Dos amigos, dos de Sake

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La mañana pronto llegó a Konoha y Sasuke no tardó en despertar, observó a su lado y noto que su esposa aún estaba dormida, que hermosa se veía mientras dormía, su cuerpo estaba desnudo y las mantas solo cubrían una parte de su el mostrando un poco de su blanca piel que lo hizo sonreír. Seguramente sí el fuera otra clase de esposo la sorprendería con un desayuno en la cama o la despertaría a besos, pero era él, el último Uchiha y no era de detalles como esos era más bien de entrenar y dedicarse a otras cosas, para él ya demostró suficiente amor en la noche ahora debía simplemente salir a cumplir con sus deberes, fue por ello que cuando Sakura despertó se encontraba sola en la habitación como siempre.
Sasuke salió de su casa muy temprano y se dirigió hasta la oficina del Hokage, no creía que alguien estuviese allí y así fue pues tuvo que esperar más de una hora para que el rubio apareciera.
—¿Sasuke?— pregunto Naruto en cuanto lo vio —¿Qué haces aquí tan temprano?—
—Vine a entregarte mi reporte— respondió el Uchiha.
—Ahh si, pero podías aparecerte más tarde, seguramente tú esposa y tu hija te quieren más tiempo en casa.
—Tal vez, pero quién mejor que tú para entenderme.
Naruto cambió su expresión a una más seria, sabía bien a qué se refería su amigo, pero prefirió pasar por alto lo último.
—Vamos, adelante— el reloj marcaba las 7:30 cuando los dos amigos ingresaron a la oficina del Hokage.
Durante un par de minutos lo único que se escuchó fueron los pasos de los hombres mientras tomaban asiento, Sasuke frente al escritorio del Hokage.
—Sasuke...
—Regrese porque hubo un ataque—
—¿Qué?— Naruto no tuvo tiempo para molestarse por la interrupción.
—Desde el enfrentamiento con los Ōtsutsuki no había encontrado más rastros de ellos, creí que finalmente se había terminado, pero cuando estaba en el pais del agua escuché sobre un ataque durante una excursión de los estudiantes de Konoha.
—¿De que ataque hablas?—
—Tratarian de atacar la excursión, pero los Anbu fueron más veloces, sin embargo hubo algo que los sorprendió.
—¿Qué?—
—La princesa Bykugan—
Los ojos de Naruto se entornaron al escuchar las palabras de su amigo.
—No es a Hinata a quien quieren—
—¡Sasuke, dilo todo de una maldita vez!—
—Quieren su descendencia y no solo la de ella, también la heredera del Sharingan.
No podía ser cierto ¿Sus hijos estaban en peligro? Y ¿Cómo es que Sasuke lo tomaba tan fácil?
—Regrese para ayudarte y por supuesto cuidar de Sarada. Creo que no tardarán en llegar a la aldea.
—¿Cómo es que no me hablaron sobre esto?—
—Fue por mi, les dije que te informaría sobre todo ya que regresaría a Konoha.
Naruto cruzo sus manos en el escritorio de modo pensativo, debía proteger a sus hijos, pero no podía estar todo el día con ellos, sin embargo sabía que estando en Konoha estarían más seguros así que no creí prudente permitirle más misiones fuera de la aldea al equipo 7 algo que por supuesto les molestará.
—Debemos mantenerlos vigilados —
—Lo se, pero no creo prudente decirles nada, eso seguramente les hará sentir deseos de defenderse por su cuenta, sobre todo a Sarada.
—Lo se, pero aún así preparare  una guardia especial, los Anbus...
—Naruto, eso solo generará sospecha, Sakura y Hinata...
—Ellas tienen también el derecho de saber lo que está sucediendo.
—Lo se, pero no creo que se deban enterar por que los Anbu vigilen a los niños. Además que estoy seguro que eso no será suficiente para detenerlos en el caso de un ataque.
—Entonces ¿Qué se supone que demos hacer?
—Tu debes seguir con tu deber de Hokage, yo conseguiré más información, avisaremos a Sakura y Hinata y estoy seguro que ellas son perfectas para estar al pendiente de ellos, además de algunos cuántos de las ninjas de confianza.
—Un escuadrón especial para protegerlos.
—Sin que ellos lo sepan, tengo una idea de cómo hacerlo y de quienes pueden ayudarnos, pero para eso necesito que lo autorices.
—Tanto mis hijos como tu hija están en peligro, así que se que harás lo mejor, tienes todo mi respaldo.

Sakura se encontraba en el hospital bastante ocupada con órdenes y papeleo, desde que era la jefe encargada tenía mucho más trabajo por eso deseaba que Tsunade regresara lo antes posible a su puesto, pero claro su antigua maestra por ahora quería disfrutar de su dinero derrochando en apuestas y Sake, ¿Cómo es que le gustaba tanto el Sake? Ella lo había probado pero definitivamente no fue del todo de su agrado.
Tras un suspiro se recostó en su silla y por un momento llego a su mente la noche anterior, de solo recordar todo sus muslos dolieron nuevamente, definitivamente ese era Sasuke su esposo.
Llamaron a la puerta.
—Sakura ¿Estas hay? — era la voz de Ino
—Adelante— la rubia ingreso y cerró tras de si la puerta, enseguida Camino hasta el asiento frente al escritorio de su amiga y se desmoronó en el como si estuviese muy agotada.
—¿Estas bien?— pregunto la pelirrosa curiosa por la postura de la otra.
—¿Me ves con cara de estar bien?—
—Ino ¿Qué sucede?—
La rubia parecía meditar un poco en las palabras que diría lo cual hizo dudar a Sakura de si su amiga estaba bien.
—Tu...— inicio Ino con los labios temblorosos — ¿crees que un hombre y una mujer pueden ser amigos?
— Pero de que hablas Ino, claro que pueden ser amigos.
—¿Estas segura? Digo, no crees que en algún momento esa amistad pueda tornarse a algo mas.
—Ino, sabes también como yo que un hombre y una mujer pueden ser simplemente buenos amigos, por ejemplo Naruto y yo somos muy buenos amigos, desde que éramos niños y tú y Shikamaru también...
Fue entonces que Sakura pensó en sus propias palabras y en las de la rubia, ¿Acaso su amiga no tenía una relación parecida a la suya con Naruto? Bueno a la que ella y Naruto tuvieron hace algún tiempo porque honestamente desde hace unos años que dejaron de ser tan unidos, se pregunto por qué, y también se pregunto si su amiga...
—Ino, cuando hablas de un hombre y una mujer ¿Te refieres a quienes exactamente?
La rubia mordió sus labios, seña de que algo andaba mal con ella y por lo que Sakura la conocía parecía ser algo de conciencia.
—Paso algo con Shikamaru— Afirmó la medico a lo que su amiga simplemente asintió.
—Ino ¿Qué paso? Creí que eras feliz con Sai..
—Y lo soy, es solo que...
—Ino...
—Sakura ¿Tu nunca dudaste de haber escogido a Sasuke? ¿Nunca te preguntaste que hubiera pasado si hubieras correspondido los sentimientos de Naruto?
Aquella pregunta sorprendió a Sakura, no porque Ino la formulará sino porque era algo que pensaba muy seguido pero que siempre dejaba en el olvido y la soledad, era algo que alteraba sus emociones y prefería ignorar esos sentimientos que despertaba al pensar en su rubio amigo de esa manera.
—Soy feliz con Sasuke—
—No te pregunté eso—
Un silencio se interpuso entre las dos amigas mientras cada una pensaba en su propia respuesta.
—Ayer cuando volvía a casa— comenzó a hablar la rubia —me encontré con el tonto de Shikamaru de camino a casa, el muy idiota me invitó a cenar ramen en el ichiraku y pues acepte ya que Inojin estaba en casa de mis padres y Sai se encuentra en una misión. Cuando llegamos nos encontramos con Chouji y bueno era casi un reencuentro de hace mucho que no estábamos los tres así que bebimos algo de Sake.
—Ino, lo que haya sucedido con Shikamaru, no me digas que fue por el Sake.
—No lo fue Sakura, tan solo bebí una o dos copas y el igual, de quien no puedo decir eso es de Chouji ya que tuvimos que llevarlo hasta su casa.
Después de eso, Shikamaru se ofreció a acompañarme a la mía y solo caminamos en silencio, cuando llegamos simplemente no sé qué me pasó, pero fui yo quien lo beso.
Sakura se sorprendió, pero prefirió guardar silencio en espera de que su amiga continuará su relato temiendo que fuera a ser más sorprendente aún si confesaba algo más grave.
—En un principio Shikamaru se sorprendió, pero después el también me correspondió y simplemente duramos así unos minutos hasta que sin más se despidió y se marchó.
—¿Y eso es todo? Quiero decir ¿No pasó algo mas?
—Oye frentezota ¿que crees que estás insinuando?
—Ino, ya no somos niñas, sabes de lo que hablo...
—No— respondió la rubia en tono más apagado —no pasó nada más.
—Y dime, si Shikamaru no se detiene hubiese pasado algo más.
—No lo se— confesó Ino —pero lo que si se, es que desde hace un tiempo que no veo a Shikamaru como un simple amigo.
—Crei que eso había quedado en el pasado.
—Yo también lo creía, pero al parecer no, solo basto que estuviéramos a solas un momento para darme cuenta que aún siento algo, es solo que lo había ignorado por mucho tiempo.
—Creo que lo mejor es que te alejes de Shikamaru.
—¡Qué!—
—Ino, eres feliz con Sai ¿no es así?—
—Si, pero...
—Ino, esta vez es más complicado, si hace unos años entendiste que Shikamaru estaría mejor sin ti, ahora entiende que eres tú la que estará mejor sin él. Razona, tienes un hermoso matrimonio y un maravilloso hijo, no lo vayas a arruinar por algo que probablemente no funcionará, además recuerda que él también...
—Tiene un matrimonio y un hijo, lo se.
Sakura noto la tristeza en la mirada de su amiga, así que decidió hacer algo por ella.
—¡Hey! Anímate, que te parece si vamos por algo de ramen cuando salga del trabajo.
—Gracias—
—Entonces ¿Nos vemos más tarde?—
—Si, pasaré por ti más tarde—
Ino salió de la oficina y Sakura supo por su aspecto que sus palabras la entristecieron y eso la hizo sentirse mal, sobre todo porque son las mismas que ella se había repetido una y otra vez durante mucho tiempo, Ino ni lo sabía, pero Sakura era quien mejor la entendía y como siempre su razón era quien dominaba por eso decirle una cruda verdad a su amiga y no alimentar su ilusión.

Tsuki no Ōki-sa (El tamaño de la Luna) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora