Maggie
Caminaba hacia un museo donde me encontraría por segunda vez con el príncipe, mi futuro esposo.
Habían sido semanas duras, el hecho de mantener lejos a Kailan era muy doloroso, no había cambiado en nada mi atracción por ella, menos aún mis sentimientos, solo aumentaban.
-recuerda lo que te dije, mirada al frente, espalda recta. Decía Camille mientras entramos al edificio.
Asiento y miro hacia el frente.
Estaba casi vacío.
La gente no volteaba a mirarnos, tres mujeres solas vagando por el museo, Camille observaba maravillada las esculturas grecorromanas, Camelia solo Caminaba sin prestarle mucha atención a nada.
Yo solo las observaba a ellas y trataba de mirar todo lo expuesto, pero mi cabeza estaba en otro lado.
Kailan mirando siempre a los recuerdos, evocando siempre a Altair, la persona que le jodio la vida.
Y sin embargo parecía no importarle pues hacia todo lo que el había realizado, todas las acciones benéficas ella las mantenía.
Visitaba cada día ese lugar, y a esa niña a la que quería adoptar.
Y yo me sentía de pronto tan celosa, y era tan estúpido porque en primer lugar Altair esta muerto, y en segundo lugar iba a casarme en poco tiempo, y en tercer y más importante punto Kailan era mi amiga, y yo solo era su amiga, ella no se sentía conectada a mi de la misma manera en la que yo me sentía por ella.
Alguien jala de brazo y noto que debo seguir caminando, pues me he quedado de pie enfrente de una pintura.
-Vamos cariño. Me pide amablemente Camelia.
Ahora noto que la gente mira a nuestra dirección.
¿Me miran a mi?
No, es decir que de interesante hay en una chica que se queda como boba viendo una pintura.
Pero que ni Miraba la pintura y no noto que es la pintura del príncipe, mi futuro esposo.
Y que el por cierto se acerca hacia mi por el lado derecho.
-interesante pintura para perderse en ella.
Su vos profunda resuena por todo el amplio salón de exhibición.
La gente mira y se queda petrificada.
De pronto siento la necesidad de ser un fantasma para desvanecerme e irme a esconder a algún sitio.
Su voz me intimida de cierta forma desde que me beso, y cabe mencionar que no lo he visto desde entonces, aunque claro las personas tienen que pensar que es de otra forma.
-Su majestad. Saluda Camille haciendo una pequeña reverencia.
-señora Allen, un gusto verla.
El príncipe toma la mano de la madre de Kailan y la besa con respeto lo mismo que con Camelia.
-Señorita Williams veo que sigue muy apegada a la familia Allen.
-Solo hago mi trabajo su alteza.
Su mirada se posa sobre mi, sus ojos profundos llenos de promesas me escanean, y graban cada detalle de mi en él.
-Señorita Weaver nos volvemos a encontrar.
-alteza. Atino a decir.
Su mirada en mi causa estragos en mi sistema nervioso.
Le sostengo la mirada aunque siento que fuego sale de su mirada, llamas abrazadoras que me consumirán.
Y así pasaré los próximos años de mi vida.
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DESPUÉS DE ÉL
AléatoireKailan por fin logró huir de lo que le hacía tanto daño, ahora enfrentará la vida sin sus verdugos con un montón de heridas que sanar. Una nueva ciudad y una nueva batalla por mantenerse a salvo de los recuerdos no hay lugar para el amor ¿o si? Ka...