Capítulo 9

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SOPHIE JONES

—¡Vamos, Reece! —le grite nerviosa mientras me ponía mi pantalón. —Carajo.

Tocaron la puerta de la habitación, era Lyndsey.

—Reece, ¿Puedes ir a ver que esta pasando? —pregunto Lynds, un poco alterada. —tu padre se fue al trabajo antes de que este loco viniera y Lexie esta muy asustada.

—No, Lynds —hablé. —yo saldré, me esta buscando a mi.

—¿De qué hablas? —pregunto confundida.

—Es mi ex novio.

—¡Entonces levántate, Reece! —Lynds entró a la habitación y le pegó a su hijo con una almohada. —Ni se te ocurra dejarla salir sola, ¿Me entiendes? Ya no seas tronco y muévete.

—Si, eso estaba haciendo... —respondió su hijo, con fastidio.

Lynds salió de la habitación a pasos rápidos para ir con Lexie.

—¡Vamos, idiota! —gritó Ryan. —¿Acaso tienes miedo?

—Reece, esta muy agresivo, por favor no bajes, déjame ir. —suspire.

—No te dejaré sola con ese maniático, ¿Que si te hace algo? No, Soph, no me perdonaría nunca el poner tu vida en riesgo.

—No me hará nada, en serio.

—Bien, ve —suspiró. —estaré viendo por la ventana, pero si veo algo que no me gusta, saldré a buscarte.

—Bien...

Bajamos las escaleras de forma rápida, quería liberarme de Ryan lo antes posible. Quería que se fuera y que me dejará, no entendía muy bien que era lo que Ryan hacia aquí, yo ya lo había terminado, se supone que le había puesto fin a todo esto, pero parece no haberlo entendido y eso me resulta muy tedioso.

Una vez que nos encontramos frente a la puerta, Reece la abrió, me dejo pasar y luego la cerró.

—¡Hasta que al fin sales! - grito enojado. —¿Cómo estás?, cariño. —pregunto y se acercó a mi. Puso una sonrisa cínica y acarició mis mejillas.

—Hola, Ryan. —lo salude con mi voz temblando.

—Te extrañe, ¿Sabes? —pregunto mirando mis ojos.

—Si... —respondí asustada. Su bipolaridad no me gustaba en lo absoluto.

—Ahora dime donde esta ese cobarde, ¿Quieres? No tienes porque hacer esto cariño, yo puedo ayudarte a que te libres de el y podamos estar juntos, ya dime donde esta. —pidió y yo negué —Dime, vamos —suplicó y yo volví a negar —¡Qué me digas maldita sea! —gritó.

—No, Ryan. —hable firme. —Tengamos una charla como las personas civilizadas que somos.

—No. —negó. —Sólo quiero romperle la cara al maldito imbécil.

—¿Puedes calmarte? —pregunté haciéndome un paso hacia el.

—No. —volvió a negar. —Se que ésta es su casa, y tu estabas ahí, ¿Durmieron juntos? ¿Le diste el gusto de tocarte, Soph?

Limonada para dos (Reece Bibby Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora