Yo quiero

1.6K 92 3
                                    

Katrina :

Mis párpados estan pesados, mi cuerpo me duele mucho. Abro los ojos y la luz que entra de la ventana, miro hacia mi lado y observo a Vitaly, y recuerdo todo lo que ha pasado ayer en la noche.

Mis ojos se llenan de lágrimas al recordar las frías palabras de Vitaly y los golpes de James.

Aun así, veo a Vitaly y me alegro de estar a su lado. Sonrió y luego abrazo.

Debe de ser él quien me salvo de James. Lo observo por un rato más y mi corazón se llena de más amor, deseo besarlo, pero, solo puedo verlo ya que no quiero despertarlo pero fracaso ya que estornudo, ¡¡Rayos!!

Vitaly se despierta y yo me tapo con las manos la cara.

- ¿Estas bien? - pregunta él preocupado, yo respondo asintiendo con la cabeza.

- ¿Porque no me hablas?- vuelve a preguntarme.

No respondo, no sé el porque pero no respondo y él quita mis manos de mi cara. Cuando lo observo me quedo tranquila, él no está molesto.

- Quiero beber agua- le susurro despacito. Su cara es un poema .

- Te lo traeré, solo quédate aqui- dice  él y se levanta para salir de la habitación.

Siento como si me hubieran golpeado...¡Pero si lo hicieron!!
Me siento de golpe y mi cuerpo grita de un dolor horrible.

Al poco tiempo entra por la puerta mi rubio.

- ¿Qué haces sentada? Debes de descansar- dice él dejando el vaso de agua.

- Perdón, quiero pedirte perdón Vitaly, yo...no te conté ....- no termino de hablar porque mi rubio me interrumpe.

- Solo calla, ya no hables del ayer - dice pasándome él vaso de agua.

Lo bebo con lágrimas en los ojos, cuando terminó le doy el vaso vacío.

- No te ves muy bien- le digo de broma .

- No ha sido una de mis mejores noches - confesó besando mi frente.

¡¡Lo adoro!!

Me acerqué lo suficiente para besarlo, su aroma me invadió, un aroma muy varonil e intenso.

- Sabes que me encantas - lamió el contorno de mis labios - toda tu Katrina.

Un gemido de placer escapó de mis labios, me estaba poniendo muy caliente además de que mi corazón estallaría de felicidad.

- Katrina - me advirtió retirándose - estás mal.

- Sólo un poco - suplique atrayéndolo hacia mí, pero se negó de nuevo.

- No - respondió fríamente levantándose de la cama para ir al closet pero lo detúve por los hombros.

- ¿Ya no me quieres? - pregunté con una voz muy triste.

- Katrina ya te he dicho el motivo, no me lo pongas más difícil, no quiero hacerte daño- dijo él.

A no, hoy yo quería sexo y él me lo iba a dar sí o sí . Además, nadie dijo que iba a jugar limpio para que me lo dé.

Me senté en la cama y tapandome la cara con las manos empezé a sollozar, con esta si que no me rechazaría.

- Katrina, no pequeña, no llores- dijo él abrazándome, sonreí interiormente .

- Ya no me quieres- volví a decir poniendo una carita de cachorrito herido.

- No digas eso lindura - dice y acerca sus labios a los míos, para besarme tierna y cálidamente.

Mis labios rápidamente se adueñaron de los suyos para hacer una danza sensual. Después de poco él era quien tomaba la iniciativa.

- Katrina, ten piedad, por favor...- suplico tratando de alejarse, pero mis brazos , mis besos  y yo no los dejamos.

- Por favor - susurré mordiendo sus labios ágilmente - con cuidado, tierno, suave.... por favor....

Gruñó, pero aún no estaba ganado así que con cuidado me quite la ropa, necesitaba provocarlo, envolverlo....
Yo necesitaba fundirme en él.

Katrina sabes que eres mi locura - temblé antes esas palabras - no puedo resistirme .

- No lo hagas entonces - mi voz apenas sonó audible, me abrumaba la necesidad de él.

Con cuidado me tumbo hacia atrás  y termino de desnudarme lentamente, saboreando con su mirada cada rincón de mi piel desnuda.

- Siempre tan exquisita, tan dulce, tan blanca, tan sensual...

Su mirada hablaba que me deseaba y mucho, se quitó de encima mío y empezó a desnudarse él. No pude evitar jadear con cada prenda que caía, ese hombre derrochaba sensualidad aún sin pretenderlo. Su cuerpo tan bien formado era un pecado.

Cuando estuvo debido ante mi, me retorcí en la cama suplicando que entrara en mi.

- No te muevas- ordenó acomodándose entre mis piernas.

- Um...- gemí cuando nuestros sexos se tocaron.

- Shh... silencio y quieta - susurro dejando tiernos besos en mis labios - si no me haces caso pararé.

Asentí temblorosa. Un momento después lo sentí entrar en mi tan cálidamente. Y se movió dentro de mí muy despacio, enviando Miles de descargas por todo mi cuerpo, era una dulce tortura.

Era la segunda vez que me tomaba, y ahora ya no era doloroso, sino un poco incómodo pero solo un poco, pero cuando sus embestidas eran suaves y otras fuertes me olvidaba de la incomodidad.

Cada vez que lo sentía invadírme hasta el fondo me estremecía.

- Katrina - jadeo en busca de mi boca.

Por algún motivo apreté mis paredes vaginales al rededor de su miembro tan duro y grueso.

- Maldición, eres una diabla que vino a tentárme - dijo él besando mis pechos sin dejar de penetrarme.

- N..No puedo más - jadeé débilmente soporta do la precisión de las embestidas pero todo fue inútil cuando con un fuerte choque de caderas él me llevó hasta una espiral de sensaciones.

Envuelta en el aura de placer, lo sentí moverse con más urgencias, más rápido, más posesivo, parece que se había olvidado de que estaba mal, solo quería su liberación.

Volví a envolver su miembro y es donde todo terminó, lo observé llegar al precioso orgasmo y fue genial, me sentía muy bien ya que yo había sido la razón de su exitación y locura.

Me lleno de él, me sentí agusto con su liquido tan calentito dentro de mí.

- ¿Estas bien?- preguntó el preocupado al ver que yo tenía los ojos cerrados.

Cuando lo ví, le sonreí  dulcemente.

- Más que eso, me siento fantástica- le respondí.

Beso mi frente y se retiro mi interior para colocarme encima suyo.






Tú, mi señor y dueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora