Él lo sabe todo

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Katrina:

Los rayos de soy que entran por la ventana me despiertan. Tuve un buen descanso. Me muevo y mi brazo toca el pecho musculoso de Vitaly. Lo observo y sigue dormido. No sé a qué hora vino a dormir. Dijo que tenía mucho que hacer.

Es guapísimo este hombre. Amo su hermoso cabello, está está derramada sobre la cama como cascadas doradas.

Llevo uno de mis dedos hacia su mejilla y lo toco suavemente para que no se despierte. Amo sus hermosos ojos color azul. Amo esa mirada felina y depravada que tiene cuando me mira como si el fuera un león hambriento con poder y yo solo una conejita sin nada. Aunque tengo mucho. Tengo su corazón.

Me gustaría decir que todo este tiempo solo he estado sin sentir nada por él pero todo es mentira.

Lo amo mucho, hay sentimientos de por medio y los hubo desde que me hizo suya a su manera. Esa vez ví en el una expresión malvada, uno oculto.
Se que si no me amara él no estaría tratándome de la manera en que lo hace.

Mi sonrisa lo cambia todo. Creo que se muy bien como manejarlo. Puedo ser la bebé pequeña en sus brazos, se que no soporta verme triste. Lo tengo controlado.

Sonrío cerrando los ojos y cuando vuelvo a verlo, aquellos ojos color cielo están mirándome fijamente.

Mi sonrisa se congela y quito la mano de su mejilla y me cubro toda la cara con las sábanas.

"Mierda" pienso.

- No sé si debería preguntarte qué te divierte para que estés tan animada en la mañana- susurra él con voz ronca.

- Solo te miraba dormir, eres muy lindo- le dije descubriendo mi rostro un poquito.

- Bueno nena, creo que te has ganado la lotería conmigo. - me dice quitandome las sábanas de un tirón y lanzandola al suelo.

Lo veo y algo me dice que no me confíe mucho con él. Su mirada sigue siendo indescifrable. Él sigue acostado mirándome fijamente, como sí estuviera esperando algo de mí. Esa mirada me exita, lo hace ver tan malo y exitante. ¡Que sádica soy!

Sin esperar más, bajo la atenta mirada de Vitaly me quito rápidamente la pijama y me coloco sobre él.

- Sabes, por alguna razón esa mirada tuya me da escalofríos y a la vez me exita tanto. - le digo a la vez de que muevo mis caderas sobre su pantalón de dormir.

- Lo sé y déjame decirte pequeña traviesa que sí no fueras tú, probablemente tendrías más que solo mi mirada - ese comentario me deja descolocada ¿No entendí de que va? - y ahora vas a ser buena niña. Vas a quitarte esa braguita y ese sujetador y luego vas a tocarte para mí hasta que te diga que pares. Después y solo sí me gusta lo que miro, podrás sentirme dentro de tí.

¡Cómo me ponen sus palabras! ¡Ya estaba caliente pero ahora estoy que quemó por dentro!

- Vamos preciosa, has lo que se te dice. Recuerda que solo si me gusta como te tocas podrás sentirme.- me dice y pone sus brazos bajo su cabeza.

Sonrío dulcemente para él y con descaro me siento y me quito el sujetador. Empiezo a jugar con mis pezones. Me los sujeto suavemente y después me los estrújo hasta que se vuelven duros. Después me quito la braguita y se lo pongo en la mano. Y con sensualidad me siento abriendo las piernas hacia él.

- ¿Ves este dedito?- le digo guiñándole con coquetería -

Con cuidado guío mi dedo a mi clítoris y empiezo a jugar con él. Las descargas que recorren mis sentidos me hacen dar sacudidas pequeñas y placenteras. Juego con mis pechos. Y todo bajo la atenta mirada de Vitaly.

Tú, mi señor y dueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora