11. Las Rosas Más Bellas Son Las Que Cortan Del Jardín

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Kailan.

Mi mirada se clava en la fotografía que está colgada en la sala, en ella puedo ver a Maggie de joven, tenía unos doce años, y hay dos personas a sus lados, una mujer que debe ser su madre, es tan parecida a ella, y tiene al otro lado al que debe ser su padre, con sus mismos ojos.

Sonríen a la cámara, felices, mientras que Maggie tiene la cara embarrada de pastel.

—fue mi último cumpleaños con ellos.
Escucho que susurra. —tenía catorce, ese día fui tan feliz.

La La Voz de María suena triste y a la vez nostálgica quisiera abrazarla pero sé que debo mantenerme lejos, no quiero que vuelva a gritarme.

—una semana antes de que cumpliera quince años mis padres decidieron celebrar mi cumpleaños— comienza a narrar con voz tranquila y baja. —ellos tenían que salir de la ciudad al día siguiente, no volvían hasta la semana después de mi cumpleaños.

Toma la fotografía y la toca con cuidado, como si la quemará el tacto.

—Me dejaron con la vecina y sus dos hijos, había crecido al lado de esos niños, mis padres confiaban en la señora, yo la adoraba— su voz ahora es un susurro. —Nadie se imagino lo que su hijo mayor haría.

—Ivan siempre fue un día agresivo, odiaba a todo el mundo, incluso a su madre, solo a Erick lo toleraba e incluso lo protegía.

Ella sigue con su relato mientras yo guardo silencio y la dejo continuar, aunque no puedo evitar sentirme tan mal por ella, se que también fui una víctima, y que tal vez sea eso lo que nos hace unidas.

—pero nunca imagine que...
Se detiene y pone la fotografía contra su pecho. —esa noche era mi cumpleaños número quince, y su última noche en el país al día siguiente se iría a Rusia.
Su voz se apaga de pronto y mira por la ventana.

—Erick y su mamá dormían, yo extrañaba a mis padre y volví a esta casa, entre por esa ventana y fui al cuarto de mis padres, y no note que el me seguía, y cuando me di cuenta ya era tarde... El ya estaba encima de mi.

Una lágrima rueda por mi mejilla, tomo su hombro y ella me mira, sus ojos están secos, pero me miran lejanos y vacíos.

—Grite pidiendo ayuda, y el solo se reía y me insultaba, de mil maneras me nombró, me dijo que nunca sería de su hermano, que el sería el único hombre al que le abriría las piernas.

—Maggie...

—Le pedí tantas veces que se detuviera, y no se detuvo, no se canso hasta que se vacío en mi, hasta dejarme completamente sucia.

—Maggie.

—Dejame terminar, lo necesito. Me dijo y abrazo más el retrato de sus padres.
—me lo advirtió, me dijo que no dijera nada de lo que me hizo a nadie a los mataría, y no le creí, solo quiera que mis padres me protegieran, y los lleve a la muerte.

Puedo notar el. Dolor y la culpa en su voz, ella tenía todo lo que yo hubiera querido tener y le fue arrebatado injustamente.

—después fue más fácil para el controlarme, era huérfana y necesitaba un hogar, se encargo de dejarme en casa de su madre y Erick,
Por supuesto que no era estúpido, me mantuvo cerca de él amenazada, y también me alejo de Erick.

Su mirada se encuentra con la mía y ahora veo las lágrimas.

—me obligó a trabajar en ese asqueroso bar, con hombres asquerosos que me tocaban solo para que el pudiera robarles y incluso matarlos.

Yo la abrazo, no puedo evitarlo, la abrazo como necesite que me abrazaran cuando Altair me rompió.

—ser usada como objeto para asesinar es tan vil. Me susurro. —Así que prefiero ser la maldita reina y ser utilizada por un hombre a volver a eso, al menos así podré mantener a salvo a las personas que aún me quedan.

Una tristeza enorme lleno mi ser, Maggie no merecía hacer esto para salvarme a mi, no, ella merecía vivir libre, ser feliz.

—Niñas. Camelia llama nuestra atención entrando a la sal, nosotras nos separamos y Maggie se limpia los ojos.

—Cam pensé que te habías ido. Comenté, ella niega con la cabeza y noto las bolsas en sus manos, aunque también algo raro en ella.

—fui por comida.
Comenta y alza las bolsas.

—Muero de hambre. Comento Maggie dejando la foto en su lugar y luego fue hacia Cam tomando una bolsa, hacía de cuenta que no había llorado, que no había contado su pasado.

—come K.

Cam y Maggie sacaron las cajas con hamburguesas y pizza en la mesa de centro.

Yo me quede de pie mirándolas, Maggie se sento en el sofá y acarició el mueble con cariño.

Yo me senté en piso y tome un pedazo de pizza.

—¿dónde está Luke?

Cam me miro y me sonrió de forma tranquilizadora.

—salió a arreglar unos asustós.

—¿Asuntos?

—no te preocupes. Me dijo y Maggie frunció el ceño, me miro y se encogió de hombros, yo mordi mi comida y la saboree.

Hacia mucho que no comía una pizza, así me termine la primer rebanada sin notar que las tres comíamos en silencio.

Ni siquiera Cam que parloteba mucho para acabar con los silencios hablaba, se mantenía en sus pensamientos y eso me asustó.

—¿Segura que todo bien Cam? Cuestionó Maggie.

—si. Se apresuró a decir. —Solo no tengo enargias para hablar.

—Pensé que eso era imposible que pasará

Comentario Maggie, pensé que Cam le diría algo pero se quedó callada.

Maggie y yo nos miramos y supimos que algo estaba mal.

—¡basta! . Maggie apartó su comida y miro a Cam quien se sobresalto.
—¿Que sucede Camelia?

Camelia tomo su soda y le dio un gran trago, cuando termino nos miro.

—en una hora volamos a Londres.

Una alarma se enciendo en mi.

—¿Que?

Cuestiona Maggie.

—Iremos a Londres el príncipe lo dispuso así.

—pero y Kailan, ella no puede ir ahí...

—No te voy a dejar sola. Digo Maggie me mira como si estuviera loca

—Len dejará aquí a Kailan ¿Verdad?

—Ella viene con nosotras a Londres.

Volveré al lugar donde inicio todo, volveré a ver a Altair.

—ella no puede hacer eso, ahí está ese tipo, me niego a dejarla ir.

—Altair murió.
Camelia habla y todo se queda en silencio.

No puedo procesar lo que acaba de decir, es que no puedo ni siquiera pensarlo.

—¿Que?

—Altair esta muerto.

No se que sentír, no puedo explicarlo, pero no me sentí feliz, ni liberada, el había sido mi agresor pero no me liberaba su muerte, sentí pena, porque en el fondo el no era malo.

Porque el debía tener una segunda oportunidad y ahora estaba muerto...

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora