El tamaño de la Luna

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Era un día típico en la ya cotidiana vida del Hokage de Konoha, como todas las mañana se encontraba en su oficina revisando papeleo tras papeleo y poniendo sellos a la mayoría de documentos que tenía sobre su escritorio.
El sol era radiante al parecer en la aldea debía sentirse el fresco de la brisa revuelto con el calor del día dejando un perfecto clima para un apetecible helado o para disfrutar de una caminata por las calles de Konoha, si era un día de aquellos en los que deseas no estar en cuatro paredes odservando el mundo desde una gran ventana en tu oficina.

Naruto suspiro tras imaginarse corriendo allí afuera junto a sus hijos, que bien la pasaría junto a Boruto y Hinawari, si, sería perfecto, pero sus pensamientos llegaron a su fin en cuanto escucho llamar a la puerta; Seguramente era Shikamaru.

-Adelante- dijo Naruto regresando a su asiento tras el escritorio.
-Ahh Naruto- como lo imagino era Shikamaru y su manera de saludarlo, en un hermoso día como aquel nadie más aparte de su consejero lo visitaría y claro por obligaciones de trabajo -veo que hoy si has trabajado.
-¿De que hablas?- respondió un poco indignado por el comentario -yo siempre trabajo.
-Vale, vale, solo decía, pero debes admitir que últimamente estás algo distraído.
-ohh Bueno, lo cierto es que creo que pasó demasiado tiempo encerrado en esta oficina, ya casi no tengo tiempo ni para mi familia y eso es algo que me pesa cada día más.
-Bueno nadie dijo que ser Hokage fuera facil- respondió Nara aún de pie frente al escritorio. Los ojos de Naruto desviaron su mirada hacia el suelo con algo de tristeza de lo cual se percató el pelinegro y tras suspirar hablo de nuevo -se que me arrepentiré por decir esto pero, no todo es trabajo Naruto, creo que deberías tomarte unas horas e ir con tu familia, yo te cubrire.
-¡Queee! ¿Hablas enserio Shikamaru?- los ojos de Naruto de nuevo tomaron brillo y eso hizo sentir algo incómodo al Nara pues el Hokage le miraba con devoción -Shikamaru eres un buen amigo, de verdad te preocupes...
-Naruto- le interrumpió Nara -Sera mejor que te largura o cambiaré de opinión y seré yo el que me vaya.
-ahh no, ya me voy, enserio Shikamaru gracias.

Naruto quiso ir con sus hijos pero entonces recordó que Boruto debía seguir en la academia y Hinawari estaría con su madre en casa de los Hyuga y siendo sincero consigo mismo no quería salir de un encierro para terminar con otro en casa de su suegro,de solo imaginarlo dejo ver una mueca.
Decidido a distraerse un poco camino por las calles de Konoha como había imaginado minutos antes y decidió pasar por un helado, después comería uno con Boruto cuando pasará por el a la academia, pero por ahora se daría un pequeño gusto el solo.
En cuanto ingreso a la heladería posó sus ojos en el cartel que indicaba los precios, sabores y tamaños y sin dudarlo pidió uno muy grande.
-Lo que desee Hokage-sama - respondió el empleado y se retiró enseguida a preparar la orden del rubio, aún le era extraño tanta atención y amabilidad por los habitantes de la aldea, pero el era el Hokage y seguramente serían muy pocos quizás hasta los contaría con las manos a quienes no le tratarán con tanto respeto. Naruto se giró y odservo el sitio en busca de un lugar para poder disfrutar su helado y fue cuando se llevó una gran sorpresa.

-Eh Naruto- escucho que le llamo una voz muy familiar.
No podía creer lo que sus ojos miraban, pero al fin de cuentas no debía sorprenderse tanto de encontrar a esos dos en tal situación bueno no era comprometedora pero si extraña para uno de ellos. Sin vacilar más Naruto camino hasta la dueña de aquella voz que le llamo y con una de sus mejores sonrisas les saludo.
-Hola Sakura chan, Sasuke al parecer ustedes también pensaron en refrescarse un poco.
-Asi es- respondió la pelirrosa sonriendo -vamos, acompáñanos, note que estabas buscando en dónde sentarte, puedes hacerlo con nosotros.
Naruto se sentó junto a Sasuke algo que Intriago al pelinegro pero este no dijo nada.
-¿Y cuando llegaste? - pregunto Naruto a su mejor amigo.
-Esta mañana, pensaba pasar más tarde a tu oficina.
-Le pedí a Sasuke-Kun que me acompañará a comer un helado.
Después de las palabras de Sakura fue que Naruto noto que solo ella comía helado ya que Sasuke se limitaba a beber un vaso de agua algo que ganó una pequeña mirada de disgusto por parte del rubio que borró enseguida.
-Veo que aún no te gusta el dulce- comento Naruto empezando a comer su helado.
-Lo dulce no va conmigo-
-En eso tienes razon- respondió Naruto viendo por un momento a Sakura y desviado de nuevo su mirada.
Eran sus mejores amigos, pero eso no evitaba el silencio incómodo que se interpuso entre ellos. Desde que sus amigos se habían casado eran muy pocas las veces que se reunía, incluso se fue distanciando lentamente de la pelirrosa con el paso de los años hasta llegar al punto en que ya no sabia de que más hablar con ellos.
-¿Y como está Hinata y Hinawari? - pregunto Sakura rompiendo el silencio.
-Bien, Hinawari cada día es más hermosa.
-Bueno eso debe ser porque se parece a su mamá- se burló Sakura mientras llevaba un pequeño trozo de helado a su boca.
Naruto sonrió un poco por el comentario al igual que Sasuke pero parecía que la única que no estaba incomoda era Sakura.
-Los niños crecen muy rápido, creo que es ahora que debemos aprovechar el tiempo con ellos- nuevamente hablaba la chica mientras los otros dos guardaban silencio -Sarada y Boruto pronto tendrán más y más misiones y seguramente no les veremos muy seguido así que creo que debemos aprovechar todo el tiempo que podamos estar junto a ellos mientras los vemos convertirse en grandes ninjas.
-Claro- fue la única respuesta de Sasuke mientras Naruto simplemente guardó silencio.

Tsuki no Ōki-sa (El tamaño de la Luna) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora