Capítulo 7

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Los días pasaron y no podía sacar de mi cabeza lo que había sucedido aquella noche.

Trataba de hallar una explicación en la total nada.

No volví a ver a Tyler.

Me encontraba en el periodo vacacional de la universidad, por lo tanto trataba de pasar la mayor parte del tiempo en mi trabajo.

-¿Adivina qué, Anne?- Habló Molly mientras hacíamos el corte semanal del negocio.

-¿Qué sucede?- Pregunté mientras comenzaba a guardar las cosas para cerrar.

-Tengo una cita.- Chilló emocionada.

La miré sorprendida.

-Adiós gatos.- Dije mientras reía.

Ella me metió un codazo.

-Deberías hacer lo mismo Anne. ¿Cuándo te veré con alguien? Ya hace falta ejercitar esas piernas.- Dijo mientras me guiñaba un ojo.

-¡Molly!- Gimotee ofendida y luego reí en bajo.- Estás loca, y lamento decepcionarte pero por ahora estoy bien con mi trabajo. Suerte con tú cita.- Dije una vez afuera del negocio mientras le aventaba un beso.

-Trabajo, trabajo, trabajo. ¡Qué aburrida!- Bufó - Tú te lo pierdes b-a-b-y te contaré todos los detalles mañana.- Finalizó despidiéndose mientras se alejaba.

La última frase activo en mi cabeza aquello que estos días no me había dejado dormir.

Las palabras cantadas en son de burla por Molly me habían dado la clave.

Tyler había dicho que el día que lo conocí estaba trabajando en el tren.

¿Había alguna probabilidad de poderlo encontrar nuevamente ahí?

Era algo estúpido de mi parte pero era  lo único que se me ocurría por el momento.

Caminé lo más rápido que pude a la estación más cercana.

Las calles comenzaban a quedar vacías a medida que avanzaban los minutos.

Los negocios comenzaron a cerrar, los vehículos a disminuir y las personas comenzaron a dejar de recorrer las calles.

Era demasiado tarde para que yo estuviera lejos del departamento.

Llegué a la estación y espere el último tren.

Le mandé un texto a Val.

Valerie:
Iré con Jade está noche.
Te aviso cuando esté de regreso.
Anne.

El tren se detuvo frente a mi.

Respiré profundamente antes de entrar.

Una vez que la puerta se cerró a mis espaldas me detuve a pensar que lo que estaba haciendo era una verdadera estupidez.

Me senté cerca a la entrada.

Sólo nos encontramos cuatro personas a bordo y el tren se íba a detener en 2 estaciones más antes de que yo llegará al pueblo.

Me puse los auriculares y cerré los ojos.

¿Qué carajo estaba haciendo en un vagón a altas horas de la noche buscando a un extraño?

Era muy tarde para bajarme y regresar, así que decidí llegar al pueblo y al bajarme llamar a Jade para que llegará por mí.

Me hundí en el asiento mientras continuaba escuchando la música intentando ignorar mi mala decisión por un momento.

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