujeta desde el. Techo.

Lo miro y sonrió, puedo morir esta noche, de hecho se que lo haré, sin embargo sonrió.

Porque se que ahí afuera hay un hombre más poderoso que él, una al que le teme, y el cual le cortará los testículos, y luego está esa chica que lo despellejara vivo.

—esta vez perdiste tu y no yo Iván. Mi voz suena con burla.

—estas equivocada perra, yo no pierdo. Dice mientras se sienta en una silla enfrente de mi.

Estamos en lo que parece una bodega mal oliente, apesta a muerte y putrefacción.

—vine por ti, voy a disfrutar mucho de verte morir como la perra que eres, y luego veré a ese par de idiotas llorar tu muerte— se ríe. —mi pobre hermanito llorando por. La. Mujer que ama y que nunca le hizo caso. — lo odio lo juro que lo hago. —y ese idiota de Charles también llorará, se. Va a quedar sin su reina.

—Eres un gran hijo de puta.

—lo soy. Responde como si nada. —pero nadie toca lo. Que fue mio, y tu Maggie fuiste, eres y serás mía.

—¡me violaste! Grito con las fuerzas que me da la furia.

—tu te lo buscaste, si no fueras tan calienta pollas eso no hubiera pasado, y más con tu carita de niña buena, y sobre todo tu vida perfecta.

Su rostro se oscurece.

—la. Niña perfecta para Erick— su voz era dura. —Porque Erick era el niño perfecto, el preferido de mamá, el que no tenía la sangre de un maldito, y el. Merecía tener a lo mejor.

El se levanta y camina hacia mi, toma mi mentón y lo levanta para que lo mire.

—y yo se lo arrebate. Sonrie con satisfacción. —Yo arruine a su niña perfecta.

Quisiera escupirle a la cara que deje de decir tantas estupideces, pero me quedo callada, mientras el presiona mis mejillas doloridas.

Quiero aullar del dolor, pero no me voy a doblegar ante el, no otra vez.

— me robe tu virginidad, no sabes cuanto disfrute tu coño apretado, y luego mate a tus papis— ahora si quiero matarlo, aprieto los puños. —y luego te convertí. En una asesina.

Sus palabras finales me golpean.
Duro contra mi frágil escudo de defensa.

Asesina.

Se repite una y otra vez en mi mente.

Soy una asesina.

Yo no quería matar a esos hombres, el me obligó.

—¿Recuerdas perra?

Aveces en la vida debes hacer cosas malas para proteger a gente buena, a veces tienes que joderte tu para que no jodan a la gente que amas.

Mi vista era borrosa, me sentía tan extraña, el calor corría por mi cuerpo y me producía estremecimientos, sentía una corriente deliciosa en mi vientre llegando a dejar salir jugos de mi vagina.

—¿Que me diste?
Ivan me Miraba divertido, ahora incluso lo deseaba a el, joder no podía ni pensar bien.

—algo que te volverá un puta.

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora