Capítulo 5

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SOPHIE JONES

-¿Recuerdas como comenzamos con el puesto? -me pregunto Reece.

-¿Cómo olvidarlo? Fue muy gracioso. -respondí.

-Si ese niño idiota jamás te hubiera quitado tu limonada, quizá este puesto no existiría. -río.

-Recuerdo que me había puesto a llorar y tu me dijiste que me calmará, porque podíamos preparar toda la limonada que quisiéramos para nosotros dos. -sonreí.

-Era muy bueno de niño. -me dijo.

-No sólo de niño, lo sigues siendo.

-Si tu dices...

No entendía a que se refería con aquello ¡Por dios!, Reece Bibby es de las mejores personas que conocí. El tiempo pasa, pero las personas buenas casi nunca pierden su brillo.

-¡Sophie, Reece! -se acercó la Señora Brennan, una vecina que siempre nos compraba limonada. -Estas preciosa Sophie, hace tiempo no te veía por aquí ¿Cómo están tus padres? ¡Que alegría que estén de vuelta!

-Hola Señora Brennan, tanto tiempo. -me acerqué a besar su mejilla. -Estamos bien por suerte, hemos venido de vacaciones unos días, me da gusto verla bien.

-¡Que linda, cariño! -me sonrió. -Una limonada, Reece, por favor, ¿El precio es el mismo?

-No recuerdo a cuanto la vendiamos. -me dijo Reece.

-Yo tampoco. -sonreí.

-Pague con lo que pueda, no se preocupe. -le dijo Reece.

-Gracias, cariño -la señora agarró su vaso con limonada -me pone feliz ver que abrieron otra vez. -nos dijo y se fue con su limonada en la mano derecha y una bolsa de compras en la otra.

La Señora Brennan había crecido aquí, según lo que ella nos contaba. Todas las tardes venía con su nieta, -que ahora debe tener la misma edad que Lexie-a comprarnos limonada y la bebían en el patio de la señora Brennan, mientras observaban las nubes. Es una señora agradable, de hecho siempre lo ha sido. Era bibliotecaria, pero se júbilo un año antes de que nos mudaramos, hizo una gran reunión y nos invitó, incluso recuerdo que nos había pedido dos jarras de limonada como regalo.

-No ha cambiado nada, sólo tiene más arrugas, pero no se ha amargado. -le dije a Reece, sonriendo.

-La señora Brennan es la anciana más increíble que he conocido hasta ahora. -sonrió.

(...)

La noche caía como una gota de agua a lo lejos, el sol se veía enorme mientras bajaba y teñía el cielo de un color anaranjado intenso.

Estábamos paseando por la ciudad, mientras mis padres se detenían en algunas tiendas y observaban vidrieras.

Yo no podía evitar pensar en lo que podría pasar esta noche, ¿Qué tal si Reece se enamoraba de ella? ¿y si se besaban?

Sonó mi teléfono.

Era Ryan, lo había olvidado por completo, tengo novio, se supone que no debería estar preocupada por Reece.

-Hola, Ry. -atendí.

-Hola, princesa -me saludo. -siempre llamó yo, ¿Está todo bien?

-Si, lo siento, estoy ayudando a mis padres con los arreglos de la casa, casi ni me fijo en el teléfono. -mentí.

-Ah, esta bien ¿tienen mucho trabajo?

-No, sólo un poco, ya terminamos, ahora estamos caminando por la ciudad, paseamos un poco...

Limonada para dos (Reece Bibby Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora