15. Asaltos Y Raptos.

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Maggie

Caminaba hacia un museo donde me encontraría por segunda vez con el príncipe, mi futuro esposo.

Habían sido semanas duras, el hecho de mantener lejos a Kailan era muy doloroso, no había cambiado en nada mi atracción por ella, menos aún mis sentimientos, solo aumentaban.

-recuerda lo que te dije, mirada al frente, espalda recta. Decía Camille mientras entramos al edificio.

Asiento y miro hacia el frente.

Estaba casi vacío.

La gente no volteaba a mirarnos, tres mujeres solas vagando por el museo, Camille observaba maravillada las esculturas grecorromanas, Camelia solo Caminaba sin prestarle mucha atención a nada.

Yo solo las observaba a ellas y trataba de mirar todo lo expuesto, pero mi cabeza estaba en otro lado.

Kailan mirando siempre a los recuerdos, evocando siempre a Altair, la persona que le jodio la vida.

Y sin embargo parecía no importarle pues hacia todo lo que el había realizado, todas las acciones benéficas ella las mantenía.

Visitaba cada día ese lugar, y a esa niña a la que quería adoptar.

Y yo me sentía de pronto tan celosa, y era tan estúpido porque en primer lugar Altair esta muerto, y en segundo lugar iba a casarme en poco tiempo, y en tercer y más importante punto Kailan era mi amiga, y yo solo era su amiga, ella no se sentía conectada a mi de la misma manera en la que yo me sentía por ella.

Alguien jala de brazo y noto que debo seguir caminando, pues me he quedado de pie enfrente de una pintura.

-Vamos cariño. Me pide amablemente Camelia.

Ahora noto que la gente mira a nuestra dirección.

¿Me miran a mi?

No, es decir que de interesante hay en una chica que se queda como boba viendo una pintura.

Pero que ni Miraba la pintura y no noto que es la pintura del príncipe, mi futuro esposo.

Y que el por cierto se acerca hacia mi por el lado derecho.

-interesante pintura para perderse en ella.

Su vos profunda resuena por todo el amplio salón de exhibición.

La gente mira y se queda petrificada.

De pronto siento la necesidad de ser un fantasma para desvanecerme e irme a esconder a algún sitio.

Su voz me intimida de cierta forma desde que me beso, y cabe mencionar que no lo he visto desde entonces, aunque claro las personas tienen que pensar que es de otra forma.

-Su majestad. Saluda Camille haciendo una pequeña reverencia.

-señora Allen, un gusto verla.

El príncipe toma la mano de la madre de Kailan y la besa con respeto lo mismo que con Camelia.

-Señorita Williams veo que sigue muy apegada a la familia Allen.

-Solo hago mi trabajo su alteza.

Su mirada se posa sobre mi, sus ojos profundos llenos de promesas me escanean, y graban cada detalle de mi en él.

-Señorita Weaver nos volvemos a encontrar.

-alteza. Atino a decir.

Su mirada en mi causa estragos en mi sistema nervioso.

Le sostengo la mirada aunque siento que fuego sale de su mirada, llamas abrazadoras que me consumirán.

Y así pasaré los próximos años de mi vida.

DESPUÉS DE ÉL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora