Limonada para dos (Reece Bibby Fanfic)

Capítulo 10

SOPHIE JONES

Una vez que llegue hasta el extremo donde se encontraba Ryan, lo mire a los ojos y tome sus manos.

-Ryan, fue muy lindo cuando nos conocimos, éramos dos inexpertos en el amor y lo único que conocíamos era a nosotros mismos, pero crecimos y ya no quiero esto...

- No, por favor, Soph, no me dejes - suplico con sus ojos llenándose de lágrimas.

- Ryan fue horrible todo lo que has dicho hace unos momentos, ya no quiero eso, merezco conocer el mundo, ¿no crees?

- ¿Qué tal si lo hacemos juntos? - pregunto - Vamos, yo estoy dispuesto a eso, solo no me dejes.

- Ry, no puedes impedir lo que ya pasó.

-¿Qué quieres decir? - pregunto llorando.

- Que esto se ha terminado, te deseo mucha felicidad y mereces mucho amor, espero que cumplas tus sueños, Ryan y que encuentres a la persona que verdaderamente es para ti - suspire y bese su mejilla.

Ryan rápidamente se soltó de mis manos y comenzó a caminar a paso rápido.

- Vas a arrepentirte tanto, Soph - río cínicamente - tanto que desearás no haberme conocido. No imaginas de lo que soy capaz de hacer. Has roto mi corazón, Sophie. Te enseñaré a respetarlo.

Mientras Ryan renegaba alejándose, Reece se acercaba a mi y me abrazaba por los hombros.

- No lo escuches - me abrazo, haciendo que enterrara mi cabeza en su pecho - no dejaré que te haga daño.

- Gracias, Reece - lo observe - Gracias por cuidarme.

- No tienes que agradecer - acarició mi mejilla - Lo hago porque debemos cuidar lo que queremos, resulta imposible de creer, pero es rápido el segundo en el que podemos perdernos.

- Es cierto - susurre - soy de esas personas que no se detienen a pensar que es lo que están haciendo con sus vidas, Reece. Pero ahora se que quiero que mi vida vaya de la mano con la tuya, quiero una vida contigo. Eres lo más real que existe en este desastre.

- Te amo, Soph - me dijo, y me besó tiernamente.

Sólo pude responder a su 'Te amo' correspondiendo su beso. Es que soy simplemente tan inexperta en esto del amor. Sin embargo, me pareció tan sincera su forma de decirla, parecía que había salido directamente del fondo de su corazón y fue hermoso.

- Chicos, ¿Están bien? - salió mi madre de la casa, con su bata celeste puesta. - Oímos los gritos, pero no quisimos salir.

- Si, tranquila - le dije a mi madre - fue Ryan, vino a hacer un gran disturbio, sólo quería molestar.

- ¿Sólo quería molestar? - pregunto mirando a Reece - ¡Se golpearon, Sophie!

- Si, lo sé - respondí observando el ojo y la nariz de Reece - hay que curarte.

Tome la mano de Reece y fuimos hasta mi casa. Estaba todo empacado, en unas horas mis padres se irían.

- Llamare a Lyndsey, estaba muy preocupada - suspiro mi madre agarrando su teléfono - Le avisaré que están bien, me había llamado muy nerviosa.

- Gracias, mamá -le agradecí - Bueno, ahora si Reece, ponte hielo en el ojo - suspire pasándole hielo - yo voy a curar tu nariz.

Agarre un poco de algodón del botiquín y le coloque algunas gotas de agua oxigenada. Luego lo pasé lentamente por el borde de la nariz de Reece. Éste comenzó a removerse, ya que sentía molestia y algo de dolor. Me detuve cuando estábamos muy cerca, lo observe unos minutos, estaba pérdida en sus ojos.