21. Pasado

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Capítulo 21

La puerta de las días naves se abrieron y salieron muchas personas, hombres mayormente, vestidos como delincuentes del apocalipsis. El que más destacaba y que parecía ser el líder, era de color azul y tenía una cresta de metal encima de la cabeza.

–¡Admiren a Mary Poppins! —gritó con ánimos y autoestima.

Tony aguantó la risa y miró a Quill, quien sonreía con orgullo, pero al toparse con la mirada del mayor entró en pánico.

–Le voy a decir —dijo con gracia.

–¡No te atrevas! —susurró Quill fuertemente.

–Lamento interrumpir pero... ¿Qué está pasando? —exclamó Steve molesto por su confusión en esos momentos.

–Tenemos aliados extraterrestres —respondió Tony con gracia.

–¿Cómo los conoces? —preguntó de nuevo el rubio. El resto del equipo se acercó.

–Ah, bueno, eh... —no había medido el peso de sus acciones hasta ese punto. Suspiró largamente—. Visiones —sonó más a pregunta que respuesta.

–Honestamente yo también tengo curiosidad —dijo Gamora mirando a Nébula, y ella le devolvió la mirada seria.

Tony sintió los brazos de la Muerte alrededor de su brazo, y supo entonces que Nébula también la veía.

Sintió miedo. Pánico por la desconfianza desmedida que ahora había en ambas partes. Guardianes y Vengadores.

–Ya no creo que sea necesario —dijo finalmente—. Sólo nos conocemos, ya está —sintió la mirada de la Muerte clavada en su rostro, curiosa y divertida como siempre.

–Tony, ya es suficiente —dijo el capitán acercándose un poco más—. Tienes demasiados secretos, no podemos confiar si no nos dices...

–Mira quién habla de confianza —susurró la Muerte con odio y Tony se tensó.

–Steve, aconsejo alejarte.

–¿Por qué?

Tony estaba seguro que la Muerte era la peligrosa allí, pero al decir el nombre del capitán, otra persona actuó.

Nébula sacó su daga de su espalda y puso la punta muy cerca del cuello, casi tocando.

–¿Tú eres ese... Steve? —dijo con rabia.

Todo se quedó en silencio. Tony sólo escuchó la risa coqueta de la Muerte.

El rubio se había quedado completamente quieto y tenso, y el castaño no pudo hacer más que extender su mano y quitar la daga de Nébula lentamente, mientras se interponía entre ambos.

–Nebs, tranquila, el no... —se mordió la mejilla interna y se aclaró la garganta—. No ha hecho nada.

–Aún —escupió Nébula en un susurro, poniendo más nerviosos a los presentes.

–Explica, Tony —exclamó Steve con seriedad.

–No me vas a creer —respondió.

–Ni siquiera me das la ocasión.

–¡No sabes por qué lo hago, no digas nada!

–¡¿Cómo quieres que lo haga?! ¡No nos das la oportunidad! —insistió exasperado causando silencio unos segundos—. Deja de ser tan egoísta y cuéntanos cómo conoces a esas personas o cómo sabes tanto de nosotros.

Tony se quedó en silencio. Rogó que la Muerte no hiciera nada, y no lo hizo, simplemente se quedó abrazada a su brazo mirando fijamente al capitán.

ᗰY ᗪEᗩᖇ ᖇEᗩᒪITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora