Destrozado

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Narra Frederick :

Estaba sentado en la sala viendo una película. Estaba solo en casa, mi hermano había ido a recoger al trabajo a Katrina.

Katrina, lindo nombre... Esta linda niña se parecía mucho en belleza a una ex novia mía. Lamentablemente mi ex era una oportunista, lo cual la aleja de Katrina.

Cuando la ví por primera vez, me gustó mucho pero ella esta prohibida.

Apesar de que amo mucho a Katrina no puedo traicionar a mi hermano. Así que solamente puedo cuidar y darle mi apoyo a esa pequeña niña, por nada del mundo dejaría que alguien le haga daño, y si lo hicieran yo me encargaría de torturar a aquella persona.

Al describirme solo diría .... Sádico. Amo ver el dolor en los ojos de mi enemigo, incluso en los ojos de cualquier persona... Esa faceta mía desaparecía cuando estaba con mi hermano quien sabia de esto... ahora tambien el sentimiento de ver dolor se iba cuando observaba a Katrina.

Escuché los sonidos del auto deportivo de mi hermano aparcando ruidosamente. Algo que llamo mi atención, iba a levantarme cuando escucho a mi hermano llamar.

Salgo rápidamente y veo que tiene a Katrina en sus brazos, ella se ve muy mal y él se ve aterrorizado, con un grito pide que llame al doctor y así lo hago, marco a toda velocidad mi teléfono y lo llamo.

Un timbrazo, dos.. tres.. ¡¡Conteste maldita sea!!...

- Buenas noches señor Romano- dijo al otro lado.

- Quiero verlo, en mi casa... es urgente... - dije rápidamente, ahora no estoy para saludos.

-Si señor- cuelgo y subo las escaleras rápidamente.

Abro la puerta y no me creo lo que veo.

Vitaly tiene la cabeza en el vientre de Katrina y no solo eso, él esta llorando... Me sorprende, mi hermano es el tipo más duro que conozco, nunca lo había visto llorar. Cuando nuestro padre nos castigaba de la manera más cruel nunca lo había visto llorar, siempre recibía los castigos sin hacer un solo ruido de sufrimiento. Siempre pensé que era un tipo sin corazón.

Ahora al verlo roto y lleno de lagrimas entendí que si tenía un corazón y que ese corazón le pertenecía a Katrina.

Al verlo entendí que quería estar con ella a solas. Asentí y salí de ahí. Bajé las escaleras rápidamente saliendo de la mansion para sentarme en las escaleras de la puerta principal.

Del bolsillo de mi chaqueta saque una cajetilla de cigarrillos. Necesitaba fumarme uno.

Metido en mis pensamientos no me dí cuenta del auto que llegaba hasta que de el bajó Valeria.

- ¿Estas bien querido Frederick? - pregunto la muy zorra.

No respondí, no iba a hacerlo, odiaba a esa mujer.

- Parece que ha pasado algo, ¿Que te tiene así? - volvió a preguntar con una sonrisa asomandose por sus labios.

- Largate de aqui Valeria, yo no soy mi hermano- dije levantándome amenazadoramente.

Ella retrocedió unos pasos pero luego se puso valiente y desafiandome paso por mi lado pero la tome por el brazo.

- ¿Donde crees que vas?

- Pues a ver a mi querido Vitaly... Sueltame me haces daño... Vitaly se enterara de esto ya lo verás- ella intento soltarse de mi agarre pero le fue imposible.

- Vitaly esta muy ocupado ahora.

- Eso no me importa, él siempre tiene tiempo para mi, ahora sueltame maldito...

Tú, mi señor y dueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora