Capítulo 8: SIETE

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"Tenerlo tan cerca quemaba...

Sus ojos se veían sedientos de amor y si tan solo el pueblo no nos quemara vivos, si tan solo el pueblo no nos señalara de pecadores, te lo juro, te besaría, porque mi piel te llama desesperado y simplemente no puedo hacer nada.

Cada domingo se pone más sombrío, ir a la Iglesia mientras lo veo ahí en primera fila y veo sus ojitos. ¿Por qué no puedo ir? ¿Por qué no puedo darle la mano y decirle que todo va a estar bien?

Estoy seguro que dentro y fuera de este pueblo siempre seremos uno."

Leo las palabras de Even y no puedo parar de llorar. Estoy solo en mi habitación siendo las tres de la mañana y no puedo dejar de llorar, como un niño chiquito al que le invaden los recuerdos y quiero gritar de la injusticia, porque todo lo que leo es cierto. La sociedad es tan cruel y letal, que te pueden llegar a destruir con tan solo una palabra.

No he parado de leer en ya dos días y en realidad, tengo mucho miedo de cómo vaya a terminar. Estoy seguro que Julián hubiera llorado a mares y ya hubiera acabado de leer en tan solo un día, él era de los sabios, los que leían y tenían el alma más pura. Cierro el libro poniendo una tira de lana que encontré en el suelo como separador y me acuesto. Siento al mundo girar a más no poder, mi mente está llena de remordimiento y rabia, estoy tan triste que ni siquiera puedo darme cuenta de que yo también, al ocultarme pertenezco al Pueblo, porque no soy valiente, porque soy tan estúpidamente cobarde que si veo una pequeña flama ya estoy ocultándome en mi habitación.

Pero me escudo en que lo hago por mamá.

Cierro los ojos y recuerdo las palabras de Joaquín: "No te pondrás violento.", me da risa como utiliza esas palabras, pero es cierto. Estoy con tantas ganas de mandar a la mierda a alguien, no importa quien, solo quiero hacerlo. Por otro lado, pienso en la última vez que lo vi a él y no puedo evitar sonreír, estaba corriendo por la sala del personal buscando su celular como un loco, el color de su rostro variaba entre el rojo y el blanco en todos sus valores y después de hacerle sufrir unos diez minutos, le señalé donde estaba porque literalmente estaba en sus narices. No podía parar de reír por lo despistado que era:

-Ya deja de reírte.- me dijo después de haberme burlado por lo que ya va siendo bastante tiempo.

-Ya... lo siento.- su cara me daba más risa, pero traté de respirar y parar de reír. No pude.

-Emilio...- escuché su advertencia, pero sus intentos de estar enojado era en vano.

Me tapé la boca y sólo veía como se acercaba.

-Ya basta...- se voz se escuchaba amenazadora y cada vez se acercaba más.

Una sonrisa atravesó su rostro al momento en que empezó hacerme cosquillas como un demente y no paraba de reír.

-¡Para! Ya no te molesto, lo juro.- trataba de coger sus manos y pararlo, pero para mi sorpresa ponía mucha resistencia.

Traté de respirar aguantándome la risa y empecé a picarle las costillas para ver si también se reía y ding ding ding, dejó de tocarme y empezó a morirse de la risa.

Se sentó en la silla que estaba al lado mío y su risa se escuchaba por toda la sala:

-Emilio, basta...- decía mientras trataba de cogerme las manos, pero yo era más fuerte.

Cerraba los ojos y sus dientes blancos no paraban de asomarse. No puedo negar que se ve adorable, sus pequeños hoyuelos que estaban cerca de su boca, su nariz se arrugaba con un bebé.

De repente siento cómo él agarra mis manos y las pone detrás de mí acercándose peligrosamente:

-Ya para.- estaba agitado y su respiración chocaba en mis labios, si exacto, así de cerca estábamos.

Joaquín no se movía, seguía cogiendo mis manos desde mis espalda y solo me veía, sus ojos recorrían desde mi cabello hasta mi nariz, pero nunca mis labios. Yo igual hice lo mismo, de alguna forma no podría dejar de ver sus ojos, pero sentía que si miraba hacia sus labios iba a pasar algo, no sabía que cosa, pero no era lo correcto. No sabía qué hacer, de cierto modo no era incómodo y hasta podía sentir una electricidad que no me dejaba alejarme de él, muy extraño.

La puerta sonó luego de dos segundos y los dos salimos de nuestro trance. La cara de Joaquín estaba en llamas y sonreí por lo lindo que se veía.

Camila mete la cabeza por la puerta y nos llama por una urgencia...

No le he dicho absolutamente ni una sola palabra sobre el libro y tampoco ha preguntado, pero en estos días, fuera de ese "encuentro" no he tenido la oportunidad de verlo y sé que mañana va a estar.

Tengo esa necesidad extraña de hacer todo un documento de porqué me gustó el libro y así de cierta forma perder el coraje que siento. Desde que supe escribir, cuando me enojaba, estaba triste o muy feliz, corria hacia cualquier cuaderno u hoja y hasta en la pared, y solo escribía lo que sentía, de cierta forma fue una terapia para mí, pero creo que haya funcionado.

Así que siendo las cuatro de la mañana, abro mi computadora y empiezo a redactar:

Explicación del porqué El Pueblo me hace querer romper la cara a las personas con mis puños...

Querido Joaquín,

Te odio por prestarme un libro tan malditamente genial y sobre todo por pedirme que no sea VIOLENTO, aunque dime, porqué utilizar la palabra violento, si pudiste haber dicho: "no mandar a la mierda a la gente de una patada." En fin, creo que en honor al libro quiero darte una explicación detallada de cada capítulo. (No me preguntes por qué hago esto y sí, tengo tiempo de sobra para escribir esto y mucho más.)

Los ojos me pesan en menos de cinco minutos y ya estoy dejando la computadora en la mesa que tengo al lado de mi cama.

Cierro los ojos, y mis pensamientos se dirigen en un sueño donde admiro la sonrisa de Joaco.

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AMIGUILLOS!!!! Ya se estrenó el primer capítulo en digital y hasta lloré. La verdad está muy cul el capítulo, pero díganme ¿Por qué tuvieron que hacer que Amapola se meta tanto en la vida de ellos? Eso no me gustó :(, deben tener mucho más espacio, o sino que chiste que vivan al lado saben?

Pero bueeeeeeno, se gozó el video y después de esto, voy a volver a verlo, ahre.

Voten y comenten si? Para que así Emilio siga leyendo ese libro que es taaaaaaaaaaan triste, es horrible, yo hasta lo leí en un día (mentira, Julian hubiera tenido el record de leerlo en el menor tiempo posible) jejejejeje

Pero van a saber todo lo que necesiten de ese libro taaan triste :c Se imaginan que existiera? Juro que llorarían peor que Bajo la misma estrella o cualquier libro que les haya roto el corazón. :C

Debido a que estuvo más chiquito el capítulo de lo normal, mañana o el domingo les publico otro jijiji

Denle amor amigooooos😳

Y gracias a la persona que votó jejejej😳🙊

Weno, me despido amiguos y gracias por leer.❤❤

Liz.✨

Mi respuesta siempre va a ser un sí, contigo.- (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora