Limonada para dos (Reece Bibby Fanfic)

Capitulo 12

SOPHIE JONES

La casa de Reece era un caos. La música retumbaba en mis oídos, las personas bailaban unas pegadas a las otras. Con sinceridad, apenas soy capaz de entender como esto sucedió.

Comencé a empujar a las personas, tratando de encontrar a Reece. Podía sentir el olor a alcohol quemando mí nariz.

Vi a George en mitad de la sala. Estaba con una chica bailando. Jamás lo vi divertirse tanto como lo estaba haciendo en ese momento. Su forma de bailar sí que era particular. No parecía un baile, pero al menos la chica no paraba de reírse, lo que nos indicaba que la estaban pasando bien. Seguramente ambos estén borrachos.

Camine un poco, mientras empujaba a más personas. Me encontré a Blake sentado en el sofá.

Me senté a su lado.

—¿Has visto a Reece? —pregunte casi gritando.

El negó con la cabeza y yo hice una mueca.

—¿Qué haces aquí que no estás bailando? —pregunte.

—No me apetece —respondió bebiendo de su vaso.

—¿Que bebes?

—Es limonada —respondió encogiéndose de hombros.

—¡Hey! —chille de la emoción —no sabía que te gustaba.

—Pues me gusta más que la cerveza.

—A mí igual —confesé —¿Ninguna chica te invito a bailar?

—Oh, si lo hicieron —respondió.

—¿Y que haces aquí? Vamos, ve a divertirte —le sonreí.

—Ya te dije que no me apetece.

—Vamos, Blake, ¿Qué sucede? ¿Por qué no quieres? —pregunte empujándolo levemente por los hombros.

—No quiero decírtelo— sonrió forzosamente.

—Vamos, no voy a juzgarte...

—Bien... —comenzó a decir dudoso —Es que no se bailar.

—¿Qué? —pregunte —Vamos, todos saben bailar.

—Pues yo no —me respondió, mientras negaba con su cabeza.

—No puede ser cierto —le dije sonriendo.

—No me creas si no quieres, pero soy un asco.

—¿Acaso has visto a George? —pregunte riendo y Blake asintió —Bueno, él tampoco sabe bailar y mira como se divierte.

—No soy tan seguro de mí mismo como para moverme así sin que me importe lo que los demás piensen.

—Vamos, ven conmigo —dije tomando a Blake de su muñeca para llevarlo conmigo hacia donde todos estaban bailando.

Blake comenzó a negar y a hacer fuerza para obligarme a dejarlo sentado.